Capítulo 6

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Tomamos un autobús, la chica a mi lado sólo me seguía sin titubear. Me imaginé a Christopher y a su novia en una bonita casa, con los padres de él y con buena comida.

-¿Estás bien?- Preguntó Amanda a mi lado en el autobús.

Volteé hacia ella para verla, estaba junto a la ventana con uno de sus audífonos puestos. Últimamente siempre que podía la observaba, sus ojos y sus labios, sobretodo sus labios. El inferior era un poco más grueso y rosa en comparación al superior, algunas veces intentaba disimular con éxito, como otras veces Christopher me sorprendía con su típica sonrisa pícara y siempre terminaba poniéndome nervioso.

-No, no. Sólo… me vino a la mente que nunca he llevado a una chica a casa de mi tía Beatrice.- Dije rápidamente.

Eso no era mentira. Ella sonrió amistosamente.

-¿En serio? Entonces, ¿Soy la primera?- Una de sus cejas gruesas se arqueó y su sonrisa se volvió pícara.

Aclaré mi garganta e ignoré los nervios en mi interior.

-Podría decirse que sí. Debo advertirte que quizás mi tía se vuelva loca cuando te vea.-Advertí.

Ella me mostró sus bonitos dientes.

-Te puedo asegurar que podré con eso. Puedo ganarme el cariño de la gente cuando me lo propongo.

Amanda se colocó su audífono nuevamente y volteó la mirada a la ventana, seguí mirando al frente y no pude evitar sonreír imaginando la reacción explosiva de la mujer baja y morena cuando vea que no fui del todo sólo.

Luego de quizás treinta o cuarenta minutos llegamos a la parada y caminamos dos calles adentrándonos en un barrio. Las modestas casas estaban rodeadas por césped y mientras más caminaba, más recuerdos llegaban a mi memoria. Unos buenos y otros malos, pero recuerdos al fin. Amanda iba detrás de mí hasta que se colocó a mi lado.

Estábamos por llegar cuando noté que Amanda caminaba con cierto ritmo en sus pasos, movía la cabeza de un lado al otro y sonreía. Entonces le toqué el hombro y ella me observó quitándose uno de los audífonos.

-¿Qué se supone que estás haciendo?- Intenté sonar irritado pero no pude dejar un deje de diversión en mi voz.

-Estoy bailando una canción de mi banda favorita, duh.- Giró los ojos sonriendo.

-¿Cómo era que se llamaba?-

-Y lo olvidas, eres de lo peor.- Negó levemente.- Se llama Journey. Estoy escuchando Never Walk Away.

Fue entonces que comenzó a caminar al ritmo de la música y a mover la cabeza alborotando su cabello en el proceso. Se veía genial y graciosa, mi sonrisa no podía ser más grande.

-Por favor no hagas eso.- Reí.

Ella me observó.

-¿Por qué no? Es divertido.- Se rio.

Dos chicos venían hacia nosotros pasándonos por un lado y por un momento sonrieron ante el baile que Amanda hacía en plena calle; uno de ellos la observó detenidamente haciendo que me irritara. Tomé del brazo a Amanda y la observé con seriedad.

-¿Qué?

-Nada. Es tarde, vámonos.- Dije cortante.

Ella frunció el ceño y me siguió.

Caminamos un poco más y nos detuvimos en frente de una modesta casa. Esta estaba algo descuidada, necesitaba pintura y podar el césped, los dos arbustos y el árbol que estaba en frente. En la ventana se podía ver a leguas la luz de la televisión. Ver la casa de tía Beatrice tan deteriorada me recordó el día que llegué por primera vez, era muy diferente entonces. Debía tener casi once años, ayudaba al tío Henry con lo que podía y casi siempre estaba estudiando y pegado en el televisor jugando videojuegos.

-¿Es aquí?- La voz de Amanda me trajo al presente de nuevo.

Atormentados  [Mi Jefe 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora