Warrior (the 100)

The princess & the warrior

"La princesa y la guerrera"

N.Africa

África en cuanto se soltó de Octavia, se subió a la nave y se estiró mirando al cielo.

Suspiró y respiró llenando sus fosas nasales del aire más verdadero que había respirado jamás.

Sintió una presencia a su lado y levantó su cabeza viendo al tal Finn sentado a su lado mirando hacia abajo.

–Me estás siguiendo? –preguntó ella.

–No, me apetecía subir aquí –dijo Finn.

–Ah okey –susurró con extrañeza África.

Se levantó y miró junto al chico hacia abajo presenciando una pelea, dónde un chico, empujó a Wells y este cayó haciéndose daño en el tobillo.

Clarke habló... No sabe que dijo y Wells dijo algo que tampoco escucharon desde arriba.

Pero luego el chico que empujó a Wells antes se acercaba a el hasta que África, adelantándose a Finn (quién iba a hacer lo mismo), saltó interponiendose entre los dos y habló mirando al ojiazul.

–Tiene un pie mal, porque no esperas a que sea una pelea justa –dijo delante de Wells.

El ojiazul la insultó por lo bajo y se alejó.

En ese momento saltó Finn y miró a África sonriendo.

–Muy ágil –dijo y el y África chocaron puño.

Rieron levemente.

–Eh caminante espacial, la próxima sálvame tu a mi –dijo Octavia haciendo reír a África.

–Tenemos que ir a monte Weather pero no puedo ir sola, Wells tiene el pie mal –se escuchó la voz irritante de Clarke y los dos se giraron a mirar que pasaba.

Luego se acercaron.

–Necesitan gente? Aquí estamos –dijeron Finn y África al unísono.

Luego se acercó Monty con otro chico de gogles (gafas).

–Hey Jasper y yo ayudamos –dijo Monty sonriendo.

–Esta bien ya podemos ir –dijo Clarke.

África gruñó sin darse cuenta pues la chica parecía creerse una líder o algo así.

Todos lo escucharon y la miraron, pero tan pronto la miraron lo dejaron de hacer.

Había momentos en los que África no podía evitar sus instintos de lobo, le era inevitable.

Cuando se enfadaba mucho, no podía evitar que sus ojos cambiaran a amarillo y sus garras salieran, tampoco podía evitar gruñir y a veces tampoco podía controlar su fuerza y sus impulsos.

–Bueno vamos o que –preguntó África mirando a los que iban a ir.

–Uy esto suena a fiesta, yo voy. Hola África! –dijo Octavia y ella y la nombrada se abrazaron levemente y luego se cogieron de la mano y empezaron a caminar a la salida hablando.

Los demás las seguían.

Pero de repente alguien cogió a Octavia del brazo haciéndolas detener.

–Donde crees que vas? –pregunto el tal Bellamy, hermano de Octavia.

–A buscar el monte Weather –respondió con indiferencia la chica.

–No vas –contestó el.

–Cuantos más mejor, ella viene –intervino Clarke haciendo por una vez en su vida algo bien.

Bellamy la miró mal.