Capítulo 14

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N/T: Hola gente ¿como están?, espero la hayan pasado excelente ayer junto a sus seres queridos, quería desearles un FELIZ AÑO NUEVO y decirles que hoy como comienzo de año les haré una maratón de 3 capítulos, espero los disfruten<3

Camila POV

Salgo del edificio donde Lauren vivía y voy para la casa de Dinah, al llegar golpeo la puerta hasta que la rubia aparece con una cara de asesina.

- Mierda, ¿Cuál es tu problema?. –habla irritada y me da espacio para entrar. –¿Cuál es Camila? Son las cuatro de la mañana. –cierra la puerta fuerte provocando un gran ruido.

- Soy madre. –digo y ella me mira.

- ¿Tú qué?. –se refriega los ojos. –¿Tu cita quedo embarazada o algo de ese tipo?

- Renan y Alana son mis hijos. –Dinah me mira algunos segundo con la boca abierta.

- ¿Qué?

- El esperma que done, Lauren fue inseminada con el. –ella pasa la manos por sus ojos y después me mira nuevamente.

- Por eso cada vez que miro a Renan veía la misma cara tuya. –habla pareciendo estar en shook. –Dios mío los apellidos de ustedes hacen una linda combinación, ¿No crees?, Alana Jauregui Cabello y Renan Jauregui Cabello.

- Yo no voy...

- ¿No vas a qué?

- No les voy a dar mi apellido.

- ¿Por qué? ¿Lauren no quiere?

- No, ella si quiere, pero ellos no merecen tener una mamá como yo. Es mejor que ellos me vean solo como una tía, amiga de su mamá.

- ¿Cómo que no merecen tener una mamá como tú? Camila, en el tiempo que te vi cuidándolos habían veces que los cuidabas mejor que Lauren y eso es imposible. Ellos tienen la suerte de tenerte a ti y a Lauren como sus madres.

- Tengo miedo Dinah, entiende. –me siento en el sofá. –Tengo miedo de ser igual a mis padres, tu sabes cuanto sufrí en las manos de ellos.

- Camila, te conozco desde que tenemos siete años ¿no?. –afirmo con la cabeza. –Escucha lo que te digo, tú no eres igual a tu madre y mucho menos a tu padre. Ellos son unos monstruos por las cosas que hacían contigo, pero tú... tú eres la persona mas buena, gentil, amorosa y protectora que conozco. –toca mi mano. –Tengo la certeza de que si tu asumes ser la madre de ellos, serias la mejor madre de todas junto con Lauren.

- No sé. –suspiro. –La idea de tener un hijo me da mucho miedo, y ahora tengo dos. –una sonrisa triste crece en mis labios. –Tu misma dices que el miedo es el peor sentimiento que un ser humano puede tener, y ese sentimiento me esta dominando ahora.

No sabía lo que estaba pensando, que hacer o que sentir. Estaba confundida, mis sentimientos estaban confusos así como mis pensamientos. No sabía que hacer, ¡tenía mucho miedo!

- Eh, no llores. –sin darme cuenta estaba derramando lágrimas. Dinah me rodea con sus brazos y yo hundo mi rostro es su pecho, la abrazo y continuo llorando.

No sabía porque estaba llorando, pero necesitaba hacerlo.

Me gustaba saber que ellos eran mis hijos. No puedo negar que sentía un poco de celos al pensar que Lauren se embarazo de una persona cualquiera y que ellos podrían encontrarse un día y acabar enamorándose.

Por otro lado tenía miedo de acabar siendo igual que mi madre.

En el momento en que nací ella ya me menospreciaba por no haber nacido como una "niña perfecta", mi padre no conseguía mirarme al rostro hasta los seis años, siempre me llamaba aberración y decía que habían sido maldecidos.

Con doce años ellos sugirieron a un médico para hacer una cirugía y sacar mi pene, pero el medico dijo que seria mejor que no porque podría dar complicaciones, entonces mis padres me hacían limpiar toda la casa sola y que no era pequeña, la casa era gigante.

Mientras que mi hermana Sofia se quedaba solo en su cuarto, ella intentaba ayudarme a limpiar o hacer otras cosas, pero un día mis padres la pillaron ayudándome. Aquella noche la regañaron bastante y después ella al parecer agarro un odio hacia mí.

Con quince años mis padres intentaron integrarme en el ramo de la prostitución para ver si era útil para alguna cosa, ellos me obligaron a prostituirme durante un año, cuando decía que no quería hacer algo ellos me golpeaban.

Claro que nunca haría algo parecido con mis hijos, pero en el tema de no demostrar sentimiento alguno, no ser cariñosa, no conseguir darle la misma atención a ellos dos o no estar muy presente. Me daba miedo ser igual a mis padres.

Mis padres nunca me dieron amor, quien me veía pensaba que yo era un animal en aquella casa, siempre me humillaban o me daban una paliza por no hacer algo que ellos querían. Sofia era tratada como una diosa por ellos, todo los fin de semana ella iba al centro comercial a comprar millones de ropas, mientras que yo tenia que usar todas las ropas viejas de ella y sus zapatos también. Cuando me vieron besando a una chica todo empeoro, todo comenzó hacer el doble de lo que era antes, siempre andaba con moretones por ahí.

Hasta el día de hoy esa historia me atormenta, hay noches en las que tengo pesadillas con mi padre golpeándome, aunque ellos hicieron todas esas cosas conmigo, no podía odiarlos como quisiera. Eso me duele aun.

Pero cuando conocí a la familia de Dinah, fue un milagro en mi vida. Con diecisiete años me fui a vivir con los veinte familiares de Dinah en la misma casa.

A la madre de Dinah no le importo, porque ella decía: donde caben veinte, caben veintiuno.

Ella me trato como una hija, siempre pensaba que ella iba a cobrarme por cuidar de mi, pero no, al contrario de mis padres, ella hacia cosas buenas y no pedía nada a cambio. Ella me pago la universidad con Dinah y también mi curso porque estaba desempleada en ese tiempo, después me dio trabajo en el restaurante

- Te amo y voy apoyarte en lo que decidas, ¿está bien?. –Dinah dice asegurando mi rostro y limpiando mis lágrimas.

- Gracias por siempre estar a mi lado. –hablo.

- Esos es lo que hacen las hermanas. –besa mi frente.

Dinah me hace sentir el amor y afecto de hermana, después de todo ella siempre fue como una hermana para mi.

- ¿Puedo dormir aquí hoy?. –ella afirma con la cabeza. Siempre que dormía aquí, me gustaba dormir abrazada a Dinah. Cualquiera que nos viese, diría que estamos enamorada una de la otra.

- ¿Quieres dormir conmigo en mi cuarto?. –afirmo con la cabeza. –Mejor dormimos en el de huéspedes...

- ¿Tienes a alguien durmiendo ya?. –la miro y ella sonríe tímida. –Dios mío, ¿a quién?

- A Mani.

- ¿Cogieron?. –ella afirma con la cabeza y se sonroja.

- ¿Voy solo avisarle a ella ok?. –afirmo con la cabeza y ella va para su cuarto.

The Artist (Traducción)Where stories live. Discover now