Survive. | Peter Parker. [2]

0.7

Atenea cerraba su casillero cuando Peter apareció a su lado con una sonrisa.

—Hola Peter. — Dijo ella con una pequeña sonrisa en su rostro. Extrañaba a su novio.

—Hola Atenea. — Él le dió un pequeño beso en la mejilla antes de tomar su mano y dirigirse a su siguiente clase.

—¿Cómo está el equipo?

—Nerviosos, el decatlón es la otra semana así que están estudiando como locos.

—Son unos genios, les irá bien. — Ella le sonrió nerviosamente. —Papá habló conmigo. — Hizo una pausa, tenía miedo de la reacción del chico. — T'Challa me invitó a Wakanda, cree que es una buena oportunidad para mi.

—¿Wakanda? Es algo lejos y no hay nada allí...

—Prefieren no presumir sus avances, el rey cree que allí podré alcanzar mi potencial.

—Espera un segundo. — Peter la detuvo al medio del corredor. No había mucha gente allí. — ¿Realmente estás considerando ir?

—Es una buena oportunidad ¿Porqué no ir?

—¿Así de fácil tomaste la decisión de dejar Midtown?

Atenea frunció el ceño.

—¿Crees que es fácil dejar lo que queda de mi familia? ¿Dejar a mis amigos? ¿Dejarte a ti? — Peter la observaba seriamente, sin ninguna expresión en su rostro. Ahí Atenea entendió todo. — Sí lo es... va a ser más fácil de lo que pensaba.

— ¿Qué...?

—Será difícil, pero no tanto como creía. — La chica se acercó al joven y pasó su mano por su mejilla. — Tienes al decatlón, la escuela, a Spider-Man; yo tengo a mi familia, a Gravity. Ya no tenemos tiempo para el otro, ya no es lo mismo. Y eso lo sabes, no tengo porqué leerte la mente para saberlo.

Ambos se quedaron observándose unos segundos antes de que Peter hablara.
—Sabes que siempre te querré, probablemente no tanto como ahora, pero siempre lo haré. — Atenea abrazó al chico por unos segundos en un silencio para nada incómodo, en uno donde no se necesitaban palabras. — Sabes que te extrañaré mucho ¿No? — Dijo él al separarse.

—Yo igual te extrañaré, Peter, pero no será mucho tiempo. — Atenea se iba a sacar el anillo en su dedo, pero el chico la detuvo tomándole las manos.

—Consérvalo, prometí cuidarte siempre y yo cumplo mis promesas.

Atenea le dió un corto beso en la mejilla antes de alejarse con una sonrisa apenada y lágrimas en los ojos.

A pesar de todo, Peter Parker siempre iba a tener un espacio en su corazón. Y hoy él le había mentido, la amaba tanto como siempre lo había hecho, pero sabía que debía dejarla ir porque él no podría darle todo lo que ella merecía.