In sickness and health

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Lo abrí cuidadosamente,y efectivamente era sangre, estaba seca ... aunque no tanto como para que se viera de un color diferente, tal vez llevaban ahí algunas horas.

Esa idiota seguramente se había cortado un dedo o algo así, eso quería decir que podría encontrarla en dos lugares: en su laboratorio o la enfermería.

Todo dependía de la gravedad de la herida.

Salí de su habitación y me encamine hacia su laboratorio en la segunda planta del edificio frente al cual se encontraba su dormitorio.

En el momento en el que entré al lugar supe que algo no estaba del todo bien.

Las personas ahí me dedicaron una mirada de terror, la cual era habitual pero esta vez no volvieron inmediatamente a sus actividades como usualmente lo hacían.

Caminé un poco más hasta que un chico me llamo con voz temblorosa.

—Ca..Capitan Levi —mencionó.

Me giré para encarar al muchacho, era Armin.

—Dime —respondí.

A juzgar por su actitud cuando le respondí hizo acopio de todo su valor y me hizo una pregunta.

—¿Está buscando a la Líder de escuadrón? —preguntó respetuosamente.

Vaya que hacían falta chicos como el, que conocieran algo de educación no como los cerdos con los que estaba acostumbrado a tratar.

—Así es, ¿esta en su laboratorio? —pregunté.

—No, Capitan, ella está en la enfermería, tuvo un accidente mientras mezclaba una sustancia en su habitación —respondió el chico.

Vaya tenía razón, esa mujer siempre haciendo las cosas de manera irresponsable.

—Gracias por la información, Armin —dije a manera de despedida.

Al rubio le brillaron los ojos por el simple hecho de haber dicho su nombre... me agradaba la actitud del chico.

—De nada, Capitan —respondió.

—¡Los demás, a lo suyo! —grité para que se pusieran a trabajar, lo cual los hizo entrar en movimiento al instante.

¿Habrá sido un dedo?, ¿la mano?, ¿el brazo? ... me preguntaba si se habría volado algún trozo de carne lo cual además de peligroso era asqueroso.

Entre en la enfermería y barrí el lugar con la mirada, sin éxito.

Decidí preguntar a alguien por ella.

Una enfermera que seguramente me vio entrar por el rabillo del ojo apresuró su paso cuando me vio dirigirme hacia ella.

—Oye —le dije.

Ella se quedó pasmada en su sitio y se giró lentamente.

—¿S...Si? —dijo.

—Hange Zöe, ¿dónde está? —pregunté directo, no quería perder el tiempo con aquella chica.

—Se encuentra detrás de aquella cortina azul —respondió señalando el lado contrario, detrás de la puerta por la que había ingresado momentos antes.

Asentí y ella se giró suspirando aliviada por no tener que tratar más conmigo.

Al llegar a la cortina donde se me había indicado, tiré con suavidad de la misma, lo suficiente como para verla recostada en una camilla dándome la espalda.

Ingrese y volví a dejar la cortina en su sitio.

Camine hasta rodear la camilla, solo hasta ese momento me di cuenta de la gravedad de su accidente.

-Levihan- OneShots en EdiciónWhere stories live. Discover now