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  -Sí, si, lo que tu digas-le conteste con sarcasmo mientras seguía con mi paso, pudiendo visualizar por fin la gran construcción que era el monasterio delante mis ojos.  

....

El lugar en cuestión estaba completamente aislado de la sociedad, situado en lo alto de una montaña, inhabilitando le la entrada a cualquier medio de transporte (No solo por amor al arte hemos estado caminando 20 minutos desde que nos bajamos de la guagua...)

A primera vista se podía ver como una gran puerta de barrotes estaba unida a una oxidada valla que rodeaba todo el recinto. Encontrándose detrás de esta una serie de ¿edificios? ¿castillos? ¿mazmorras?...Básicamente habían varias construcciones de piedra que aludían a un gran recinto. En la parte principal se podía ver una pequeña iglesia del típico estilo del romanticismo y  posterior a esta, se podían ver una gran serie de paredes unidas por pasillos y grandes arcos, escondiendo seguramente en sus interiores las habitaciones de las monjas del lugar.

No fue hasta que entramos por la puerta y nos acercamos un poco más al lugar, que pude observar como en lo más alto de la montaña, alejado pocos metros de la iglesia principal, se encontraba una serie de torres y casas de piedra, unidas por deteriorados corredores y tétricos campanarios.

Vamos, un perfecto escenario para grabar una película de terror. En serio, cada vez me replanteo más la idea de presentar este sitio como lugar de grabaciones para un futuro Silent Hill.

Bueno, los eventos que le siguen a nuestra llegada no son especialmente dignos de mención, que digamos. Nos recibieron una serie de monjas con su típico hábito y como no, nos dieron paso a la primera actividad de nuestro corto hospedaje en sus lares, siendo este nada más ni nada menos que una misa.

Sep lose, una misa, Wow! Super destacable..... Recordáis cuando al principio os dije que en este tipo de excursiones siempre había una misa de por medio, pues creedme....¡Era verdad y nunca falla!

Y así es como se fueron volando cuarenta minutos de mi vida, y pensar que los podía haber invertido en cosas más productivas que seguramente pensaré pero nunca haré....Pero tampoco voy a quejarme, ya que desde que entramos por la puerta hasta ahora, he tenido la bendición o la maldición (aún no lo se) de poder permanecer al lado de Reborn todo el tiempo.

Actualmente nos encontramos cada uno por algún lado del edificio principal, esperando instrucciones de lo que hacer a continuación, pero aún en estos momentos que nos dan plena libertad para hacer lo que queramos, se encuentra a mi lado. A veces solo callado con la mirada perdida, otras hablándome mientras intercambiamos algunas palabras y después están esos momentos en los que parece estar observándome con el claro propósito de analizarme. Cabe destacar que son en esas situaciones donde más nervioso logra ponerme.

Pero dejando todo eso de lado, no creo poder olvidar la inmensa tranquilidad que hoy he podido experimentar gracias a él. Verdaderamente un sentimiento muy agradable al que no me importaría acostumbrarme, muy distinto a la locura que siempre suele presentar mi rutina diaria.....

-JYUUDAIME!!!!

Hablando de locura diaria...

-Jyuudaime, le he estado buscando desde que nos bajamos de la guagua, me tenía tan preocupado-exclamó Gokudera-kun mientras lloraba y se tiraba a abrazarme.

-Ma, ma, ves como te dije que no hacía falta llamar a un equipo de búsqueda y rescate-respondió Yamamoto mientras se reía e intentaba tranquilizar a Hayato.

A lo que yo solo puedo reír aliviado y agradecer a Dios de que no lo hayan hecho, porque sé que al menos Gokudera-kun es perfectamente capaz de realizar tan locura.

Ónix y Miel {R27} KhrWhere stories live. Discover now