Capitulo 22

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Unos golpes en la puerta hacen que salgamos de nuestra hermosa burbuja, él se separa de mi lentamente y me sonríe, nuestros ojos intentan descifrarnos, intentan ver que es lo que nos llama la atención del otro, los golpes se hacen mas frecuentes y mas fuertes, tanto que llegan a  hacer doler la cabeza.

-Pase- Anthony se separa de mi bruscamente como si le diera asco estar cerca de mi, su mirada vuelve a hacer la misma, esa mirada que hace que te tiemblen hasta los huesos- señorita Cané espero esas diapositivas en 20 minutos y cuando acabe, viene para entregarle unos papeles, después le diré que hacer con ellos- lo miro confundida; hace poco estábamos tan bien y ahora se comporta como el gilipollas que es; sus ojos se comienzan a mover freneticamente, mirándome y después mirando a la parte de atrás. Volteo discretamente  y veo a un chico de unos 25 años, con un traje negro igual que sus ojos, es muy guapo e de admitirlo, se parece a alguien pero no logro descifrar a quien. Cuando salgo de mi del trance, giro hacia donde esta Anthony, su mirada a cambiado a una acusatoria, se a dado cuenta de que e mirado de mas al chico, pero a la mierda el no es nadie para decirme a quien mirar y a quien no,  no somos nada después de todo.

-Si señor- es todo lo que digo, giro sobre mi talones y camino hacia la salida- Buenos días- le digo al chico cuando paso por su lado.

-Buenos días- responde el con una gran sonrisa; esa voz, esa voz la reconocería en cualquier lado, esa sexy y maldita voz, es de Axel, uno de los amigos de Ciro.

 Axel, fue el único que estuvo en contra de Ciro después de lo que me hizo, me acuerdo que se fue hasta los golpes con él;  yo era la protegida de Axel, era como su hermana menor, según él; hasta que un día entro a mi habitación de la universidad, la cual no usaba mucho, solo cuando había problemas en casa o me tenia que quedar hasta tarde en la biblioteca estudiando; ese día el entro como pedro por su casa, cerro la puerta con seguro y me beso, yo no lo debute y después de eso no lo volví haber. Eso me dolió un poco, ya que el se había hecho alguien muy especial para mi, pero eso se  fue al olvido, cuando nunca volvió a la universidad y se olvido de mi por completo.

Como estaba tan metida en mis pensamiento no me doy cuenta y choco contra la puerta de la oficina, lo que produce que me valla de culo y que sienta dolor tanto en mi culo como en mi nariz, mi cara se pone roja de la vergüenza. Axel me ayuda a pararme y el señor Miller se acerca rápidamente a mi, él mira mi cara con mucho cuidado, pone sus manos en mi cara y la voltea para todos lados, en sus ojos solo veo preocupación.

-Estoy bien, eso me pasa por distraída- me corro un poco hacia tras haciendo que las manos de mi jefe caigan- bueno con permiso tengo mucho trabajo que hacer.

Miller solo hace un asentimiento de cabeza, cuando pasa a mi lado se detiene un poco y susurra:

-Si estuviéramos solos me hubiera encantado hacer la comprobación de que tu trasero esta bien, pero te salvaste esta vez.

Me quedo petrificada por su comentario, me pongo mas roja de lo que ya estaba , me recompongo rápidamente y me dirijo a mi escritorio, cuando estoy sentada en mi lugar siento como aun mi cara esta caliente de la vergüenza, respiro profundo y me pongo a revisar esas malditas diapositivas.


Mi JefeWhere stories live. Discover now