Chapter 3

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Había pasado alrededor de una semana y media en la que Jaehyun convivía con Taeyong. Yoon Oh se estaba acostumbrando a verlo todos los días, desde que despertaba con el sol de la mañana adolorido por su mala posición en la silla hasta el último minuto de la noche cuando caía rendido de cansancio en el mismo lugar, escuchar sus regaños todas las mañanas por su mala manera de dormir teniendo una cama perfecta para descansar, descubrir poco a poco los gustos del menor y su complejo de madre al sobre cuidarlo con su alimentación, no podía comer nada que fueran chucherias o salir de la casa sin tener un buen desayuno porque tendría un Taeyong gritándole todo el día por su mala alimentación.

-Tae, ven -Llamó el castaño al menor que estaba sentado en una silla viendo por la ventana de la cafetería a la calle, últimamente esa escena se repetía constantemente, como si Taeyong buscará algo en esas calles. Esa noche había sido muy tranquila, le había tocado cuidar del local en lo que sus compañeros fueron por las compras para surtir el almacén así que estaba solo.-

-¿Qué sucede? -Se puso de pie y apareció a lado del mayor quien sostenía una taza de moccachino. El menor le miro extrañado- ¿Qué haces?

-Escuche una tradición donde dice que los muertos pueden tomar las esencias de las comidas que sus familiares dejan para ellos, deberías intentarlo... dijiste que extrañabas el sabor del moccachino

-¿Eso se puede? -llevó sus manos a su pecho, no seguro de las palabras del mayor, pero la sonrisa que le regalaba le daba confianza- ¿Cómo debo hacerlo?

-Sólo tómalo, como si realmente pudieras hacerlo, hazlo con deseo -Aunque él no estaba seguro de lo que decía, un amigo que estudiaba historia de las culturas le había pasado el dato, quería que funcionara

Y era cierto, solo tenía que poner una "ofrenda" para el contrario junto con una foto para ser llamado, aunque Yoon oh no tenía ninguna foto del menor más que su nombre había hecho el intento de dibujarlo en una pequeña hoja de papel blanca que estaba sobre la barra la cual le causó una increíble ternura al menor al verse en aquel retrato de lápiz y el cual no paso por desapercibido incluyendo esa pequeña rosita de color blanco aún lado algo que hizo sentir un poco nervioso a Yoon oh por sus malos trazos.

Se sentía patético.

Aún del todo, esperaba que la acción funcionará porque sabía que existía una fecha específica para ello y justamente no era esa fecha aún, pero de verdad deseaba darle un pequeño regalo al joven fantasma que había estado con él ese corto tiempo y dándole un poco de compañía que no había tenido en años desvaneciendo por un momento esa soledad que estaba acostumbrado a vivir.

No sabía en qué momento había adquirido esa información pero cuando Jaemin le contó aquello gracias a que de eso se había tratado su tarea, se mostró demasiado curioso que termino escuchando toda la investigación del más joven que le ayudo para su siguiente exposición, a Jaemin le había pareciod buena idea contárselo a su hyung, al fin y al cabo, necesitaba un ratoncito de laboratorio. 

Taeyong suspiro y llevó su mano hacia la taza de café que el mayor le ofrecía, la retrocedió un par de veces inseguro ¿y si no funcionaba? algo dentro de él le daba miedo pero al mismo tiempo le hacía ilusión aquella fantasiosa historia que le había mencionado yoonoh, hasta que al final la tomo. Sí, como si hubiera sido un pequeño holograma, tomo la taza de café en su mano y se sorprendió de eso, sus ojos estaban más abiertos de lo normal y sus labios ligeramente entreabiertos de la sorpresa, una gran sonrisa apareció en el rostro de ambos sin poder ocultarlo y regresó a ver a yoonoh con esos ojitos llenos de alegría junto un brillo que antes no había notado el mayor en él.

-¿Lo estás viendo Jae? Lo hice -Dijo un Taeyong completamente emocionado sin poder creerlo y casi dando brincos si no fuera porque su pequeña taza de café estaba segura a caerse-

✨; F A N T A S Y - JaeyongOnde histórias criam vida. Descubra agora