Capítulo Seis

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Sonrío como un idiota mientras leo el mensaje de Charlie.

Deberías dormir.

Son las tres de la mañana y hace más de una hora que boté a todo el mundo de mi casa, pero no puedo irme a dormir porque no quiero dejar de escribirle. Es como encontrarme en una nube de la que no quiero bajar. Me ha hecho reír más veces que nadie, en solo algunos minutos y su timidez es refrescante, algo que nunca he gozado antes.

Tú también deberías.

Su mensaje tarda un poco en llegar, lo suficiente para hacerme pensar que finalmente se ha quedado dormida. Sin embargo, eventualmente mi celular suena y mi corazón se lanza a un latido desesperado, como todas las anteriores veces.

Es tu culpa que siga despierta a estas horas de la noche.

Siendo sincero, me gusta ser el culpable de ello.

He hablado con Charlie tan solo una hora o algo así, pero ya se siente como una eternidad y lo mejor que me ha pasado en el mundo. Hablar con ella es extrañamente gratificante y divertido. Y su forma de ser tan tranquila y tímida hace que mi corazón haga cosas extrañas en mi pecho.

Si estás cansada, puedes ir a dormir. No dejes que te mantenga despierta, Charlie.

Siendo sincero, no quiero que se vaya, pero si está cansada, pienso que es mejor idea que se vaya a la cama. No quiero que sienta que soy una mala influencia para ella. Quiero hacer las cosas bien, así que estoy pensando en absolutamente todo para no cometer algún error.

De acuerdo. Iré a dormir. Buenas noches, Seth

Siento un poco de decepción, porque se va, pero me reconforta saber que podré seguir hablando con ella al día siguiente y el día después de eso y en la escuela, también. Oh, vaya. De acuerdo. Estoy muy emocionado con todo esto que está sucediendo. No pensé que sucedería así, tan fácil, tan rápido, tan sencillo. Pero estoy feliz con el resultado y estoy dispuesto a hacer todo lo posible para conseguir que Charlie confíe completamente en mí.

Buenas noches, dulce Charlie.

Sonrío, porque su respuesta no llega y sé que se ha quedado dormida al fin. Dejo mi celular en la mesa de noche y suspiro, hundiendo mi rostro en la almohada. La verdad es que Charlie me gusta muchísimo y esta noche ha sido muy probablemente la mejor noche de mi vida.

Estoy listo para que llegue el lunes y para poder abrazarla de nuevo. Todavía no puedo quitarme de la mente como todos los presentes se quedaron estupefactos al vernos caminando de la mano, entre ellos. Era una primera vez, sin lugar a duda, así que no los culpo.

El lunes será incluso más divertido.

Cierro mis ojos y decido finalmente dormir, aún con una sonrisa en el rostro y aun sintiendo mi corazón latiendo aceleradamente en mi pecho por la emoción.

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