capitulo 26

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Me le quedo viendo incrédula y la palabra gilipollas ya le queda corta. 

Se que uno no debe de huir de los problemas, pero hay problemas que pueden mas que tu y eso lamentablemente no te lo va a entender nadie.

El señor Miller es un gran problema no solo por su actitud, si no todas las sensaciones que él causa en mi, no las puedo controlar, no puedo decirles que se vallan. Me doy risa cuando leía una novela erótica y la protagonista decía que no podía tener control de si misma cuando estaba cerca del aquel hombre que la ponía a mil; y ahora la entiendo, siempre nos burlaremos de los demás hasta que nos pasa a notros y entendemos. Pero en verdad no es nada agradable... saber que quieres hacer algo pero no puedes, porque no sabes lo que la otra persona este pensando de ti, en mi caso el puede estar pensando que soy una cualquiera, una necesitada; y ese es el problema de  muchos, pensamos en lo que opinan los demás en vez de mandarlos a la mierda y hacer lo que queramos con nuestra vida, porque eso es nuestra vida y de nadie mas. aunque no esta demás escuchar la opinión y ver si para ti es correcta o no.

Me encanta cuando me pongo de instructora  de la vida, predico pero no aplico.

Cojo mis cosas de mi escritorio apago la computadora y me dirijo al ascensor. que el mismo recoja las carpetas el tiene manos y yo no soy su sirvienta.

Mientra bajo hasta el primer piso, pienso que hacer cuando llegue a mi apartamento. Mi ceño se frunce cuando recuerdo que el señor Miller no me a dado la llave que el tiene de donde vivo. Llamo rápido a London para ver si esta en su apartamento para que me deje quedar en el suyo.

-Vean la que se acuerda de que tiene mejor amiga.

Se que ya no hablamos mucho desde que comencé a trabajar entre mi jefe y el cansancio se me ha echo muy difícil tener un tiempo para contarle las cosas o así sea llamarla. Esta mal, lo se.

-Lo se, perdón enserio, se que me merezco lo peor del mundo y tu gran sermón y eso lo podrás hacer en persona.

-¿Te dignas a verme la cara?- tan dramática como siempre, pongo los ojos en blanco.

-Si ¿estas en tu departamento?-ruego que si este hay, no tendría donde mas ir.

-Estas de suerte, hoy es mi día libre, te espero aquí malcriada.

-Bueno, adiós miss dramática-sin mas la llamada se corta.

El pitido del ascensor me avisa de que e llegado a mi destino, salgo del ascensor y camino rápidamente hasta la salida, tal vez Miller ya se dio cuenta de que no estoy en mi puesto y se le de por bajar  mirar si estoy por hay.

Al salir del lujoso edificio me dirijo a tomar un taxi, unos cuantos pasan pero están ocupado o no se les da la gana de parar y siguen derecho, no entiendo para que salen a trabajar si no van a hacer su deber.

Uno por fin para, le doy la dirección de mi edifico en donde también vive London. El conductor me va haciendo conversación, la cual sigo por decencia. 

Llego a mi destino y le pago al taxista y antes de cerrar la puerta escucho un: adiós linda, de parte de este, el cual hago que no e escuchado y entro al edificio el cual su fachada es antigua. Subo al apartamento de London y toco el timbre. Espero a que la hermosa pelirroja de mi amiga abra la jodida puerta.

-¿Desde cuando timbras?-dice abriendo la puerta para dejarme pasar. 

Siempre que vengo a visitarla golpeo la puerta muy duro y digo mi típico: podes abrirme o estas follando. Muchas veces ni me abre ya que le da pena salir del apartamento y que sus vecinos sepan que le digo eso, pero la mayores veces es porque si esta follando. Le digo esto ya que un día entre con la copia de la llave que tengo de su apartamento y me encontré con una escena nada agradable. 

Mi JefeWhere stories live. Discover now