Subimos a la sala de control, yo no dejaba de cargar a Katie, además de apreciar su bello rostro, pecas de color naranja, sus marcas Alteanas de color verde, unas pestañas largas y gruesas y su boca, tan pequeña pero algo carnosa, a pesar de ser atacada por 3 semanas seguidas, parecía que sus labios poco a poco recuperaban color y juraría verla sonreír un poco cuando se acomodaba en mis brazos. Su tamaño era diminuto, podía confundirla con una niña, pero sus facciones eran un poco más femeninas a las de una niña. Allura nos recibió preocupada y lo primero que fue a ver fue a Katie, toco su frente y observo sus facciones.

—¿Qué le hicieron Kogane? — Pregunto con una actitud furiosa, mientras me veía recriminándome, como si yo le hubiera causado tal daño.

—No pudimos evitarlo princesa, tratamos de sacarla lo más pronto posible, debido a que no fuimos receptores del caso, Katie estuvo muy fuera de nuestras misiones en la flota Galra, quienes tenían todo el control sobre lo que pasaba eran Zarkon, Lotor, Hagar y un comandante de alto mando, tal vez de rango 10—Respondió rápidamente Kaloi, ella sabía que se avecinaba una tormenta si yo respondía, nos encontrábamos en el filo de la derrota y la victoria, y aunque a mi me molestara, la única princesa de un imperio destruido, era necesaria para ese cambio.

—Bien, llévenla a las capsulas criogénicas, necesita recuperación, Keith, Kaloi, quedan a cargo de la Alteana—

—Su nombre es Katie, no sabemos nada de su apellido— Mencione igual de serio, tal vez parecía que retaba a Allura, y a veces lo hacia, pero no en esta situación, solo recibí una mirada enojada.
Llevamos a Katie a una de las capsulas, sin antes cambiarla, yo espere fuera para que Kaloi hiciera todo el trabajo, una vez había terminado de vestirla, yo volví a cargarla en mis brazos y la coloque delicadamente en aquella capsula.
Pasaron 3 días y 3 noches, yo me quede a lado de Katie como un guardia, Kaloi se burlaba de mi todo el tiempo que podía, pues a diferencia de ella, yo era el único que no me movía del cuarto de capsulas, ella iba y venia, y en las noches dormía en alguna base de la espada de Marmora, yo no sabía lo que me ocurría, mi cuerpo me pedía un lugar más cómodo que un pequeño rincón justo a lado de la capsula de Katie, era un sentimiento muy extraño, que no podía evitar.

La ultima noche yo me estaba quedando dormido, tal vez no dormir entre 60 y 62 horas le daño a mi cuerpo de una manera exuberante, igual pensé que descansar aunque fuera un poco estaría mal, no solo estábamos dentro del castillo, protegidos por los paladines de Voltron y miembros de la coalición. El castillo tenía un rango de protección bastante alto, eran muy pocas las veces que alguien se había infiltrado al castillo.
Relaje mi cuerpo, recargo mi cabeza junto a la capsula y poco a poco cerré los ojos, hasta comenzar mi primera etapa de sueño. Desperté casi al instante, pues oí como la capsula se abría, entonces Katie desvaneció en el suelo.
Me levante rápidamente para sostenerla antes de cayera por completo al suelo.

—¿Qué paso? — su voz me extasió por completo, como si hubiera generado en mí más energía de la que tenía.

—Mi nombre es Keith, Katie te llevare con la princesa Allura, ¿Puedes caminar? — Pregunte mientras los dos estábamos hincados en el suelo.

—No— ella me miro por primera vez, puedo jurar que vi sus ojos brillar cuando se cruzo con los míos—Aún me siento un poco cansada, ¿Puedo dormir? —

—Por su puesto— respondí sin más, sin obtener un permiso o una aceptación, cargue a Katie como si fuera una bebe y la lleve a la habitación que Allura le había asignado.

Una vez dentro la deje en la orilla de la cama, ella gateo un poco encima de esta, y se metió bajo las cobijas.

—Keith—Menciono con su dulce voz, lo que me hizo mirarla a los ojos.
—¿Qué ocurre? —respondí como normalmente lo haría.

—¿Qué me paso? —pregunto con la voz entrecortada.

—No se mucho de tu caso, solo se que en el momento en que la flota Galra te encontró, iniciaron una búsqueda de Altéanos, y te estuvieron torturando durante tres semanas, hasta que Voltron llego a rescatarte, después pasaste tres días dentro de una capsula de recuperación y ahora estas en tu cama—

—Allura siempre fue una exagerada con las sabanas—ella dejo escapar una ligera risa mientras acariciaba las sabanas.

—Bueno, te dejare dormir, si necesitas algo más solo toca ese botón—señale un pequeño control con un solo botón, una vez dicho eso salí de su habitación.
No paso ni medio segundo cuando sentí en un pequeño dispositivo que vibraba que ella ya había presionado el botón.

—¿Apretaste el botón? —Pregunte confundido mientras me acercaba a su cama.

—Lo hice, no me puedes dejar aquí sola— reprocho haciendo una mueca. Regularmente no me gustaban las chicas que hacían ese tipo de expresiones, solían ser irritantes y demandantes, pero por alguna razón con ella no me molesto.

—¿Entonces deseas que me quede afuera de tu cuarto cuidándote? —

—Antes de responder esa pregunta, ¿Tú estas a cargo de cumplir todo lo que te diga? —

—Emmm— No comprendí a que quería llegar, pero aún asentí y reafirme con mis palabras— Supongo que sí, Allura me dejo a cargo de ti—

—Bien— tomo aire sin prisa, cerrando los ojos con la primera inhalación. —Duerme conmigo esta noche—

—¿Qué? — fue lo único que pude responder.

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Continuara

Un Galra y una Alteana [Kidge]Where stories live. Discover now