Capítulo 20

394 10 2
                                    

-Esto tiene que ser una broma-dije en un susurro mientras me apoyaba en la pared de la entrada del despacho de los delegados con un suspiro, esto no podía estar pasándome, no me importaba pasar tiempo con Castiel o pasarlo con Nathaniel, pero que ambos estuviesen en un mismo sitio era algo que creía que mi salud no iba a poder soportar.

-Veo que has llegado puntual-dijo una voz masculina saliendo de la puerta, llevaba un par de carpetas, su pelo rubio despeinado y su camisa blanca le daban aquel aire a presidente del consejo de estudiantes, el chico por el que las chicas perderían la cabeza…

Pero yo sabía cómo era, detrás de aquella fachada de chico perfecto estaba escondido un chico con un pasado que quería olvidar y lleno de inseguridades, en cierto modo me recordaba a mí, puede que por eso no hubiésemos juntado en aquel viejo grupo o puede que no, ¿quién sabe la razón?

-Después de que alguien se ha pasado días echándomelo en cara creo que había que empezar a serlo-dije sonriendo mientras clavaba la vista en Nathaniel- además esto es un castigo y no quiero tener que quedarme más tiempo por llegar tarde.

-Pues eso está bien aunque veo que Castiel no hace lo mismo-dijo con un suspiro de resignación-en cierto modo siento que tengas que venir con el de tarde, yo le propuse a la directora que necesitábamos ayuda en el despacho pero no creía que hiciese esto…

-No tienes que disculparte, mejor esto que una expulsión-dije encogiéndome de hombros-además Castiel puede llegar a ser un buen compañero…si se lo propone claro esto.

-Llegando tarde el primer día no creo que sea algo bueno-dijo Nathaniel antes de que intentase decir algo, Castiel abrió la puerta de la entrada con fuerza y entro con las manos en los bolsillos mientras escuchaba música a todo volumen en sus cascos de música.

-Acabemos con esto cuanto antes-dijo entre dientes al llegar al lugar donde estábamos y mirando a Nathaniel con cara de pocos amigos-dinos rubito, ¿qué tenemos que hacer para ti gran delegado?-dijo con sarcasmo.

-Por favor no empecéis, ya tengo bastante con venir tres semanas por la tarde aquí para encima tener que aguantar vuestras discusiones-puse los ojos en blanco-Nathaniel, ¿Qué necesitas?

-Veréis, ahora mismo tenemos que atender unos asuntos en la sala de delegados, mientras tanto vosotros os tendréis que encargar de clasificar por carpetas, os he dejado los datos en la clase de al lado-dijo señalando la puerta-debéis ordenarlos por fechas, géneros  e importancia.

-Estas de coña, ¿no?-pregunto Castiel enarcando las cejas, sin más dilación empecé a caminar hacia la clase tirando del brazo de Castiel para que no dijese ninguna tontería mas, si ya empezaba así el primer día no me quería imaginar los siguientes…paciencia Samantha, lo que necesitaras.

-Cierra la boca y pongámonos con esto-dije mientras entrabamos en la clase y veíamos papeles por todas partes incluso por el suelo, algunas carpetas sobre el escritorio y un par de bolígrafos…-esto no pueden ser los papeles-dije en un susurro-si es que no debería haberme quedado dormida, soy idiota-dije recriminándome a mí misma.

-Si lo eres-dijo Castiel antes de entrar en la sala y empezar a recoger las hojas-pero bueno, no sirve de nada lamentar, lo hecho, hecho esta.-dijo esto último en un susurro-empecemos cuanto antes, no me apetece quedarme demasiado en este sitio, me da repelús.

-Tienes razón-dije en un susurro mientras me acercaba a mirar los papel, comenzamos con aquella misión que nos habían encomendado, la verdad es que echamos toda la tarde en ella, pero bueno, era lo que debía pagar por haberme dormido en clase…si es que quien me mandaría a mi encargarme de organizar un maldito cumpleaños…encima tenía que ser el mejor de todos y no tenia las más remota idea de que hacer…

-¿Sam?-me pregunto Castiel despertándome de mis pensamientos, levante la vista del último papel el cual coloque sobre el escritorio.

-¿Eh?-pregunte desorientada-bueno ya he acabado con todos, por fin somos libres-dije estirando los brazos, no los sentía y no me apetecía ver más papeles durante un día, quería descansar y tumbarme en mi cama y dormir…y dormir.

-No me estabas escuchando-dijo riéndose-he dicho que la tarde ha pasado rápido porque ya está oscureciendo.

-¿Qué dices?, si todavía es temprano…-dije girándome hacia la ventana-¡Cielos Santo!, ya está oscureciendo, no sabía que llevábamos tanto tiempo aquí metidos con todos estos papeles.

-Creo que ya se han ido todos-dijo Castiel apoyándose en la pared junto a la ventana-es increíble que hayamos conseguido pasar una tarde entera sí que me hayas insultado, ¿seguro que no estás mala?

-Imbécil-dije mirándole de reojo-es posible estar contigo cuando no te comportas como un idiota infantil…cosa que haces la mayoría del tiempo.

-Bueno y si soy tan infantil, ¿cómo es que te sigues hablando conmigo?, tengo entendido que te deshaces de todo lo que no te gusta-dijo sin darle importancia.

-Me agrada tu compañía, no voy a deshacerme de algo que me gusta-dije encogiéndome de hombros.

-¿Ah sí?-dijo enarcando una ceja-nunca me lo habías dicho.

-Nunca me lo has preguntado-puntualice antes de volver la mirada hacia otro lado, me sentía extraña con aquella conversación a la vez que algo agitada.

-Samantha-me susurro Castiel al oído, no sabía que estaba tan cerca, di un pequeño salto a la vez que sentía que un escalofrío recorría mi espalda, me gire para darme cuenta que mi car estaba a unos míseros centímetros de la suya y que me estaba mirando fijamente a los ojos, le mantuve la mirada a la vez que me preguntaba, ¿Qué es todo?

Otra vez estábamos uno tan cerca del otro que podía sentir su respiración tan cerca mía y mi corazón latía con tanta fuerza que parecía que en cualquier momento se saldría de mi pecho…sentí sus labios sobre los míos otra vez, pero esto era diferente de la última vez.

Regreso a OwegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora