Un mes, una eternidad

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El día de ayer desperté molesta porque la señora Teresa estaba de vuelta y yo quería que viniera otra cuidadora, siento que no me da mi espacio y se lo comenté, me daba lata igual por una parte alejarme de ella por ese motivo, así que preferí conversar y solucionar ese tema entre las dos, después de todo ha sido un apoyo fundamental en el proceso, cada vez que tengo pena ella me contiene y me conversa como una madre.

Durante la visita vino solo mi mamá, ya que, de verdad la necesitaba cerca, abrazarla me tranquiliza, ojalá ella fuera mi cuidadora, me trajo muchas cosas que necesitaba, entre ellas el duende mágico que me envió Manina mi hermana pequeña para que me acuerde siempre de ella, así que si, tengo 20 años y duermo con un peluche y es bacan. Estuve viendo una película que me recomendó Sigrid mi prima durante la tarde, luego salí con mi kinesiologo. Todo el día de ayer comí sin hambre durante la tarde, logré superar a mi mente y enfocarme en mi meta que es seguir avanzando. 

No todo fue color de rosas entre ayer y hoy, ayer lloré desconsoladamente durante la tarde cuando llego Mol, me entró esa pena de querer gritar y llorar mucho, pero a momentos no me salia el llanto y eso es mucho peor, ese tipo de pena que uno siente que jamás va a acabar, te llega del alma.

Hoy ya siendo Jueves 6 de Diciembre, cumplo un mes de haber llegado acá, parece una eternidad, he sentido pena igual, quiero pasar pronto al psiquiátrico. Tuve que estar en ayunas desde las 23:00 horas de ayer, debido a que me cambiaron la sonda a otra que va directo al intestino para que no me afecte en el apetito durante el desayuno, me anestesiaron, me dijeron que después me daría amnesia, y es cierto, porque no me acuerdo mucho del momento que me la colocaron, es mucho mas cómoda que la sonda anterior, me la cambiaron a eso de las 12:30 del mediodía, solo quería que fuera rápido porque tenia mucha hambre, afortunadamente después comí arroz con carne y betearraga, estaba delicioso.

Durante la visita vinieron mis papás y  Carolayn mi mejor amiga de la infancia, no la veía hace mucho, la extrañaba demasiado, la abracé tanto que me sentí como en casa, me hacia mucha falta hablar con ella, ojalá pudiera tenerla de cuidadora a ella, pero sigue en la universidad.

Ahora estoy sentada escribiendo a través de mi computador, me lo trajeron hoy, me es mas cómodo escribir ahora, tengo conectada la papilla que quedó de la noche, así que pude caminar solo por el pasillo con el kinesiologo que esta vez fue uno nuevo, no estaba Coto, espero que mañana si esté el, siempre le cuento de mi día y como me siento, es como mi papá aquí en el hospital. 

Gritando Mi Silencio (Real)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora