Cartas Para Una Princesa

#14

12 de Septiembre.

Derek me llamo.

Está furioso.

Su mamá está decidida, mañana la desconectarán, en mi mente todo está revuelto no sé cómo Margaret puede rendirse tan fácilmente, sé que yo si estuviera en tu lugar mi madre movería cielo, mar y tierra pero Margaret solo toma el camino sencillo.

Se que lo que le asusta es esperar y esperar mucho y que al final los doctores le digan que te has ido, ¡Tambien temo eso! Sin embargo algo me dice que todavía no encuentras el camino de vuelta a casa.

Ahora mismo estoy en un avión con destino a Chicago y a mi lado esta Theo durmiendo, tranquila ya le he tomado las suficientes fotos y se ve fenomenalmente chistoso, en fin, quede con tu padre en vernos en el aeropuerto y después de instalar nos (porque ni loco me voy con mis padres, me darían muchos sermones), a la mañana siguiente iríamos al hospital.

Ya no importaba quienes vieran al señor Wayland o quien se enojara, lo único que importaba era que no te desconectarán.

Porque se armara la tercera guerra mundial si esa máquina deja de dar tus signos vitales.

Una vez que fuimos informados sobre que Margaret ya estaba decidida y mañana te desconectarán no lo pensamos ni dos veces y solo empacados lo necesario en una maleta mientras yo compraba los boletos, no quería esperar a recibir una llamada y fuera la última que recibiera donde me dijeran que ya lo habían hecho.

Quiero estar para ti, quiero apoyarte aunque no me puedas ver porque tú hiciste lo mismo, me apoyaste cuando mi abuelo murió y ahora es mi turno.

Bajo nuestro cadáver te desconectarán castaña, tienes muchas más cosas que vivir y aventurarte en la vida así que no dejaré que Margaret te lo arrebate.

Faltan cuatro horas para llegar a nuestro destino y me sus las manos, estoy nervioso ¡Y ni siquiera se el porqué! Esto es tan frustrante.

No tenía que hacer o cómo distraerme durante la espera de llegar finalmente a casa y Theo antes de dormir me dijo:

—¿Y porque no le escribes? Si te ayudo para saber que ella aún seguía acompañándonos también te ayudará para distraerte y que no estés tan inquietó, solo hazlo, escribe.

Y mira que tenía razón, me estoy distrayendo, aunque no quiera pensar en lo que se llevará acabó una vez lleguemos ¡Es inevitable! Es como pedir que saque una calificación de 100 en estadística ¡Imposible! Siempre termino con un 90, estoy empezando a creer que hay un complot contra mi persona con esta clase pero solo son mis suposiciones.

Si desaparezco ¡CULPA AL PROFESOR DE ESTADÍSTICA!.

Intentaré dormir, no quiero ver ojera en mi bello rostro y aprovecharé estas cuatro horas faltantes para tener mi sagrado sueño.

Nos comunicamos pronto, ten por seguro que te escribiré y te contaré lo que ha pasado en el hospital.

Deséame suerte, la necesitaré.