Primer Sueño

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Domingo en la tarde

Troye tenía en mente irse del motel sin decirle a nadie, se llevaría a su hija aunque esta lloriqueara que esperara a Shawn.

Todo estaba saliéndose de sus manos y necesitaba la ayuda de su hermana con urgencia.

Claire como siempre mantenía la tablet en sus manos, le escribió otro mensaje a Shawn. 

"Papá y yo nos vamos"

Al escribir el mensaje y confirmar que le llegó al hombre apagó y guardó el aparato en la maleta, lo cubrió con sus ropas y cerro. Miró a su padre que terminaba de empacar lo suyo, le extendió la mano y ella lo tomo para seguirlo a su lado. Bajaron hasta la planta baja y el rizado entregó las llaves de la habitación a una mujer de la recepción que estaba de turno. Sentían que escapaban de una escena de crimen pero no, salvaban sus vidas, la confesión que Froy y Shawn hicieron no les agradó a ninguno de los dos. 

Los dos se encontraban perdidos, jamás habían estado en las afueras de la Avenida Londres en especial el ángel. Caminaron calles abajo por más de una hora pero por suerte el clima estaba de su lado y no hacia calor, al llegar hasta cierto punto la niña reconoció la urbe, no se encontraban muy lejos de donde se está el convento de donde la adoptaron. Al reconocer los paisajes del alrededor la niña se soltó del agarre de su padre y corrió por una vereda que desviaba del camino principal, el chico la siguió porque sabía a donde dirigía ese camino de piedras... al convento Sagrado Corazón de Jesús.

El portón de hierro estaba abierto ya que al parecer había visita, la niña dio los buenos días a todas las monjas que veía y Troye solo la seguía imitandola.

- ¡Claire hija mía!- oyó a alguien decir detrás suyo Troye, se giró y vio quién era.- Joven Mellet, que sorpresa verlo por aquí.

- Madre Clara.

Se fundieron en un caluroso abrazo los dos adultos, para después la monja saludar a la niña que sonreía alegremente.

- ¿Qué hace por aquí?- preguntó la mujer mayor interesada.

- Solo estabamos de paso. Además recuerde que prometimos que vendríamos a visitarla.- en parte era cierto y en parte mentira, estuviese en su hogar sería castigado por mentir y mas a una monja.

- Muchas gracias por acordarse de nosotras.

- Siempre lo hacemos.

El ángel y la monja comenzaron a conversar de todo un poco mientras caminaban por el convento, la niña veía sus alrededores, unos que aun no olvidaba como la fuente de agua en la entrada principal donde había muchos pájaros cantando y refrescándose; o las plantas que con mucho cuidado ella misma junto a una hermana cuidaban a diario. 

Ya oscurecía, esa escapada fue improvisada en todo el sentido de la palabra. No había comido nada desde el desayuno ya que ninguno de los dos se atrevía a ir a pedir algo de comida a la recepción del motel porque eso sería notificado a Cole. Troye discretamente le pidió a la madre Clara algo de comer, no para él sino para la niña. No solía comer, desde que vivía en la Tierra probaba bocado cada vez que sentía hambre y eso era cada quince días o también cuando alguien le ofrecía algo.

Mientras la pequeña comía el rubio y la mujer mayor hablaban, el comedor estaba a solas así que con confianza el rizado le contó por todo lo que ha pasado durante esos meses con la niña. Cuidar niños en el Jardín no es lo mismo que hacerlo en la Tierra, la madre le dio unos consejos que trataría de poner en uso aunque dudaba que le fuera bien ya que normalmente todo lo "humano" le salía mal.

- ¿Ha preguntado por tener una madre?- cuestionó la mujer.

- No, nunca.

- Que raro. A su edad es normal que las niñas adoptadas siempre pregunten por tener como una madre. Es que ven a las otras que tienen una familia completa.

An Angel Called Blue [Trilogía London Avenue #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora