Capítulo 44: Tormenta

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Me quedo paralizada ante la pantalla más grande de la cabina de mando. Todos a mi alrededor hablan; el ingeniero despertó a papá y a Luke; Luke despertó a Janick y éste despertó a James. Ahora se reúnen, al igual que yo, frente a la pantalla que muestra la cámara del robot sumergido, y están hablando sobre si es necesario dar un paso de acción, proceder. O al menos eso es lo que escucho salir de los labios de Janick.

No sé qué sentir en este momento, pues la incertidumbre me carcome. Lo que veo ante mí puede ser muchas cosas. En su forma está lo que buscamos, ¿pero y su contenido?

Por un momento me olvido de lo que acaba de suceder, de aquella extraña figura que me habló desde las sombras, de la cual mi mente me dice con esfuerzo su nombre. Por un momento sólo estoy de pie, en una habitación llena de gente, observando algo que no sé si es lo que creemos. Por un momento, ni siquiera puedo sentir mi corazón palpitando; por un momento no sé qué sentir.

Me llevo una mano a la frente, quitando el cabello que se me ha quedado pegado a la cara después de correr. De pronto, mi mente comienza a maquinar frases lógicas, y me hace salir de la parálisis para volver en mí. Aquello que tengo en frente puede ser el comienzo —o más bien el fin— de todo lo que hemos esperado por mucho tiempo. Yo no sabría con exactitud cómo describir lo que pasa por mi cabeza, pero es confuso. Sí, tal vez confusión sea la palabra, pero lo que más me intriga es que no sé por qué estoy confundida. Supongo que cuando parece que encuentras algo que has buscado por mucho tiempo, toda la impresión se queda plasmada en lo que tienes frente a ti, sin exteriorizar ninguna emoción. Puede ser, pero no logro formular el porqué. Tal vez mi mente ya estaba preparada para este momento, o tal vez simplemente no cree lo que tiene frente a ella.

Sólo de un sentimiento estoy segura, pues mis ojos comienzan a escocer: una pequeña pizca de tristeza. Encontrar sus cuerpos marcan el final de mi estancia en Laketown, y el final de mi relación con Charles. Sé que, tan pronto confirmemos si se trata de ellos, la nostalgia comenzará a surgir dentro de mí, incluso aunque aún no he perdido nada, ni a nadie.

Pero es justo en este momento cuando mi cuerpo parece salir del entumecimiento; es como si haber tenido ese encuentro con aquel ser extraño me hubiera dejado anonadada, en shock, y apenas mi cerebro parece estar conectándome de nuevo con la realidad, ya que la adrenalina comienza a salir de mi cuerpo. Parpadeo con rapidez, aún observando la pantalla, y la vista de la caja hace que mi corazón se acelere, ahora sí, con todas las fuerzas. Es ahora cuando siento un vacío en el pecho, un escalofrío en la espalda. Ahora sí comienzo a razonar, dejando el miedo atrás, y aprecio lo que tengo delante de mí. Repentinamente mi mano agarra el brazo de papá, y lo aprieto sin querer. Él sólo me dedica una mirada de sorpresa, parece tan impresionado como yo. ¿Los hemos encontrado, por fin?

Siento que, mientras más observo la pantalla, más me sudan las manos. La necesidad de ver a Charles se hace cada vez más fuerte en estos instantes, y la primera pregunta que surge en mi mente es si él lo sabe, si sabe lo que hemos descubierto, ya que él parece saberlo todo, incluso aunque no esté presente. Tal vez es tu alma la que te une a las cosas más preciadas para ti, y es la misma la que presiente las situaciones que no está presenciando.

Analizo cada cosa que estoy viendo: En la pantalla se ve el oscuro fondo marino, iluminado levemente por la luz que trae el robot. Frente a nosotros sobresale de la arena uno de los extremos de una gran caja de madera, sellada fijamente con clavos, y lo suficientemente grande como para albergar cinco cuerpos en su interior. Sabemos que es una caja de madera porque el robot la está rodeando —para evitarnos confundirle sólo un pedazo de madera, como hace unas horas—, y parece ser lo que buscamos. Sin embargo, sólo un pedazo sale a la superficie, la gran mayoría de la caja está enterrada bajo la arena.

Desde hace un sueño (En físico en Amazon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora