C a r t e r

2.6K 239 192
                                    

*hace unos días*

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

*hace unos días*

Soy idiota, la mayor parte del tiempo, pero ahora me siento peor aún. No he podido despegar mis ojos de este chico en toda la noche y quiero hacerlo, lo juro. Quiero que deje de llamarme tanto la atención, quiero irme, pero no puedo pararme.

Sus ojos se clavan en los míos, por enésima vez en la noche y no logro apartar la mirada a tiempo, por lo que sostengo la suya. Alza una ceja, aparentemente divertido con mi incomodidad. Yo no me estoy divirtiendo absolutamente nada. Quiero mandar a este idiota a volar e irme, finalmente. Pero, al mismo tiempo, estoy demasiado confundido con esta extraña sensación que tengo en el abdomen.

Eventualmente, aparto la mirada, pero eso sucede solo un segundo antes de que note que se mueve para ponerse de pie. Siento mi corazón acelerarse en mi pecho de solo pensar que se va a acercar, pero no tengo tiempo suficiente para prepararme porque de pronto lo tengo sentado en la silla a mi lado. Deja caer su botella sobre la barra frente a nosotros y habla, cuando sigo sin estar listo.

―Andrews ―tan tranquilamente que me hace sentir más idiota por estar tan estúpidamente nervioso. No contesto porque tengo miedo de hacerlo y que se de cuenta de lo terriblemente nervioso que estoy―. ¿Por qué estás aquí si te encuentras tan incómodo? ―pregunta, entonces.

―No lo estoy ―respondo, de inmediato, la necesidad de defenderme apoderándose de mí.

―No lo parece ―responde, casi tan rápido.

Nos quedamos en silencio y me doy cuenta de que no lo he mirado desde el momento en que aparté la mirada de él, cuando comenzó a hacer su camino hacia mí.

Ashton Pulleo es terreno peligroso, en primer lugar, porque es el chico serio y medio malo de la escuela y, segundo, porque es un chico y, extrañamente, nunca soy capaz de dejar de mirarlo.

Deslizo mi mirada hacia él cuando lo veo volver a tomar su botella en su mano y llevársela a los labios. Aparto la mirada, rápidamente, cuando me doy cuenta de lo que estoy haciendo y vuelvo a mirar al frente, lejos de él.

Sin embargo, solo me toma un momento volver a mirarlo, inevitablemente. Hay algo en su actitud despreocupada que siempre parece llamarme, tirar de mí de una manera incontrolable e inevitable.

―Sé que a veces me observas ―dice, de pronto, volviendo a llevarse la botella a los labios―. No soy ciego.

Trago saliva, preguntándome si es buena idea intentar negarlo o si sencillamente complicará más las cosas para mí.

―Me intrigas ―contesto, encogiéndome de hombros.

Intento lucir completamente despreocupado, pero en el interior, estoy volviéndome loco. Muchas cosas están pasando en mi cabeza, en mi pecho, en mi abdomen y en un lugar en el que definitivamente no deberían estar pasando.

El Playboy se enamoraWhere stories live. Discover now