Capitulo 16

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-¿Que mierda te pasa?- Un señor Miller muy cabreado se levanta del suelo, con una mano tapando su nariz que esta sangrando.

-Yo...yo lo siento mucho, creí que era -soy interrumpida con brusquedad. 

-Creyó nada, mire a la próxima vez antes de actuar- intento entender su furia, pero a la vez debe entender que posiblemente hubiera corrido un riesgo si no hiera sido él. Saca un pañuelo del interior de su americana y se lo pone en la nariz y manda la cabeza hacia arriba.

-Déjeme lo ayudo-me acerco a el, pero el me lanza una mirada de advertencia, pero paso de alto y me acerco igualmente- Mande la cabeza hacia adelante-se queda mirándome con cara de niño necio- Hágalo y haga presión sobre el tabique-milagrosamente lo hace.

Se retira el pañuelo y el sangrado a parado, pero me doy cuenta que su camisa color blanco esta con sangre igual que su boca y nariz, pero igualmente se ve hermoso así-¿que putas acabo de pensar?-sacudo mi cabeza rápidamente.

-Vamos, estamos cerca de la empresa, aya me limpiare-camina a grandes zancadas. Se da cuenta que no voy a su lado y se voltea-¿que espera tarjeta de invitación o que?.

-Jódase, espero que se le caiga la nariz- que inmaduro de mi parte decir eso, ya que por eso no se le va a quedar, paso a su lado y sigo caminando.

Poco después ya lo tengo a mi lado, el camino va en total silencio, el va metido en sus pensamientos(posiblemente matando me de mil maneras ) y yo en los míos.

Espero que no me despida, fue un pequeño error, no es mi culpa que el sea una mueca de papel.A veces me pregunto ¿porque sera tan carcasa fría? fue alguien que nació con privilegios, tal vez tuvo que crecer solo, padres trabajando y viajando, sin ponerle atención, siempre e sacado esa conclusión de los niños ricos con ese carácter de tener el poder de todo, tienen todo menos amor y cariño. 

Pero les debe ser difícil encontrar amistad y amor verdadero, me acuerdo que en nuestra discusión el dijo que si había encontrado a una mujer y se fue, tal vez descubrió que ella solo lo quería por el dinero, cuando lo dijo, lo dijo con tanto dolor en su voz, que me dio a entender que en verdad si la quería,  le dolió tanto lo que haya pasado con aquella mujer que posiblemente ya no crea en el amor y solo tenga sexo con las mujeres para llenar ese vació. A la vez lo entiendo y a la vez no... Porque a la vez juega con el sentimientos.

-Llegamos- dice abriendo la puerta para mi.

Todo esta tan silencioso, hay tanta paz.Nos dirigimos al ascensor aun en completo silencio, se nota la tensión entre nosotros, cuando llegamos el sigue a su oficina y yo me acerco a mi escritorio para coger mi celular, guardo el cargador en mi bolso con mi celular.

Me acerco a la puerta de su oficina y veo que se le complica un poco limpiarse la sangre así que decido acercarme.

-¿Puedo?-me mira por un rato, me pasa el algodón con el que se estaba limpiando. Le paso cuidadosamente el algodón que se va tornando del color rojo de la sangre, lo boto a la basura y cojo otro nuevo, lo humedezco con el agua que esta en la vasija que el lleno.

-Listo y lo siento otra vez-digo sonrojando me.

-Bueno ya paso, me cambiare la camisa.

Se dirige a unos cajones y saca una camisa blanca, cuando creo que va a caminar hacia en baño, para a medio camino y se hace en toda la mitad de la oficina y deja la camisa limpia en un sillón, desabrocha los botes de la camisa lentamente mirándome a los ojos, al legar al ultimo puedo ver su chocolatina bien formada al igual que sus pectorales. Mi cara esta por explotar y mis ojos se van a salir de sus cuencas. Oh por dios que hombre tan hermoso, una sonrisa de triunfo aparece en su cara, paso con dificultad saliva. Mi respiración se acelera. 



Mi JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora