– Joder – Murmuré con un nudo en la garganta mientras veía a la mujer sollozar besando a su hijo en la frente – joder, Grace – la rubia me observó – te acabas de ganar mi respeto. Que perra eres – sonrió estirando su mano ensangrentada hasta mí para asentir con la cabeza a modo de agradecimiento.

– ¿Estas bien, linda? – Me preguntó Polly poniéndose de pie lentamente, asentí, regresando la mirada para ver entrar a Thomas pálido, sus ojos casi salieron de sus órbitas al ver a Grace en el suelo junto al niño – Mirina tráeme esa manta para envolver al bebé – me levanté torpemente agarrando lo que me pedía mientras Thomas se acercó rápidamente arrodillándose frente a su esposa.

– Charles – Llamó al bebé besándole la cabeza para luego besar la frente de la rubia. Sonreí.

Me bebí el vaso de whisky que Finn me sirvió dejando mi móvil sobre la encimera de la cocina mis manos temblaban por lo que el muchacho me encendió un cigarrillo observándome pausadamente.

– ¿Estás bien? – Asentí lentamente.

– Joder es lo más intenso que he vivido – Observé a Thomas caminando pausadamente con el bebé enrollado en la manta, Finn se acercó de inmediato para saludarlo y yo apagué el cigarrillo recién encendido aleteando en el aire para que el humo desapareciera, Thomas se acercó.

– ¿Quieres cargarlo? – Preguntó deteniéndose frente a mi.

– No lo sé es demasiado pequeño.

– Anda.

– Deja que me lave las manos – Me lavé rápidamente para secarme en el jeans negro y acercándome a Tommy cargando al pequeño sobre mi brazo izquierdo, Thomas me observó largamente hasta que lo cargué por mi misma, era tan pequeño que sentía que si apretaba demasiado se quebraria entre mis manos – felicidades Tommy – Me observó sentándose en mi silla para lanzar una mirada a su hermano menor que hizo que este saliera de la cocina – Se parece mucho a ti ¿ya viste esa naricita? – Me acerqué para enseñarle – El universo te proteja siempre pequeño Shelby.

– Polly me dijo que llegaste justo a tiempo – Asentí meciendo al bebé en mis brazos – Gracias por ayudarla.

– No iba a quedarme viendo nada más. Grace fue toda una valiente, en serio, la veo de otra forma ahora, joder – Lo observé con una sonrisa que se borró al ver como me contemplaba meciendo a su hijo.

– No dejes de sonreír.

– Sé lo que estás pensando – Bajó la mirada sirviéndose whisky en el vaso del que yo había bebido.

– Habría nacido hace uno o dos meses atrás – Escucharlo hablar me revolvió el estómago, por lo que bajé la mirada para ver al pequeño ser que dormía entre mis brazos – Iri, mírame – así lo hice, su semblante estaba serio – te lo ruego, perdóname, sinceramente lo lamento.

– Lo sé – Asentí sintiendo que mis ojos se llenaban de lágrimas ante su sincera disculpa que había estado esperando – esto no puede haber sido un maldito error, Tommy – levanté un poco al bebé para volver a acercarme dejándolo es sus brazos – es hermoso – besé mis dedos para dejarlos sobre la frente del bebé, luego besé a Tommy largamente en la frente – debo irme.

– Bien – Con su mano libre me atrajo hacia el estrechándome con fuerza – ve bien.

– Si – Respondí limpiándome las lágrimas en su sudadera – ve bien – me sonrió estirando su mano a la mía mientras me alejé saliendo por la puerta trasera, me había liberado del fantasma de la traición para siempre.

Un año después.

Observé a Alfie Solomons recostado sobre su estómago estaba completamente desnudo sobre la cama, su trasero redondo era una maravilla, deslicé mis manos hasta agarrar una de sus nalgas, se movió quedando su rostro frente a mí para observarme con los ojos entreabiertos.

– ¿Cuánto se tardaron?

– ¿Qué? ¿De qué hablas?

– Cuánto se tardaron Los Ángeles en tallarte el culo – Sonrió acercándose para besarme en la boca.

– ¿Qué haces despierta? – Señalé su trasero con mis ojos mientras le sonreía – ¿A qué hora es la reunión?

– En dos horas.

– Joder, bien, vamos a la ducha desayunaremos de camino – Se levantó para tomarme en brazos y  llevarme al baño.

Los peaky blinders expandieron su imperio cruzando a Europa, drogas, armas, y autos. Los negocios con Changretta crecían llenándonos a todos de ganancias, forjando un tratado que había hecho desaparecer a la mayoría de la competencia.

La droga de la señorita Gambino se vendían de forma maravillosa en nuestros puntos, a Birmingham y Londres llegaban compradores desde todas partes de la bella Gran Bretaña solo para abastecerse de los productos que los peaky blinders tenían para ofrecer, exportando armas a Namibia, para las recistencias de países latinos, pronto estuvimos tan forrados en billetes que lavar el dinero comenzó a ser un problema.

El 98% de los locales de cualquier clase en Birmingham eran nuestros y aun así quedaban miles y quizás millones de libras sin lavar, tanto acumulamos el dinero que los Shelby se vieron obligados a comprar propiedades en el extranjero y a lo largo de las islas.

John, Arthur y yo tuvimos que enterrar maletas con dinero sellado al vacío en las tierras de la mansión, cada uno de los hermanos se había comprado una casona, autos, y lujos exagerados y ahora, estábamos a un paso de tratar con los rusos con Solomons como un gran aliado, todos querían hacer negocios con nosotros.

Arthur y John hacían que la constructora creciera a pasos inexorables y para cubrir nuestros negocios enviaron gente a otros lugares del mundo para construir casas a personas de recursos escasos.

Thomas compró un edificio donde comenzó a meterse en negocios legales, dando trabajo legal, en su mayoría, a mujeres y madres solteras en su industria de ropa y zapatería con alta demanda de exportación.

Había ganado las elecciones del senado y ahora, probablemente, estaba a un solo paso de convertirse en caballero nombrado por la reina.

Nos iba bien, demasiado bien, Thomas había comprado a mi nombre varias propiedades, y obligado a que regalara mi amada casita para vivir en un enorme departamento en el centro de Birmingham a un paso del pub que Arthur había comprado para sí, como regalo de cumpleaños.

Ada estudiaba en la universidad administración, y yo había iniciado el proceso para entrar a "diseño y confección de vestuario" la vida era buena para nosotros y todo Inglaterra disfrutaba de los beneficios de nuestros negocios; nadie podía tocarnos, por primera vez, hacíamos más bien, que mal.

Eran tiempos gloriosos.

It was always about Thomas [{Completa}]Where stories live. Discover now