XVI

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Capítulo 16: Matarlo amablemente.

-Bien, empecemos con esto. -Dijo uno de los hombres con mascarilla y guantes.

La habitación era bastante limpia, clínica, de paredes blancas de cerámica y utensilios de medicina brillantes.

-Te odio tanto. -Le dijo Emanuel al hombre a su lado. -Eres un imbécil egoísta, le quitarás a este chico la oportunidad de vivir. Lo mataras solo por dinero.

El hombre rió cínicamente.

-Siempre fuiste malditamente bueno, ¿No?, con tanta moral. Realmente no me interesa, haz lo que te digo o no tendremos que lidiar solo con una muerte, si no con tres.

Emanuel sentía lágrimas deslizarse por sus mejillas, no quería hacer eso.

El hecho de no querer era el porqué de estar en esa situación. Porque, el fue el primero en descubrir eso, en descubrir que un hombre había quedado embarazado, él conoció a Chris, había sido difícil averiguarlo, Chris no era de los que andaban diciendo por ahí a cualquiera su vida personal, menos algo como eso. Pero él había logrado comprobarlo, había empezado toda una investigación, le dieron un gran ascenso y lugar de trabajo en Mystic Falls. Llegando allá vio con horror como planeaban quitarle la vida a Chris para poder hacer sus experimentos. Y el no lo creyó correcto, en se negó... él fue el único.

Todos los demás aceptaron, algunos con vergüenza, otros con una sonrisa.

Lo bueno fue que no pudieron atrapar a Chris, pero tuvieron que matar a su hija... eso lo hizo sentirse mal. Él había llevado a cabo toda la investigación, el les había mostrado a los demás que, si era posible que un hombre se embarazara a partir de la clonación de células, por eso, el mató a Allison.

Miró con pesar cómo llevaban la camilla a la sala, el chico iba boca abajo, un gorro cubría por completo su cabello, llevaba también una bata de hospital celeste abierta atrás. Estaba con anestesia general por lo tanto no sentiría nada.

Lo iban a matar amablemente.

Sentía escalofríos recorrerlo y las manos sudarle y tiritarle.

¡El no quería hacer eso!

-Procederemos con la médula ósea, luego sacaremos muestras de sangre, tantas como se pueda. Finalmente... -Suspiró el hombre. – haremos una incisión en el vientre bajo y le quitaremos... -El hombre paró un poco, "Quitaremos", esa palabra dejó un mal sabor en su boca. Pero ese era su trabajo, eso era lo que debía hacer. – le quitaremos lo que genera su etapa embrionaria... morirá luego de eso.

El hombre sintió culpa.

Tomaron agujas espinales y las introdujeron en las crestas ilíacas posteriores del chico.

Estaban tomándolo.

Stiles, ¿Dónde estás?, se preguntaba Derek. Estaba al borde del colapso.

¿Por qué mierda no dio más pelea?

¿Por qué tuvo que ser tan débil?

Stiles era un chico maravilloso que había pasado por suficiente mierda ya como para tener que morir tan joven. No, él se negaba a pensar que Stiles le pasaría eso.

Él lo amaba.

Si, por Dios lo amaba con tanta fuerza que no quería dejarlo ir.

Era SU Stiles y no iban a dañarlo, no mientras él estuviera para protegerlo.

Iba en el auto siguiendo las instrucciones de Chris, ya que, el hombre luego de la muerte de Allison había comenzado a averiguar junto con Noah para hallar al asesino de su hija, estaban hablando de ello cuando Melissa llamó a Noah para que fuera ver a Stiles y había llegado a la mansión Hale exactamente por eso. Porque había encontrado donde estaban luego de tanto tiempo.

Se trataba de un grupo de hombres apodados, "Los doctores de pavor", si, era estúpido.

Por fin llegaron a algo que parecía una clínica abandonada.

Bajaron firmes, entonces fue cuando el infierno se desató. Había francotiradores disparando desde las ventanas de la clínica.

Chris sacó un arma que los demás no sabían que tenía al igual que Noah, dispararon mientras ayudaban a los demás a volver al auto y se iban de ahí.

Se ocultaron en un pasaje oscuro varias cuadras más debajo de la clínica.

-Esta pasará -Dijo Chris mirándolos para decirles su plan.

Su mano temblaba mientras el bisturí tenía contacto con la piel del chico.

- ¡No puedo hacerlo! -Gritó mientras rompía a llorar y caía al suelo de rodillas, tirando el bisturí al piso. - ¡Mira eso!, -Apuntó a la camilla. - ¡Míralo y luego dime si no ves como la sangre fluye en él, como la vida lo reclama como suyo en esa fría camilla!, ¡Él está vivo y nosotros planeamos arrebatarle eso!, ¡Con que derecho! -Se acercó al otro hombre quien tenía los ojos cristalizados también y golpeó su pecho con su dedo anulas. – él está ahí, esperando una muerte segura porque nosotros se la daremos, pensamos dársela para estudiarlo por qué él es diferente, pero de una manera maravillosa y extraordinaria y le queremos arrebatar eso también. Dime Deaton, ¿Por qué el fin justifica los medios? -Terminó en un susurro mientras veía al otro hombre soltar una lágrima.

Se escucharon disparos afuera, uno de los guardias entró arrancando abriendo la puerta a su paso, se escucharon muchos disparos, el guardia estaba muerto, una bala alcanzó a rozar el brazo de Deaton y otra la pierna de Emanuel.

Pero lo que hizo que todo se detuviera fue escuchar la máquina de latidos.

Con ese estruendoso ¡Biiip! Que tanto se habían esforzado para que no pasase.

Estaba ahí.

Un corazón ahí dentro ya no latía. Era un recostado en la camilla.

Derek entró viendo con horror la sangre en el gorro que cubría la cara de la persona en la camilla.

No quería creerlo.

Fue corriendo hasta llegar a él y cuando lo miró quedó pasmado.

¿Qué sucedía?

Le quitó la mascarilla por la cual antes respiraba y sus ojos se llenaron de lágrimas.

-Lo siento, mucho. -Dijo mientras comenzaba a llorar desenfrenadamente. -Pero no sabes cuanto te lo agradezco Lydia Martin. -Susurró con la voz entrecortada mientras sacaba el gorro dejando caer el pelirrojo cabello encima de la camilla.

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Preparense para lo que viene.

HOODIEWhere stories live. Discover now