Hurts: I like the way it hurts - Saida/Dahmo

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Dahyun se levantó temprano, debía ir al supermercado a comprar las cosas de la casa que faltaban, Sana se veía tranquila durmiendo por lo que prefirió no despertarla.

Se vistió casualmente y se maquilló en el baño, no cerró la puerta pues no tenía sentido después de tantos años. Por eso cuando terminó de pintar sus labios, volteó viendo como Sana sentada en la cama la observaba.

-¿Qué haces?

-Hay que ir al supermercado

La mayor se levantó y buscó su ropa, Dahyun dio por hecho que la acompañaría.

No se equivocó, pasaban por los pasillos mientras Dahyun hechaba lo que necesitaban en el carrito, Sana se limitaba a mirarla y jugar en su móvil, se aburría, pero debía acompañarla.

Fueron a la caja a esperar ser atendidas, pero Dahyun se percató que faltaban los yogurts que a Sana tanto le encantan.

Luego de avisarle, caminó a paso rápido por el pasillo mientras la mayor esperaba.

Algo impactó contra su cuerpo, levantó la vista encontrandose con una linda chica.

-Lo siento, estaba apresurada

La desconocida se excusó sonriendole, le devolvió el gesto y siguió caminando.

Quedaban solo cuatro unidades del yogurt que tanto amaba su novia, iba a tomarlos pero su mano tocó otra más.

-¡Oh! Hola otra vez

-Sí, esto... lo tomé primero

-Mira, mi descanzo termina en 10 minutos, ya voy tarde, olvidé mi almuerzo y esto sería lo único que podría comer, los amo mucho, sólo dame uno

Dahyun alzó su ceja mirando mejor a la desconocida.

-¿Qué gano yo con eso? Necesito los cuatro

-Mi número

La desconocida guiñó su ojo haciendo reir a Dahyun, pero la más alta se veía confiada en sus palabras, sabía que era linda y que a Dahyun le había interesado.

-Está bien

Dahyun le dio el yogurt y su teléfono con la libreta de contactos abierta, la desconocida tecleó y le devolvió el teléfono.

-¿Momo?

-Es japonés ¿Ok? Cuando quieras llamame, preciosa, adiós

Y se alejó rápidamente dejando a Dahyun un tanto aturdida.

Caminó a la caja nuevamente, alcanzó a llegar pues Sana ya estaba pasando las cosas.

-¿Solo tres? Creí que se vendían de a cuatro...

-Esta gente... sacaron uno, lo siento

Sana refunfuñó molesta, eran de su sabor favorito, pero no alegó más, al menos no en público. Luego al entrar al auto recriminó a su novia.

-Si los hubieras agarrado en un comienzo, serían los ocho de siempre, no tres

-¿Y por qué lo debía recordar yo?

-Tú llevabas la lista

Decidieron dejar de hablar, era suficiente y ya debían ir al centro comercial, Dahyun quería ropa nueva y Sana a pesar de su mal humor dijo que la acompañaría.