Capítulo 3

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Cuatro meses después…

Primer periodo terminado. He comenzado el segundo y siento que enamoro más de esta carrera; no puedo decir lo mismo de Christopher que está a poco de graduarse. Resulta que presentó la prueba y salió mejor de lo que el decano esperaba así que lo adelantaron al último periodo y dentro de dos meses va graduarse; todavía me pregunto, ¿Cómo es eso posible? Todavía no encuentro respuesta para eso. Por otro lado, está muy apegado a esa chica. Básicamente podría decir que vive en su dormitorio y esta embobado por ella, eso es bueno porque me deja estudiar en paz. A veces, en algunos fines de semana, vamos a tomarnos algo o a ir a alguna fiesta, cosa que con Christopher Clark era bastante natural, era bastante popular aunque él trataba de no decir nada sobre su vida personal y soy capaz de apostar que las únicas personas en todo el territorio universitario que saben algo sobre su vida privada somos su chica, Verónica, y yo.

No faltaba mucho para la próxima clase así que me dirigí a una de las maquinitas de alimentos que estaba en la cafetería para comprar un chocolate. La cafetería no era tan grande, era una de las pocas que habían esparcidas por todo el campus y ésta en particular, era la que me quedaba más cerca. Cuando vi el chocolate caer, lo tomé y lo guardé en mi bolso. Volteé para dirigirme a la salida y es entonces que, cuando abro la puerta, no me percato que esta al abrirse, empuja a una chica que cae sentada en el suelo. Miro en dirección a la muchacha castaña sentada en el suelo, cierro la puerta y doy un paso hacia ella, debo admitir que algo avergonzado.

-¡Oh mierda! Lo siento.- Dije tendiéndole una mano para ayudarla.

En ese momento la chica alza la mirada y quedo petrificado en el sitio al verla: sus ojos son oscuros e intensos, por un momento se ven... interesantes. Su rostro es blanco aunque algo bronceado, tiene pómulos algo pronunciados y labios finos… y rosas. Es un rostro aparentemente suave y por alguna razón me parece hermoso y frágil.

Lucía un poco conmocionada por el golpe y por alguna razón me observa enojada. Algo no va bien.

-¿No te fijas, idiota?- Bramó furiosa.

En ese momento observo mi mano y la apartó poniéndose de pie ella sola.

-¿Disculpa? Lo siento, de verdad no te vi. No tienes por qué ponerte así yo…

-Ahórratelo, ¿Quieres?- Me interrumpió.

La observé de arriba abajo y noté que iba de jeans y una blusa negra de una banda cuyo logo no reconocí con zapatos bajos.

-¿Cuál es tu problema?- Dije repentinamente molesto.- Ya te dije que lo siento.

-Como sea.- Dijo con fastidio.- Disculpas aceptadas.

La observé no muy convencido de lo que dijo. Luego de un momento a otro ella suspiró profundo y luego me observó sonriendo con una repentina calma reflejada en sus ojos lo que hace que la observe con el ceño fruncido, extrañado de aquel cambio drástico de humor.

-Mira, lo siento.- Dijo con suavidad.- Iba apurada por desayunar porque no tengo mucho tiempo para que empiece mi clase, iba buscando el dinero y no me fijé en la puerta.

Alcé las cejas mostrando mi asombro y luego, por alguna razón, le sonreí tímidamente.

-No te preocupes, lamento haberte golpeado con la puerta.- Me disculpé de nuevo con algo de vergüenza.

Ella me sonrió con, ¿Qué, timidez? Debo admitir que nunca vi a una chica sonreír de una forma tan linda, ¿Por qué estoy pensando en eso? Concentración Johan.

-Eso te costará un batido de chocolate.- Apuntó con diversión.

Debo admitir que por un momento me sentí aliviado, al menos no está loca o eso creo.

Atormentados  [Mi Jefe 2]Where stories live. Discover now