El romance del ying y el yang ~todoroki Shoto xlectora~

Cap:2 Infiltración

—¡raven!— la llamaba toga repetidas veces por aquel apodo que le puso de pequeña.

La chica salió del baño encaminandose hacia la barra donde su amiga la llamaba—¿que te pasa toga?— le preguntaste al llegar.

—¡mira me hice los moños sola!— dijo con alegría agachando la cabeza. Si, tenía dos moños hechos pero muy despeinados.

—si... Supongo que lo lograste...— murmuraste sentandote en la barra para seguir dibujando en tu cuaderno.

—¡lo conseguí!— empezó a gritar dando vueltas por el lugar.

Tomura miraba las noticias, en la otra punta de la barra, rascando su cuello, cosa que solia hacer cuando estaba nervioso.

—rav ¿que dibujas?— dabi se deslizó por detrás de ti  asomando la cabeza por encima tuyo para ver los dibujos.

— diseña vestiditos para sus muñequitas— se burló shigaraki sin apartar la vista del televisor.

—no, diseño un puto collarín para cuando vuelvas a rascarte el cuello— vacilaste con mueca de asco.

— uh, que graciosa— respondió notariamente irritado dejando sus manos  sobre la mesa.

— quiero remodelar mi traje, solo hago bocetos— le explicaste al azabache.

—pues tendrá que ser otro día— kurogiri acababa de entrar al bar haciendo que todos le prestaran atención— saben cual es la U.A ¿verdad?

— ¿la academia de heroes?— preguntó dabi.

—exacto— le respondió tomura.

—¡escuché que hay un chico muy tierno!— saltó emocionada himiko— ¡quiero cortarlo y beber su sangre!

________ rodó los y dabi bufó— ¿tan loca estas por la sangre?— le preguntó el varón a la chica—  ¿acaso lames tus bragas cuando tienes la regla o que? ¡Toga das asco!

— kurogiri y yo planeamos atacar la academia— empezó a contar el de cabellos azules— así que habíamos pensado en mandarte ahí con la ayuda de alguien, con tu quirk te puedes colar fácilmente— volteó un poco para poder verte en busca de aprobación.

— entonces dices que me cuele y investigue la superficie ¿no?— preguntaste cerrando el cuaderno y encaminandote a tu habitación— perfecto, dabi, te vienes conmigo.

—¿ah?— rechistó siguiéndote—¿y por que yo?

— por que himiko ahí es un peligro— le respondiste entrando en tu cuarto. Ahora estaba mucho más cambiado que la primera vez que entraste, todas las paredes estaban llenas de dibujos hechos con sprays de colores lilas magentas y negros y en la cabezera de la cama un dibujo de dos grandes alas negras goteantes de sangre. Sobre la cama que ahora era cubierta por sabanas negras estaba el ya viejo conejito de peluche muy parecido a dabi y sobre la mesita de noche unos cuantos cuchills de toga, rotos o mal afilados, cuchillos que la misma rubia te dió cuando ya no los quería. Nadie nunca entró en ese cuarto desde que fué tomado por ti, ni kurogiri entró, todos tenían totalmente prohibido hasta tocar la puerta y era una de las unicas normas que se respetaba.

Cogiste tu capa negra y saliste de tu cuarto cerrando antes de que alguien pasara por ahí. Fuiste nuevamente donde se encontraban todos y con la ayuda de dabi tapaste completamente tus alas con la capa.

—sigo sin entender por que siempre que salimos te pones la capa— dijo toga como todas las veces que ibas a salir.

— por que soy muy fácil de reconocer si las traigo expuestas— le explicaste poniendote bien la capucha.