CAPÍTULO 25 "VÍNCULOS INVISIBLES" (PRIMERA PARTE)

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—¿Y en dónde vamos a dejarlo?

Harry no supo que responder. Ni siquiera se había detenido a pensar en eso. Estaba la idea de ir hasta su casa y dejar el lobo ahí, aunque iban a tardar mucho más, porque el edificio de su departamento, quedaba en el lado opuesto a donde iban. No podían llevarlo a la clínica porque uno de los dos iba a tener que quedarse afuera con él y no pensaba dejar a Louis solo, ni dentro de la clínica y mucho menos afuera.

—¿No es muy temprano para sacar a mear a las mascotas?

Harry estaba bajando al lobo al piso para poder descansar un momento, cuando aquella camioneta se había detenido justo a un lado de ellos. Otra camioneta se estacionó un poco más atrás. El alfa se tensó por unos segundos, hasta que volteó y reconoció al conductor. Uno de los gemelos Weiss.

—Lucio —mencionó, inclinando la cabeza ligeramente a manera de saludo. Hizo un pequeño gesto adolorido cuando los huesos de su espalda resonaron al estirarse.

—¿Una mañana difícil? —preguntó el alfa. Bajó del vehículo y se acercó a ellos con un par de hombres más a sus espaldas. Hizo una mueca al ver la herida del animal.

—Algo así.

—¿Quién fue el hijo de puta? —preguntó. Lucio tenía una particular debilidad por los lobos. Tenía tres lobos grises y los cuidaba como cuidaría a sus hijos. Si es que tuviera alguno. Nunca había estado cerca de un lobo blanco, sin embargo. Incluso si no sabía lo que había sucedido, sintió una punzada de rabia de solo imaginar que alguien podía ser capaz de dañar a un animal. Quizá unos de los pocos seres inocentes en aquella ciudad podrida.

—Un alfa que recibió lo que merecía —respondió Louis, recordando la forma en la que Radna había destrozado a aquellos dos hombres.

—¿Y a dónde van? ¿Necesitan que los lleve a algún lado? Este lobo necesita atención. —Se hincó en el piso y pasó su mano por el pelaje del animal. Respiraba muy lentamente y gimoteaba a causa del dolor en la pata. No abrió los ojos, sin embargo.

—Necesitamos ir a la clínica del centro —respondió Harry. Se ajustó la chaqueta cuando una fuerte ráfaga de viento se estrelló en su cara. El clima estaba cambiando. Parecía que pronto caería una fuerte nevada.

—¿Llevan al lobo a la clínica?

—No, no —aclaró Louis—. Uno de mis amigos está ahí y tengo que ir a verlo.

—¿Quieres que me lo lleve? —preguntó señalando al animal. Louis no supo qué responder, porque sí, quería que Radna estuviera a salvo y sabía que podía confiar en los gemelos, pero en lo que no confiaba era en la reacción del lobo cuando despertara y se encontrara rodeado de extraños. Sus lobos se habían acostumbrado a estar siempre con él o en presencia de Zayn y de Niall. ahora Radna parecía estar conforme en presencia de Harry, pero no creía que reaccionara igual de bien, en medio de un montón de alfas desconocidos.

—¿Puedes ir con ellos? El lobo puede reaccionar mal si no me ve, pero creo que se quedará conforme si estás tú. Yo necesito ver a Niall. ¿Puedes? —preguntó dirigiéndose a Harry. El alfa negó con la cabeza de inmediato.

—Ni siquiera pienses que voy a dejarte atravesar la ciudad a ti solo. Es un no, Louis. Es mejor que...

—Mi hermano puede quedarse con él.

—¿Yo qué? —León, el otro gemelo, había aparecido detrás de su hermano. Paseó su mirada por los tres hombres frente a él, hasta que se detuvo en el lobo tumbado en el piso. Se hincó de inmediato al ver la herida en su pierna—. ¡¿Quién fue el hijo de puta?!

ABYSSO: La ciudad amurallada (Libro 1 saga CIUDADES MALDITAS)Where stories live. Discover now