Me gusta el tamaño de tus pechos, encajan en mi boca a la perfección. Te chupo dejándote mojada, paso mi lengua de principio a fin mientras te miro, veo que pones los ojos en blancos, te vuelves débil ante mi. 

"No me das asco" murmuro en tu piel mientras hago un camino con mis labios hacia arriba, dejando mi saliva por todo tu cuerpo. Paso mis brazos por tu espalda para tenerte lo más cerca posible, tu centro en mi cintura. Llego a tu cuello y me entierro en el. Me inclino y abro mis labios completamente, dejando mi lengua en tu piel y te chupo porque es que quiero todo de ti. Voy hasta tu barbilla mientras te miro, abro mis labios y los cierro en ella, mi lengua te humedece, te muerdo con ansias y te succiono suave, sólo dejando mis labios ahí. Y tú me miras, tus manos detrás de mi cabeza. Veo que sufres, que lo quieres todo a la vez, pero eso no era posible. 

"Te necesito" Se te hace difícil hasta hablar. Y yo te miro, intentando memorizarte. Noto que pierdo las formas, que no me he dado cuenta que ya te estaba quitando la única prenda en tu cuerpo. Me quito el pantalón quedándome en camiseta. Siento el calor de tu piel en la mía. Te llevo conmigo hasta apoyarme en la pared, te sujeto la cara para que me mires y me beses. Nadie puede ver como te derrites en mi boca, como te pierdes en ella. Como la acoges como si fuera lo mejor que habías probado en tu vida. Te quejas porque yo siempre quiero dominar la situación, quiero ser yo quien te humedezca cada rincón de tus labios, quiero morderte hasta que el dolor no pueda más contigo. Llevo mi mano a uno de tus pechos, la cierro en el, mis dedos hundiéndose en ti, apretándote. No paras de soltar gemidos y yo no puedo esperar más. Y tú tampoco. 

"Natalia por favor" me suplicas, más con tus ojos que con tus palabras porque no puedes ni hablar. Tiro del elástico de tus bragas hacia abajo con una mano, la otra alrededor de tu cuerpo. Poso mis labios suave en tu clavícula, dejándolos ahí. Cierro los ojos a la vez que mi mano alcanza donde tanto me necesitas. Te toco y me mareo, presiono mi lengua en tu piel sin coherencia. Tus manos enterradas en mi pelo, me aguantas con desesperación. 

Te toco con suavidad porque es lo único que me sale ahora mismo. Te acaricio, pasando mis dedos de arriba a abajo, eras tan delicada. Veo que te hago temblar y se me hace un nudo en la garganta. No sé porque pero no quería mirarte a los ojos, me daba miedo. Empiezo a presionar tu clítoris con mis dedos, en círculos y tú te mueves levemente contra mi mano. Noto tu pulso con mis labios, como subes y bajas el pecho. Me aguantas la cara para que te mire. Lo hago y me doy cuenta de que en cualquier momento me voy a enamorar de ti. Y me duele. 

Empiezas a moverte con más frecuencia contra mi, veo que estás bien, pero que te da un poco de corte. Y yo sonrío un poco a pesar de todo, toco tu cara, sólo la rozo y tú no me aguantas la mirada. Pero sé que no debo actuar así de suave, porque después de esto te irás como siempre. Me dejaras en la mierda. Intento ser fría. Pero es que mis manos no paran de tocarte suave, no tengo el control de ellas. 

Me voy más abajo, a tu entrada. Sólo te toco con las yemas y tú intentas hundirte en mis dedos pero no te dejo. Los paso de arriba a abajo otra vez y veo que sufres. Pero eso es lo que quiero. Voy a tu entrada, me deslizo en ti matándote con mi lentitud. Veo como cierras los ojos, pegas tu frente a la mía, me respiras y yo hago igual. Tus labios rozan los míos. Dios...eras tan perfecta por dentro, te cierras en mi y noto como quieres que me mueva más rápido, pero es que siempre lo he querido lento contigo. Presiono mis dedos en tus paredes con firmeza y tú empiezas a alzar y bajar tus caderas para sentir más de mi profundidad. 

Saco mis dedos y tú me preguntas "¿Qué haces?" aguantándome la mano. Llevo mis dedos a mi boca, me lleno de saliva y tú me miras detenida. Te miro seria y me introduzco dentro de ti. Ahora me deslizo con mucha más facilidad, entierro mis dedos en tu cintura guiándote con mis movimientos. Salgo y entro en ti rápido, porque sé que me necesitas ya. Tu respiración entrecortada, te chocas contra mis dedos con brusquedad, meto otro, porque quiero complacerte. Y lo hago, sé que hacer para que acabes temblando. Tus manos me tocan la cara con debilidad, acercas tus labios y me acoges entre ellos. Gemías contra mi boca, intentando besarme, pero eran torpes y me humedecías más con tu lengua, te la chupo y te quejas. Te hundes en mi más profundo y yo ya entro en ti con mucha más fuerza, te cierras en mi cada vez más y yo cierro los ojos intentando memorizar este momento. 

"Me encantas" dices con un dolor en la garganta. Yo te miro y siento que me enfermas poco a poco. No sé lo que me pasa pero espero que se me pase. 

Tus manos en mi cara, me acaricias y yo me creo todo lo que dicen tus ojos. Pasas tu pulgar por mis labios y creo que me voy a morir en ese instante. Me voy a tu cuello, mis labios no ayudan a tus gemidos. Intensifico incluso más y noto como empiezas a temblar, que ya te costaba moverte, que sólo me querías dentro, profundo en ti. Paso mi lengua por tu cuello notando ese sudor amargo. Salada al igual que dulce. 

Noto como poco a poco te dejas ir, como tus paredes se relajan y como tu cuerpo tiembla entre mis brazos. Subo mi mirada a la tuya, tu cara rosada, tus labios entreabiertos, tus ojos cerrados. Todavía entro y salgo de ti, ahora más lento, pero intenso. Te aguanto la mandíbula con mi mano. Quiero que me mires y que lo sueltes todo. Quiero que lo dejes todo por mi. Manda tu vida a la mierda y empieza de nuevo, te juro que estaré a tu lado. Abres los ojos y te juro que no veo nada claro. 

"¿Qué quieres de mi?" Dije sin pensarlo. Y paro mis movimientos, me salgo de ti poco a poco y tú tiemblas otra vez. 

Sólo cierras los ojos una vez más y pegas tu frente a la mía. Todo tu torso pegado al mío, tus brazos envueltos por mi cuello. Envuelvo mis brazos por tu cuerpo, sin dejar ningún espacio entre nosotras. Tu nariz presiona la mía, a veces me rozas con tus labios. Hasta que me tienes entre los tuyos. Últimamente sólo me respondías con besos. Y a mi no me conforma del todo. A veces echaba en falta las palabras. Aún así quiero convertir una vez más tus labios en míos, porque sé que te irás, que me vas a dejar hecha mierda en pocos minutos. Te presiono contra mi con fuerza, no quiero que te vayas. Te juro que si lo haces, que si me haces más daño te juro que te lo voy a devolver peor. Capturo tus labios con ganas y paso mis dientes por el inferior, con la fuerza que ya ni la controlo. Me llenas de ira. Me hundes. Te quejas de dolor, tu mano en el lado de mi cara parándome. Me separo y te miro, tus ojos, después a tus labios, tus dedos pasando por ellos. Te había hecho daño...lo siento. Me miras preocupada y después a tus dedos que tenían algo de sangre. 

"Lo siento" te digo cansada, con miedo. Tu me miras con ojos de inocente, pasas tu mano por mi mejilla confortándome. 

"No tienes que sentir nada" Susurras. Tus labios ahora otra vez en los míos, sólo rozándolos. Te arrastras de uno a otro con suavidad y yo cierro los ojos. 

Después de eso, me desperté de todo esto. La realidad era que te ibas a ir y que no merecías nada de mi. Me obligo a apartarte.

"Ya se hace tarde" simplemente digo. Tú cambias la cara y parece que también despiertas de esto. 

Me bajo de la cama y me voy a coger un cigarro. Te quedas un rato mirando a la nada, pero después reaccionas y empiezas a coger tus cosas del suelo y yo ni te miro. Sólo dejo que me entre el humo para intentar calmarme. Apoyada en la pared la mirada fija en el techo. En nada  estabas vestida y yo te miré por primera vez, tu cara era seria, más que enfado era decepción. Tus ojos me dejaban tan fría.

Sueles insultarme, alterarte, pero esta vez no dices nada. Y yo me muero por que me grites, quiero que me odies y te vayas. Pero es que te veo y no sientes nada. Eso es peor que cualquier cosa. 

Aún así quiero acompañarte hasta tu casa porque no quiero que te pase nada. Me pongo algo de abajo y empiezo a acercarme a ti. 

"Si esto es lo que querías ya lo has conseguido" Dices apagada, dolida pero con rabia. 

"No hables gilipolleces" Digo cerca tuya, intento cogerte el brazo pero tú te apartas.

"Alba" te suplico con la mirada.

Veo como tu respiración se acelera y que te vas a romper en cualquier momento, pero no lo haces. 

"Mírame a los ojos y dime una verdad, sólo te pido una" Te sujeto el brazo aunque tú no me dejes. Mis labios cerca de los tuyos. Veo que también lo pasas mal. Que también te ahogas en esta tristeza. En ese momento me di cuenta que estábamos destinadas a hacernos daño. 





Sobran las palabrasWhere stories live. Discover now