Capítulo 11 | Valor |

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*Editado 27/10/2018

Soñadora se quedó observando el alejar de aquellas dos personas tan maravillosas que el destino –y más bien las alianzas- habían juntado

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Soñadora se quedó observando el alejar de aquellas dos personas tan maravillosas que el destino –y más bien las alianzas- habían juntado. Eran el uno para el otro, juraba Lyarra mientras suspiraba ilusionada, ambos poseía el porte importante, la educación y sin duda alguna la belleza; se merecían. Imaginó la inmensa felicidad que llevaría Lady Sansa a Castillo Viejo, su hermosura besada por el fuego deslumbraría a todos y llevaría candor a quién la viera recorrer el lugar. Imaginó a su abuelo tan feliz con una nueva compañía, y se lo imaginó así porque sabía que la dulzura de la futura esposa de su hermano podría derretir todo el frío corazón del anciano. Castillo Viejo tendría nuevas vidas más pronto de lo esperado y todo sería sólo felicidad.

—Lady Lyarra —escuchó su nombre pronunciado por los labios de un hombre provocando un sobresalto en ella. Estaba tan ensimismada en sus propios pensamientos que olvidó por completo que se encontraba en medio de uno de los patios de Invernalia. Se volteó rápido para observar al portador de ese saludo, su pelo y su vestido giraron junto con ella, y su sonrisa se ensanchó cuando vio a aquellos hombres. Theon Greyjoy y Jon Snow aparecieron frente a ella recordando cómo volver a respirar de nuevo—. ¿Cómo se encuentra esta mañana? —le preguntó luego de un par de segundos de admirarla y sonreírle como un tonto enamorado.

—Hola caballeros —los saludó con muchísimo entusiasmo haciendo una pequeña reverencia que pareció encantadora a los otros de ellos—. Muy bien a decir verdad —les sonrió dulcemente achinando un poco sus bellos ojos verde amarillentos—. ¿Y ustedes? —preguntó dispuesta a entablar una conversación con ambos.

Lyarra solía pensar que si se acercaba al grupo cercano de su difícil prometido y lograba ser mínimamente aceptada por ellos de a poco recibiría la aceptación de él y comenzaría a notarla de una mejor manera, y esa no era una tarea para nada difícil u odiosa porque esos jóvenes caballeros hace ya mucho eran de su total agrado, pasándoles a importarle como las personas que eran y no sólo los amigos de Robb. Theon y Jon siempre se comportaban educados e interesados en ella, además eran ciertamente dos personas muy interesantes y gratas, ya les tenía un gran aprecio. Había incluso algo que la hacía estimarlos incluso más, ella sabía que esos dos caballeros siempre cuidarían sin duda de Robb frente a cualquier peligro, y eso la tranquilizaba realmente.

—Bien también mi lady, gracias por preguntar —le contestó Theon. Cada vez que se dirigía a ella sus labios picaban por dejar salir el apodo que con tal fervor solía llamarla en la intimidad, pero sabía no podía cumplirles ese deseo, era impropio y ciertamente fuera de lugar por dónde se le viera.

Jon no le contestó, sin embargo si se atrevió a sonreír levemente y hacer una mínima reverencia. Él solía ser muchísimo más callado y tímido cuando Lady Lyarra estaba cerca, sólo se limitaba a sonreír y contestar cuando era estrictamente meritorio pero no le dirigía la palabra abiertamente nunca sin ser solicitada, ella era la prometida de su hermano y él era sólo un bastardo.

Yellow Light |GoT|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora