GANADORA WATTYS 2019
Año 56.694
Nuestro planeta ha cambiado y a las personas que han sobrevivido no les ha quedado más remedio que buscarse la vida para subsistir.
Aledis, nuestra protagonista, estaba en mitad de una búsqueda cuando encontró algo qu...
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Me levanté de golpe al ver a Myah tirada en el suelo, protegiendo a Zyan con su cuerpo. Observé de soslayo a Víctor, también parecía herido por el impacto y trataba de moverse y buscar el arma de nuevo, seguramente para dispararnos a ambos.
Escuché un ruido que parecía provenir de dentro de la sala y la voz aflautada y seria de Elodie resonó en el ambiente, provocando que los ojos de Víctor se abrieran de golpe, quedándose congelado por un instante.
—Yo que tú no haría eso —dijo, apareciendo a su espalda por el camino lleno de espejos.
En su mano llevaba una pequeña arma y apuntaba directamente al líder de Greenforce. Víctor pareció vacilar por un instante pero no tardó en soltar una sonora carcajada y sus brazos flaquearon levemente al tratar de levantarse.
—Así que te has dignado a aparecer —rio.
—Teníamos una conversación pendiente, ¿recuerdas?
—¿Piensas que te vas a salir con la tuya? Greenforce está lleno de guardias a mi disposición.
—Guardias dormidos, he de decir —sonrió Elodie victoriosa—. Los conductos de ventilación son realmente útiles y unos cuantos somníferos muy eficaces. Esto es entre tú y yo.
—Siempre lo ha sido.
Aproveché que ambos estaban sumidos en una pelea emocional y de poder para acercarme más hasta Myah y comprobar cómo estaban tanto ella como él. A simple vista había sufrido muchas quemaduras y descargar, tocar su cuerpo te hacía sentir una corriente eléctrica que producía calambres pero no podía evitar querer ayudarla, una luz roja brillaba en un lateral de su cuello y supuse que sería importante.
Zyan había sufrido algunos rasguños y cortes pero no parecían graves, debían de haberse formado a causa del impacto. Myah era una ginoide y debió de aprovechar toda su fuerza para avanzar a gran velocidad y colisionar justo a tiempo contra Zyan y yo, para protegerle.
—¿Estás bien? —pregunté sumida en su mirada verdosa.
Me giré al escuchar las palabras de Víctor, Elodie se había abalanzado sobre él y le había apartado el arma, haciéndola deslizarse por el suelo, lo suficientemente lejos para que no pudiera alcanzarla.
—Solo uno de los dos saldrá vivo y pienso arrastrarte hasta el jodido infierno —siseó.
Al distraerme, sentí como las manos de Zyan me sujetaban y me apretaban el cuello, pretendía ahogarme. Su cuerpo se alzaba encima de mí intentando tumbarme en el suelo y no pude hacer otra cosa más que revolverme e intentar zafarme de su ataque, sentía como mi respiración se desvanecía pero no quería hacerle daño.
Mi rostro comenzaba a ponerse rojo y mi pecho subía y bajaba a un ritmo frenético, tratando de conseguir algo de aire. Con rabia y dolor, conseguí darle una patada y alejarle de mí y avancé rápido hasta el cuerpo inerte de Myah, ignorando los calambres mientras abría la boca para recuperar el mayor aire posible, tosiendo sin parar.
