Capitulo 02

2K 128 65
                                    

"No puedo creer que haya dicho eso". Lauren se recriminó dándose mentalmente una palmada en la frente, pero Camila simplemente respondió con una sonrisa, los oscuros reflejos de sus ojos danzaban, y la guió hacia la escalera de caracol, haciéndola subir a la sala VIP.

Inmediatamente Lauren se sintió impresionada por la diferencia entre esta sala y la principal en el piso de abajo. Era como estar en dos mundos completamente diferentes. En lugar de taladrar un agujero en la consciencia con su incesante martilleo, la música aquí arriba era un ronroneo lastimero y seductor que se filtraba suavemente en tu torrente sanguíneo. Los focos vertiginosos que iluminaban las mejores poses de los espásticos bailarines del piso de abajo habían desaparecido, sustituidos por un cálido y agradable resplandor de tono bronce que proyectaba un enorme glamour sobre todo el mundo en la sala, especialmente sobre la mujer sentada frente a ella. Lauren lanzó una rápida mirada a su alrededor, aunque lo que de verdad deseaba era sumergirse en la decadente visión que era la propia Camila Cabello.

—Así que es aquí donde vienen las niñas mayores —murmuró para sí misma.

La risita de respuesta de Camila cosquilleó de lejos en sus oídos y la hizo volverse hacia su anfitriona.

Aún no te has presentado —sonrió —O ¿es que prefieres que continúe pensando en ti como en una desconocida, deslumbrante y misteriosa?

Una parte de Lauren era una eterna voyeur: observar a todo el mundo, incluso a sí misma, mientras pasaban por la vida. Esa parte era la razón por la que era tan buena reportera. Y ahora esa misma parte observaba con asombrada incredulidad esas palabras que salían sin esfuerzo de sus labios. "Tiene que ser este vestido el que habla", consideró Lauren silenciosamente, preguntándose de dónde venían todas esas frases ocurrentes.

Fuera lo que fuera... parecía estar funcionando porque la atención de Camila estaba firmemente centrada en su juego y parecía ajena a las miradas inquisitivas que se lanzaban en su dirección. Las dos mujeres formaban un par que llamaba la atención, unidas en tranquila conversación, ignorantes de la forma en que sus cuerpos se complementaban visualmente el uno al otro.

—No lo sé —bromeó Camila —. Cuando una mujer hermosa se acerca a mí y me dice que va a cambiar mi vida... es una decisión importante. ¿Qué crees que debería hacer?

Lauren fingió considerar la pregunta durante un momento y después sonrió con complicidad a su nueva compañera.

—Creo que deberías lanzarte a por ello.

—El riesgo merece la pena ¿eh? —Una de sus elegantes cejas se arqueó como evaluando lo que Lauren tuviera que ofrecer.

—Creo que sí —bromeó fácilmente. "Sí, seguro... tiene que ser el vestido". De pronto, Lauren fue consciente de cuanta piel se ofrecía a la mirada errabunda de Camila. Notando el reflejo aprobador en el parpadeo, esperó con todas sus fuerzas que la tenue iluminación camuflara el rubor que empezaba a subir a sus mejillas. —Pero supongo que todo depende de la cantidad de riesgo que quieras correr.

Una enigmática llamarada ardió en los ojos de Cabello al tiempo que sonreía vorazmente a la otra mujer, y Lauren sintió un pequeño estremecimiento ante lo que estaba sucediendo entre ellas.

—Que no se diga que soy una mujer que no arriesga. Permíteme que me presente correctamente: mi nombre es Camila Cabello —. Ofreció su mano a Lauren con elegancia.

"Un punto para el equipo de casa", pensó Lauren exultante mientras estrechaba la mano de Camila sorprendida ante su inesperada calidez. Aunque, Lauren consideró una vez más, todo lo que sabía de esta mujer implicaba pasión, desde la violencia que envolvía a la mujer y sus inconfundibles colores, hasta el ardiente brillo que iluminaba sus ojos inquietos. "Es asombroso que su tacto no queme," musitó y se sorprendió al notar que sus pensamientos se escapaban de modo temerario y por su cuenta, hacia otras circunstancias que podrían implicar el tacto de esta mujer. Sabía que el juego estaba en marcha, pero voluntariamente ignoró sus sospechas de que las reglas, de algún modo, habían cambiado dramáticamente.

Lucifer | | CamrenWhere stories live. Discover now