Seth Williams se caracteriza por muchas cosas: ser el playboy de la escuela, saber exactamente qué palabras decirte para tenerte como una gelatina, ser increíblemente guapo ... y sexy, no olvidemos sexy. Pero, también tiene estas otras característic...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Cuando mis ojos encuentran a Charlie, siento una sonrisa apoderarse de mis labios. La fogata lleva casi un mes en planes, pero nunca hubiese pensado que Charlie terminaría viniendo. Jamás hubiese pensado que estaríamos haciendo esto, lo que sea que sea la situación en la que nos encontramos.
Realmente no tengo idea de como funcionan las relaciones, en qué orden deben ir las cosas, qué debo hacer primero y qué debo hacer después.
Anoche pasé dos horas revisando en internet―terrible, lo sé.
Sigo siendo un tanto ignorante sobre el tema, así que puedo decir que no me ayudó mucho.
Charlie sonríe tiernamente al verme, sus ojos iluminándose. Wow. Es realmente el ser más hermoso que he visto en toda mi vida. Todo sobre ella me encanta y no importa cuantos días pasen, sigo sin poder creer que estamos haciendo esto, que Charlie me está dando una oportunidad.
―Seth ―dice, apenas llego donde ella.
Toma todo el autocontrol del mundo no inclinarme y besarla en ese mismo instante. En cambio, envuelvo su pequeña cintura con mis brazos y dejo un beso demasiado largo en su mejilla, tan cerca de su boca como puedo.
Es genial sentir los dedos de Charlie en mi cabello, tocando suavemente, su otra mano sobre mi brazo. Ahora que la siento contra mí, soy increíblemente consciente de que no traigo puesta una camiseta. La fogata siempre la hacemos cerca al lago del pueblo. Empieza lo suficientemente temprano para que podas disfrutar de muchas horas de sol antes de que llegue la noche y se enciendan las fogatas.
―Mm, Charlie ―susurro, deslizando mis labios hacia abajo, presionando un beso debajo de su mandíbula. Aun así, Charlie no se aparta. Su mano se desliza hacia abajo por mi cuello y frota suavemente sobre mi espalda. Se siente bien. No puedo evitar el escalofrío que recorre mi cuerpo. Presiono mi rostro a su cuello y suspiro―. Me lo estás poniendo muy difícil.
Charlie ríe y por algún extraño motivo hace que quiera abrazarla más fuerte. Lo hago, la levanto del suelo por un segundo, antes de ponerla nuevamente en sus pies.
―No estoy haciendo nada ―se queja.
Pero, está haciendo todo. Todo sobre ella hace que me vuelva loco.
―¿Cuándo podré besarte, hm? ―pregunto, dejando un pequeño beso en la piel de su cuello. Su piel es tan suave, lo único que quiero hacer es pasarme el día entero besando cada centímetro de su cuerpo―. No sabes cuánto quiero besarte.
―Cuando seamos novios ―responde, su voz una dulce melodía demasiado cercana a mi oído.
Mi cuerpo entero comienza a entibiarse y no precisamente por el sol al que he estado expuesto por más de una hora ya.
―¿Y cuándo seremos novios? ―pregunto, sonriendo contra su hombro.
Parece que lo medita un momento. Luego, se aparta lo suficiente para mirarme a los ojos.
