Capítulo 25

286 10 0
                                    

-Joder que día llevo-dije en un susurro mientras me levantaba del suelo con dificultad y escuchaba la risa de aquel chico de cabellos pelirrojos que conocía tan bien-lárgate, no quiero seguir escuchando tu risa más tiempo- siempre me había sacado de quicio aquella forma de reírse con superioridad hacia los demás…como le podía a llegar a odiar a veces hasta aquel punto de querer estamparle la cara contra la pared.

No contesto simplemente se acerco a mi cogiéndome la mano para observar unos segundos mi herida, era un simple corte pero estaba sangrando…cada día parecía más una niña pequeña y menos una adolescente… si a cada dos pasos que daba me clavaba unas tijeras o me caía no iba a terminar nada bien.

-Esto es igual que el día que te caíste en el parque y tuve que darte una tirita-dijo Castiel con un suspiro de resignación mientras tiraba de mi mano-vamos, hay un botiquín en el gimnasio para alguna emergencia o para la gente patosa de siempre.

-¿Debo darme por aludida?-dije enarcando una ceja mientras le seguía hasta el gran gimnasio situado al lado del edificio del instituto

-Eso lo decides tu-dijo encogiéndose de hombros. El gimnasio estaba iluminado por la luz que entraba por las grandes ventanas, mire de un lado a otro algo distraída, la última vez que había pisado aquel lugar fue durante el baile…y fui el cotilleo del instituto durante una semana, por el beso con aquel  “chico misterioso”  que no se había dignado en volver aparecer por ninguna parte-Quédate quieta-dijo Castiel mientras se acercaban con un algodón y algo de alcohol para desinfectar la herida antes de ponerme una tirita de coches…¿en serio el instituto daba estas tiritas? Porque si era si prefería mil veces una de gatitos monosos con ovillos de lana o de perritos…

-Por lo visto el instituto intenta seguir las modas…y lo ha hecho con esto-dije riéndome sin apartar la mirada de la tirita, de alguna forma tenía que acabar con aquella maldita tensión que había entre nosotros dos aunque solo fuese durante un tiempo, no estaba de humor ni tenía las fuerzas suficientes como para ponerme a discutir.

-Por algo se empieza-dijo mintiéndose las manos en los bolsillos-he oído que ya está planeada la acampada de mañana- bien, el pelirrojo de bote estaba intentando mantener una conversación, ¿querrá eso decir que se habrá olvidado de la bofetada que le había dado? Porque si quería otra no tenía más que pedirla…

-Sí, mi prima la ha planeado toda incluso como vamos a dormir-dije suspirando-tranquilo estas a salvo, te ha tocado con Lysandro por si tenias curiosidad.

-Espero que mañana pueda venir, lleva días metido en casa-dijo Castiel apoyándose en la pared.

-¿Así que está enfermo de verdad?-inquirí curiosa a la vez que aliviada, gracias al cielo que él no había estado evitándome, no como otro señorito en particular que tenía enfrente y me estaba empezando a poner de mal humor.

-¿Lo dudabas?-me contesto con otra pregunta.

-Tal vez-conteste sin demasiado entusiasmo-¿y tu desaparición también se ha debido a estar enfermo o es que preferías cargarme a mí nuestro trabajo e irte de rositas como haces siempre?

-Veo que no has tardado en descubrir mi enfermedad-dijo fingiendo que estaba tosiendo-pero bueno, he decidido venir hoy ya que tarde o temprano tendría que ayudarte y visto que te cortas a cada poco…no me quiero imaginar lo que podría llegar a pasarte en la acampada si no hay alguien cerca.

-Tranquilo que ya se encargare mi compañero de tienda de cuidarme así que no te preocupes no me encontraras tirada por los caminos-dije esto con un toque de maldad en mi voz, pobre Nath el no tenía la culpa de nada.

-¿Compañero?-dijo enarcando una ceja-¿no sabes la diferencia entre masculino y femenino?, bueno te ayudare, se dice compañera.

-Castiel se lo que digo y es compañero-dije apretando los puños para no darle otra bofetada como el otro día- somos impares y sobra un chico y una chica…me toca compartir con un chico, si estuvieses más atento a los planes te podrías haber enterado mejor.

-¿Estas de coña no?, ¿Quién es el pobre desgraciado que dormirá contigo?-dijo cruzándose de brazos con la mirada clavada en mi.

-A Nathaniel no le molesta tanto que duerma con el-dije mientras empezaba a caminar hacia la salida del gimnasio, sentí como unas manos me atrapaban haciendo que me quedase quieta sin poder moverme-Castiel suéltame, tengo que seguir con los trabajos.

-¿En serio vas a dormir con ese estúpido rubio que lo único que le importa es lamerle el culo a los profesores?-me susurro al oído haciendo que un escalofrió recorriese mi espalda-te creía mejor que eso Sam

-Mejor con un pelota que con un idiota que se dedica a besarme para pagarme favores -dije en un susurro pero lo suficientemente alto para que me escuchase-además, ¿a ti que te importa lo que haga?, que yo sepa siempre has pasado de mi, ¿Por qué va a ser diferente ahora?-dije mientras me giraba para mirarle a los ojos con rostro serio-¿Qué coño te importa Castiel?

Castiel abrió la boca para contestar pero un carraspeo nos hizo girarnos para encontrarnos con los cabellos rubios de Nathaniel el cual nos esperaba para poder seguir con nuestros trabajos de esclavos…de verdad es que si estos trabajaos hubiesen servido para algo pero bueno…esto me pasa por planear el cumpleaños de mi prima…el cual estaba estratégicamente preparado para que se celebrase en aquella acampada, a fin de cuentas siempre le había encantado los bosques y la tranquilidad, era algo que siempre habíamos tenido en común.

La tarde paso rápida mientras hacíamos todo lo que el rubi…digo Nathaniel nos decía, a este paso se me iban a pegar los insultos de el pelirrojo de bote…con el que no cruce muchas más palabras, al terminar todo aquello volví a casa con rapidez para preparar todo lo necesario para aquel fin de semana que nos esperaba.

Lo que no esperaba encontrarme era una nota en el bolsillo de mi chaqueta, parecía arrancada de una libreta y pude reconocer aquella letra cursiva a la perfección

“Ni yo mismo se la respuesta”

                                          Castiel

-Si no lo sabes tú como lo voy a saber yo-dije con un suspiro de resignación mientras tiraba mi ropa por el suelo y me ponía el pijama, la casa estaba en completo silencio, Devora ya se había dormido, mi hermana estaba en casa de mi abuela y mi padre seguía en el trabajo…y yo la única tonta de toda la casa que se iba a pasar la noche  despierta pensado en aquel pelirrojo…

¿Qué demonios le está pasando a mi cabeza?

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

Mis queridos lectores y lectoras después de haber estado un tiempo desaparecida (debido a que me fui a mi ciudad y no me dejaron llevarme el ordenador conmigo) no he podido subir más capítulos de la historia pero ahora por fin aquí estoy y comenzara la acampada esperada por todos.

¿Qué pasara?, la verdad es que creo que dejare volar mi imaginación para que vosotros sigáis leyendo y espero que no me matéis al enteraros de todo, agradezco vuestro comentarios que me motivan a seguir escribiendo y querer compartir con todos vosotros mi pequeño tesoro, puede que no sea mucho pero si lo suficiente para alguien como yo.

Un besito corazones y recordad comentar :)

PD: os estoy vigilando jejeje

Regreso a OwegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora