Capitulo 5:

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Katsuki's pov

Ayer se había cumplido una semana de que traje a Kirishima a casa, una semana en la que he tenido que vivir y convivir con él; a decir verdad, su estadía aquí no fue tan desagradable como lo pensé cuando ese par de veterinarios de tercera me dijeron que iba a tener que cuidar de él, fue incluso un poco divertido.

Hoy, llamé al nerd y al mitad y mitad para que le hicieran un chequeo de rutina a Kirishima; solo quiero saber cuanto tiempo más tendría que cuidar de él. Cuando los vi salir, directamente vi cierta satisfacción y felicidad en la cara del nerd

—¿Por qué esa estúpida sonrisa? ¿El niño pez te dedicó una canción?— pregunté

—No, aunque eso me hubiera gustado— mencionó el nerd— Kirishima tuvo una recuperación bastante rápida, y me sorprende que esté en condiciones de nadar considerando el tiempo que ha tenido la aleta quieta—

He pasado de decirlo, pero si en algo estuvo esa aleta en esta semana no fue en reposo completo; el nerd no sabe la cantidad de veces que acabé empapado por el estúpido juego de Kirishima, jamás terminó de comprender que en este mundo esa clase de juegos solo se hacen cuando estas en la playa o en la piscina, jamás debia de hacerlo en interiores.

—¿Y? ¿Que hago ahora?— pregunté

[...]

Kirishima's pov

Según las palabras del chico de cabellos verdes y del chico con cabello de dos colores, las heridas en mi espalda y las de mi aleta ya estaban completamente curadas; literalmente estoy listo para volver al mar, ya solo era cuestión de que Bakugo me llevara a la playa, eso tendría que esperar porque él tuvo que ir a su trabajo una vez que sus amigos se fueron.

Aunque al enterarme de la noticia una felicidad recorre mi cuerpo, se vio levemente nublada cuando me percaté de que no había cumplido mi objetivo mientras estuviera en esta bañera: No dejé de desagradarle a Bakugo, eso o no había conseguido que lo expresara, una lastima. Bueno, al menos tengo el consuelo de que no le desagrado tanto como le desagradan sus compañeros de trabajo o de gente que él conociera, por lo que llegué a escucharlo expresar, podría irme sabiendo que no fui igual a los demás en su vida.

Y él, para mí, también significó algo importante aun cuando sigo pensando seriamente en ello; ya no solo porque me salvara aquella seca mañana, sino que Bakugo no fue igual a todos los demás tritones o sirenas que hubiera conocido, no solo por como trata al mundo o como se expresa, sino que de alguna manera, creo que todo de él me resultaba algo atractivo. Sentía que debía expresarlo de alguna manera, o si no, perdería mi oportunidad para siempre.

Esa tarde, Bakugo volvió de su trabajo un poco más tarde de lo que ya me había acostumbrado; solo con decir que faltaban solo unos minutos para que se hiciera completamente de noche. Él se apareció en la habitación y se me quedó mirando un momento desde la puerta mientras que yo me re hidrataba la cabeza

—¿Estás listo niño pez?— me preguntó

—Eso creo— contesté

—Perfecto. Iremos de noche porque no quiero que nadie te vea y quiera disecarte—

—Por mi esta muy bien— dije, creo que la emoción que debería de tener de volver con mi familia había emigrado hacia un lugar desconocido

—Oye emm, ¿Seguro que estás bien?— preguntó él

—Si si, estoy bien— contestó— Es solo que, ya me había acostumbrado a esta bañera—

—Pues ahora verás todas las bahías de coral y peces de los que hablaste toda la semana y nadarás lo más lejos de esta playa que puedas—

"¿Y que tal si lo que quería era mas bien mantenerme cerca suyo?" Fue la pregunta que invadió mi mente, aunque no se lo hice saber

Fue un proceso extraño el de que Bakugo me sacara en brazos de la bañera y me arrojara en el interior de un vehículo, pero de suerte no estábamos tan lejos de la playa.

[...]

Bakugo's pov

El cielo estaba estrellado, la luna parecía estar saliendo del océano y el aroma a sal de mar era bastante fuerte sin todo el aroma a gente y protector solar en el ambiente. Lo admito, la playa incluso se veía linda sin tanta gente fastidiando. Me estacioné cerca de la orilla del agua, así no tendría que cargar a Kirishima demasiado tiempo; estaba algo gordo para alguien de su especie

—Muy bien niño pez, vamos a que te reúnas con tu gente— dije bajando del Jeep

Él sonrió, pero no dijo nada, yo lo atribuí a que quizás ya tenía la boca seca y no le pregunté. Dejé mis sandalias en el Jeep y tomé a Kirishima en brazos mientras que él se dignó en cerrar la puerta con su aleta apenas estuvo fuera del auto. Caminé por la arena y me adentré en el agua hasta que estuvimos en una zona poco profunda donde el agua me llegaba a la rodilla, bajé a Kirishima con cuidado hasta que tuvo su cuerpo sumergido en el agua

—Anda. Vete. Puedes irte. Ya eres libre— le dije, puesto que Kirishima se había quedado estático —¡Lárgate de aquí!— grité, pero él siguió sin reacción

—Katsuki...— dijo, creo que no me había llamado así en todo lo que estuvo en mi casa, demasiada confianza

Por fin el niño pez se movió, pero no se fue brincando como delfín hacia el horizonte como pensé que lo haría, me tomó de mi camiseta y me hizo poner de rodillas sobre la arena debajo del agua

—¿¡Qué carajo te pasa!?— le grité

—No me olvides Katsuki, yo no te voy a olvidar— me dijo

No había tenido la necesidad de estar tan cerca de su angelical rostro desde que lo encontré en las puertas de la muerte, le acepto que tiene un rostro bonito y agradable a la vista. Puso una mano en mi nuca y lentamente acercó mi cara a la suya. Me besó, maldita sea, me besó. Cuando se separó de mí, estaba a punto de gritarle lo primero que se me viniera a la cabeza, pero antes de ello él me dio un empujón en el pecho y acabé con la cabeza debajo del agua. Cuando me incorporé nuevamente iba a gritarle algo, pero él ya estaba dando saltos de delfín muy lejos de la orilla.

Salí del agua bastante confundido... Y furioso. Le di una patada a un par de castillos de arena que la marea no se había llevado todavía descargando lo que me ardía en el interior. Rechiné mis dientes y decidí volver a casa antes de que me vieran en la playa a estas horas.

Piraña Roja | Bakugo x KirishimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora