—Oh, sí —afirmó Lauren. Presionó su frente contra la de Camila y sonrió—: Aprendes rápido—. Flexionó el cuerpo contra el de Camila, un muslo delgado incitaba suavemente a los de su amante, mucho más musculados. Camila suspiró involuntariamente cuando Lauren se deslizó casualmente entre sus piernas, su cuerpo encajaba perfectamente en ese lugar como si hubiera sido diseñado específicamente para ese propósito.

—Eso me han dicho —bromeó Camila —. Pero tengo que confesar que en este caso tengo un pequeño incentivo extra.

— ¿Ah, sí? —Lauren inclinó la cabeza escéptica.

—Sip —fue la respuesta distraída cuando las piernas de Camila se enroscaron alrededor de la cintura de Lauren, centrando contra sí a la mujer con suavidad. Sus caderas comenzaron a moverse sutilmente contra el peso que tenía sobre ella, buscando discretamente un tacto más intenso. Lauren sonrió con sensualidad y comenzó a devolver la presión. Camila cerró los ojos como respuesta, y un gemido apenas audible salió de sus labios.

¿Y cuál podría ser ese incentivo? —bromeó en un susurro.

Camila abrió los ojos y miró con todo su corazón en los verdes campos que se abrían ante ella—: Despertarme contigo todas las mañanas.

Juego. Set. Partido. Cualquier célula en el cuerpo de Lauren que aún se resistiera, se hizo pedazos con esta tierna declaración de Camila. Se dio cuenta maravillada de que iría feliz hasta lo más profundo del infierno por esta mujer con solo poder despertarse con esos ojos a su lado cada mañana durante el resto de su vida.

Camila vio alarmada como las lágrimas mojaban el rostro de Lauren—: ¿Qué pasa? —preguntó con dulzura— ¿Qué he hecho?

—Nada, mi amor —riendo suavemente a pesar de la emoción que se derramaba por su cara, Lauren negó con la cabeza—. No has hecho nada—. Hizo una pausa pensativa—: Bueno, la verdad es que no es cierto. Has hecho algo, pero no ha sido malo en absoluto.

Camila sonrió vacilante—: ¿Sí? —abrazó con más fuerza a la mujer, acariciando dubitativa los suaves mechones— ¿Entonces lo estoy haciendo bien en esto de la mañana después?

—Lo estás haciendo perfectamente —afirmó Lauren, acercándose para capturar los labios de Camila con los suyos. Camila besó despacio cada lágrima que caía libre de sus ojos, saboreando la sal con un aire devoto de reverencia. Lauren suspiró con satisfacción ante las dulces caricias, aún asombrada de que todo entre las dos fuera volviendo a su sitio. Una suave sinfonía de deseo comenzó a sonar entre sus sentidos mientras seguían tocándose, acariciándose... y, una vez más, el mundo simplemente desapareció. Manos, bocas, lenguas... iban encontrando certeras las notas de placer a lo largo de sus pieles. Suspiros silenciosos, invocaciones susurradas, súplicas murmuradas sirvieron de empuje a una excitación que crecía vertiginosamente... hasta que alcanzaron el clímax con un suave aliento que se fue abriendo lentamente entre los brazos de cada una.




...


—La segunda cosa importante en el ritual de la mañana siguiente es la ducha —proclamó Lauren horas después, mirando hacia la forma de su amante saciada y estirada sobre la cama.

Supongo que olemos bastante mal —concedió Camila, abriendo un ojo perezoso para examinar sus miembros entrelazados.

—Bueno... —dijo la reportera con una amplia sonrisa—. Resulta que a mí me gusta como olemos, pero otros podrían no estar de acuerdo.

Camila estaba encantada en su posición actual con Lauren acurrucada cómodamente en sus brazos. En lo que a ella concernía, no había mejor sitio en la tierra. Por desgracia, sabía que a menos que actuaran con rapidez, el mundo real iba a presentarse de la forma más desagradable, y probablemente su entrada iría precedida del cañón de un arma. Sin embargo, aún quedaba tiempo suficiente para alguna broma—: Entonces... ¿no sería una buena idea invertir en un perfume llamado "Agua de Burdel"? —dijo Camila — Pensaba que se suponía que había algo en el negocio este de las feromonas.

Lucifer | | CamrenWhere stories live. Discover now