Capítulo 3.

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Son las 6:00 de la mañana, nos encontramos en un planeta al que le dicen Tierra. Las formas de vida de este planeta son muy primitivas y no llegan a tener rasgos significativos.

Hace 7 meses Katie despertó, tuvimos un reencuentro Alteano entre las princesas y su pueblo, pero la situación con Zarkon y Katie era muy peligrosa para todos, en especial para ella. El plan era llevarla a un planeta en una galaxia nueva o naciente, sin mucha evolución de la vida, para que Zarkon no sospechara, entonces, de alguna manera por impulso, decidí que yo cuidaría de Katie todo el tiempo que fuera necesario.

Nos hospedamos en una pequeña casita a mitad de la nada, con mucha vegetación y agua para sobrevivir, regularmente dormimos en cuartos separados, casi siempre estamos juntos tanto por la compañía como por la gran impaciencia de Katie.

Siempre se levanta tarde para desayunar, de vez en cuando se arregla, hay veces que camina dormida, se mete y me mete en muchos problemas cuando vamos a explorar, suele pasar mucho tiempo en la computadora y cada que intenta crear nueva tecnología, parte de la casa termina en llamas. Es una chica que nunca esta quieta y es irritante. Aunque debo admitir que es muy linda y amorosa, como cuando preparo el desayuno como disculpa de haberme tirado por un pantano, cuando hizo una pequeña muñeca de mi mamá para que siempre la recordara...

Sentía mis mejillas arder así que trate de despejar mis pensamientos sobre ella, pero cada día era más difícil aquella tarea, más cuando dormía en mi cama. Voltee a verla, acostada, durmiendo con una tranquilidad que ni en momentos de paz yo pudiera llegar a tener. Casi siempre duerme en mi cama debido a pesadillas, y viene de la forma más inocente y amable que puede. Sin tener en cuenta el brote de sentimientos que llega a causar en mi. "¡Demonios!" cada día era menos mi aguante para con ella, pero no podía hacer nada de ninguna manera aunque yo lo quisiera. Estoy ahí para cuidarla, no para establecer una conexión con ella, además de que ella tampoco parece tener interés en mi. Algo hartó de mis pensamientos tape la nariz de Katie.

—Uno, dos, tres, cuatro y cinco—cuando termine mi conteo Katie abrió los ojos y se separo con fuerza para respirar, tosiendo en el acto.

—¡Keith! —refunfuño cerrando los ojos y tallándoselos con sus pequeñas manos.

—Es hora de desayunar—dije tranquilo y divertido por observar sus reacciones.

—¡Es muy temprano y anoche dormí poco! —hizo un puchero mientras me veía. Diablos Katie, ¿Acaso conoces mis debilidades?, igual trate de mantenerme serio con el asunto.

—Eres una mentirosa, dormiste desde las diez de la noche—

—Un Alteano debe de dormir 12 horas para que su cerebro funcione—

—¿Acaso tienes cerebro? — mencione burlón mientras observaba como su cara se iba enojando y tomaba una almohada. Oh no, vamos a empezar de nuevo.

—Tú... hijo de Quiznak—comenzó a lanzarme las almohadas mientras yo intentaba correr hasta la cocina y una vez ahí detener sus ataques y desayunar. En el trayecto yo soltaba unas pequeñas risas mientras ella solo lanzaba almohadas y algunas palabras indecorosas para un princesa.
Termino muy cansada y se sentó en una de las sillas de la mesa mientras recargaba su barbilla en la mesa y cerraba los ojos. Yo la observe con ternura unos segundos antes de dirigirme a preparar unos huevos estrellados. Desde que llegamos es la comida favorita de Katie.

—Ya me siento en casa— murmuro a lo bajo, hizo que volteara a verla pero en realidad no había cambiado de posición. Tal vez se sentía sola volví a lo mío mientras preparaba los huevos.

Al terminar los puse sobre la mesa y ella agradeció con una ligera reverencia de su pequeña cabeza, tomo los cubiertos y comenzó a comer, yo me senté frente a ella, en aquel otro extremo de la mesa. En seguida ella alzó un ceja y me miro confundida.

Un Galra y una Alteana [Kidge]जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें