Prólogo

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Otra pelea más, era ya algo común en esa casa. La paz había sido olvidada hace bastante tiempo, dejando que el odio y la prepotencia se impregnaran en el ambiente.

¿Qué más podía hacer Dahyun?

Se levantó desganada, no le gustaba pelear, pero sin darse cuenta siempre se acababan gritando, sacando cosas hirientes del pasado, olvidando el amor que se dicen tener.

Sólo usaba su ropa interior, calcetines y una polera que robó a su novia y transformó en su pijama, su trabajo es por turnos y esta vez tendría la mañana libre. Aun así se levantó temprano a desayunar, no le gustaba sentir la cama vacía.

Se preparó un café, comería una barrita energética de las que guardaba en ese específico mueble a su estatura, pero no estaban ahí. Ya se comenzó a irritar, no quería comenzar mal el día, menos con lo de la noche. Buscó por toda la cocina, pero no había rastros de las benditas barras, sólo quedaba un poco probable lugar que sería la estantería alta, pero Dahyun no llega, no puede estar ahí.

A duras penas la abrió, y sí, ahí estaban.

Se estiró con esfuerzo, pero solamente lograba rozar la caja sin éxito de atraerla hacia ella, se estaba frustrando bastante.

Sintió a alguien detrás suyo, a su costado izquierdo había una mano apoyada en la encimera de donde ella se impulsaba hacia arriba, y a su derecha un brazo vestido de traje se estiraba bajando la anhelada caja con sus barritas. La contraria, con algo de fuerza, dejó caer el objeto en la encimera justo al lado de su mano.

Dahyun volteó y miró hacia arriba, el rostro inexpresivo y frío de su novia estaba intacto, al igual que sus manos apricionandola, afirmadas en la madera sin opción para dejarla salir de allí.

La menor se sonrojó sólo un poco y sonrió levemente, pasando su vista desde la caja a su novia que alzó una ceja de forma lenta. Ella estaba escaneandola aún, de todas formas ya había apreciado bien la retaguardia de su pequeña momentos antes.

-Gracias, Sana

Dijo simplemente Dahyun, aunque sabía que lo más probable es que a propósito la caja estuviera allí, pero Sana aún no se movía haciendola sonreir un poco más grande, le atraía su forma de jugar con ella, su forma de rogar cariño sin necesidad de hablarlo.

No se contuvo, se puso de puntitas y dejó un besito sobre los labios ajenos, ni siquiera fue correspondida un poco, Sana ni siquiera cerró sus ojos o cambió su expresión durante el contacto, pero quitó sus brazos, dio la vuelta en su sitio y dejó la cocina.

Dahyun la siguió con la mirada mientras abría y le daba una mordida a su barrita.

-Ya me voy

Seguido a eso escuchó la puerta cerrarse, su novia se había ido al trabajo, y para su alegría y suerte, se fue feliz.





















-la duración de los caps dependerá de la situación
-actualizaciones regulares

espero les guste ♡

Hurts: I like the way it hurts - Saida/DahmoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora