Capítulo 13 | Fiereza |

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*Editado 28 /10/2018

Durante el camino hacia el castillo Robb no se cansó en ningún momento de regañar a su hermana, mucho menos se cansó de repetirle lo inapropiado de sus actos y la falta de respeto que había faltado a su familia, a su honor y a ella misma, a sus oj...

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Durante el camino hacia el castillo Robb no se cansó en ningún momento de regañar a su hermana, mucho menos se cansó de repetirle lo inapropiado de sus actos y la falta de respeto que había faltado a su familia, a su honor y a ella misma, a sus ojos todo era deshonroso. Sansa Stark hirvió en rabia, su hermano no podía estar culpándola de deshonor con tanta soltura cuando él era quien parecía haberle dado vida al término.

Podía ser educada y una dama con todo el mundo, pero no lo sería más con el idiota que tenía por hermano mayor, Robb la había humillado frente a su prometido y a él también. Lo amaba, los Dioses sabía cuánto amaba y admiraba, pero él estaba siendo injusto y un imbécil de lo más grande por lo que simplemente no se pudo quedar callada y respondió a sus ataques con fiereza.

—No te permito que me hables así Robb —sentenció deteniendo su caminar en un pasillo deshabitado del gran castillo de piedra—. Lo que yo haga o deje de hacer no te concierne para nada, no eres mi padre. No tenías ningún derecho de tratarnos así, yo me voy a casar con Edric, quiero casarme con él. Así que es mejor que dirijas todas tus atenciones a tu prometida y a mí déjame en paz —le dijo con total convicción, apuntándolo con su dedo en el pecho y clavándole su furiosa mirada azul como una daga afilada sorprendiéndolo demasiado. Robb nunca se imaginó que su propia hermana podría rebelarse en su contra de esa manera, mucho menos defendiendo a una escoria como lo era ese Locke.

Mantuvo su asombro y desconcierto solo lo que bastó para caer en la cuenta las estupideces que salieron de la boca de su ingenua e incauta hermana—. ¡Ya te lavó el cerebro! —explotó llevándose las manos hacia la cabeza con indignación. Sansa lo miró también sorprendida, no podía creer todas las idioteces que seguía diciendo—. Él y su maldita hermana han estado trabajando tu mente...

— ¿Qué pasa contigo? —inquirió Sansa con una mayor suavidad de lo que esperaba y sentía realmente. Ya ni siquiera se sentía molesta, sino más bien preocupada y angustiada por el comportamiento ese desconocido que tenía en frente, él no era así—. Actúas como un imbécil y tú no lo eres. ¿Qué te han hecho? ¿Qué te ha hecho la pobre de Lyarra para que la trates así? —lo encaró con mucha tristeza. No podía creer que se refiriera a su prometida como maldita, ella misma moriría si alguna vez Edric se atreviera a decirle así, pero Robb lo decía con tanta soltura que su corazón le dolió por su estimada amiga.

—Aparecer en nuestras vidas, ¿que acaso no te das cuenta? —soltó lo obvio para él. El día en que los jodidos hermanos Locke aparecieron en Invernalia le arruinaron la vida por completa; ella sobretodo, lo hacía enloquecer con su maldita presencia, con sus sucios intentos por querer agradarle, con su odiosa cara de ángel.

—El que no se da cuenta eres tú —insinuó Sansa con más dolor, la rabia había desaparecido hace mucho, ni siquiera existía una pisca de reproche, solo pena por su hermano—. Lady Lyarra podría ser lo mejor que le pase a tu miserable, empecinada y ciega vida, y ti solo estás encargando día a día de arruinarlo —dijo dándole una última mirada de lástima y se marchó de su presencia.

Su vida no era miserable, tampoco era un ciego, él sabía qué quería y eso era Alys cada maldito día y noche entre sus brazos. Su hermana no entendía nada igual que Jon, ella no sabía nada de la vida porque solo era una niña tonta que se había dejado manipular al antojo de aquel despreciable hijo de puta. Lyarra Locke jamás sería lo mejor que le pasaría en su vida, de ninguna manera era cierto y eso lo tenía claramente memorizado; aun así la idea lo dejó intranquilo y alterado, rondándole cada momento en su cabeza.

La cabeza le dolió más aún después de esos enfrentamientos, su corazón estaba agitado y descontrolado, necesitaba calmarse y volver a convencerse de sus convicciones y sentimientos. Alys era todo lo que él quería en la vida, esa morena mujer era lo que más amaba en ese mundo y nada ni nadie iban a cambiar eso; ella lo comprendía, lo recibía en su cama siempre, le había entregado y enseñado tanto, ella lo amaba sinceramente. O eso es lo que creía el iluso joven heredero.

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No sé ustedes, pero yo aquí quiero mucho a Sansa, me gusta que sea así.

¿Creen que si a Robb le siguen repitiendo eso se terminará de convencer de alguna buena vez?, ya me cansa este hombre por los Dioses!!

ACLARACIÓN -por si aún no está claro o he dado otra impresión- Si bien este fic está dentro del mundo de ASOIAF y comparte los mismos escenarios, temáticas y personajes, está situado como en un universo alterno del mismo universo, ¿me explico? Bueno si no, para dejarlo más claro, aquí no habrá juego de tronos, piensen que Theon dijo que habían encontrado a los lobos hace un par de años atrás, por ende y por el tiempo transcurrido Robb ya no debería tener cabeza (xdxd mal chiste, lo siento), así que eso, no habrá juego de tronos. Lamento mucho si pensaban que es así.

P.D: Igual correrá sangre, me comprometo a ello :)

Yellow Light |GoT|Où les histoires vivent. Découvrez maintenant