Ónix y Miel {R27} Khr

III

-Hmm-musitó mientras apartaba su vista hacía delante, dándome oportunidad para respirar, ya que al parecer, inconscientemente estaba conteniendo todo el aire en mis pulmones.

Al momento veo como busca algo en su mochila para ver como saca de ella unos cascos para posteriormente ponérselos. Genial, adiós a todas mis oportunidades de entablar una conversación normal. Aunque puede que sea lo mejor, tampoco hubiéramos avanzado mucho, después de todo ambos somos muy diferentes.

Aghh-suelto un suspiró mientras apoyo mi cabeza en mi mano, que a su vez esta apoyada en la ventana. No se porque pero tengo la intuición de que va a ser un viaje un tanto "especial"

.....

Pasaba el tiempo, y a los pocos minutos pude oír el rugido del motor acompañado de un pequeño y suave vaivén, que indicaba el arrancamiento del transporte en cuestión. Percibiendo como poco apoco el paisaje a mi derecha iba cambiando.

Primero empezando con la salida de la estación, para empezar su recorrido por las pequeñas calles de Nanimori hasta más allá de estas. Apreciando lentamente como la vista de un simple y pintoresco pueblito a la cual estaba acostumbrado, cambiaba por una más deshabitada y rodeada de naturaleza.

Ahora las casas y tiendas habían sido sustituidas por arboles y plantas de todo tipo y clases, la lluvia aumentaba a medida que avanzábamos, haciendo más fácil oír el chirriar de las ruedas del vehículo o el crujir de la húmeda madera debajo de las mismas.

Tampoco pasó mucho para que me aburriera de esa vista, ya que el pensamiento de una solitaria guagua en un bosque completamente aislado, envuelto en una tormenta y arropado por un gran manto de densa niebla, me estaba pareciendo demasiado tétrico.

Y también recalcar la parte de la densa niebla, ya que por su causa ahora mi visión se había reducido considerablemente. Haciendo que mi cerebro me jugara más de una mala pasada, porque la imagen de tan sombría y lúgubre situación, acompañada de muchas semejanzas de cuerpos inertes en los troncos de los arboles y mucha, pero que mucha niebla.....Vamos, te da material para sacar un Silent Hill 8 y dos películas más del mismo.

Por lo que despegando mi cabeza de la fría superficie, observando inconscientemente como las marcas de mis manos iban desapareciendo del empañado cristal, dirigí la mirada a mi acompañante.

Estaba sentado en su asiento, tenía los brazos cruzados y se le podía observar bastante relajado, apoyando todo su peso en su respaldo. Al subir un poco más mi mirada, descubrí que se encontraba con los ojos cerrados, con un rostro completamente relajado y moviendo levemente su cabeza al ritmo de alguna melodía que seguramente provenía de los auriculares en sus oídos.

"Bien...¿Ahora que se supone que pueda hacer? Sólo han pasado unos minutos desde que empezamos el trayecto y aunque suene muy tentador la idea de seguir observando el apacible rostro de la persona a mi izquierda...., no me quiero ver como un stalker, además de que algo me dice que si le mantengo la mirada mucho más, se va a dar cuenta"

Afortunadamente no tuve que pensar mucho más, ya que la potente voz de ultratumba de nuestro profesor de historia se hizo notar en todo el pasillo.

-¡Queda determinantemente prohibido el uso del teléfono móvil, apáguenlos y quítense esos artefactos de sus oídos en este instante sino quieren que se les sea confiscado!-gritó y como si fuera un efecto de acción-reacción (¡¡¡TRAUMA con física y química!!! ;_;) las quejas y murmullos de insatisfacción de muchos alumnos se hicieron presente, mientras que muchos se quitaban con desconformidad los cascos, otros simplemente cedían y apagaban sus celulares.

Un "Tchh" proveniente de mi izquierda fue lo que atrajo mi atención, encontrándome al igual que a muchos otros, como el azabache a mi lado se disponía a apagar su teléfono y guardar sus auriculares.