Capítulo Tres

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Es primavera. Es primavera. Es primavera. Es primavera.

Digo lo mismo cada vez que observo un árbol en el camino. ¿Sería tan difícil para el mundo solo parar un momento?

Recuerdo la anterior primavera, y en como se sentía tan fría y helada desde el campamento. La nieve se congelaba en las subidillas del extenso lugar, y a todos los verdes nos tocaba despojar el suelo del campamento, con palas de metal y un arma apuntándonos al cuello a todos.

Liam había vuelto a manejar, y yo desperté unos veinte minutos después de haberme desmayado. Además de hace un dia en el campamento, esa era una de las primeras veces que me desmayaba en años. Jamás me había enfermado, y le atribuyo eso a la familia de mi padre.

En resumidas palabras, esos bastardos parecían estacas de hierro cuando el invierno llegaba, y las enfermedades con él.

Charles bajó el vidrio del asiento delantero, y la brisa cálida logró llegarme. Pensé que Charles estaba siquiera disfrutando de la vista, pero señaló algo unos metros más adelante. Era un Motel pequeño, con varios autos abandonados en el estacionamiento. Desde mi vista, la mayoría de cosas estaban cubiertas por árboles, pero cuando Liam avanzó más hasta la entrada, logré ver todo lo que había.

- Podemos descansar aquí, sólo ésta noche - Todos asentimos, pero Charles se quejó notablemente. Estoy comenzando a pensar que ese chico no hace nada más que quejarse de todo.

Que digo, si yo soy igual.

Liam estacionó la camioneta destartalada en uno de los espacios, y Charles sacó dos linternas viejas de su maleta. Ambos las prendieron, y pasamos por todas las habitaciones asegurandonos de que estén completamente vacías.

- ¿Te sientes bien? - me preguntó el chico, mientras los demás seguían adelante hacia una habitación vacía.

- Es sólo un poco de dolor en la cabeza, nada para preocuparse - le dije, sonriendo levemente. No preguntes.

- Josie dijo que le tenías miedo a manejar por un accidente, ¿es verdad? - Sólo dos personas en mi vida me habían preguntado eso, y a ninguna les había dado respuesta.

- Si, así es - mentí, para mantener la distancia entre todos. Era posible que en el camino nos separemos, y Josie o yo misma no podíamos encariñarnos de nadie. No es hora para los sentimientos. - Fue hace años, no me gusta hablar de ello.

Él entendió a que me refería, y me dejó pasar a la habitación. Sólo hay una cama, pensé mientras pasaba por el lado del baño, en donde ya Charles se había instalado y cerrado la puerta con veinte cerrojos imaginarios. Liam nos dijo a las tres chicas que dejáramos las maletas sobre la cama mientras cada uno entraba al baño. Josie se recostó junto a Zu, y ambas comenzaron a ver lo que había en la mochila de la mayor. Zusume le tocó las manos con un dedo envuelto en el guante amarillo, y después señaló sus propias manos.

- También soy amarilla - Josie se llevaba bien con Zu, lo cual no me molesta. Después de tantos años, espero que pueda hacer su primera amiga.

Yo tomé mi maleta, y me senté en el suelo de alfombra. Liam hizo lo mismo a mi lado. - ¿Por qué Josie estaba contigo en los verdes, si ella es una amarilla? - Notaba la intriga que Liam tenía por saber un poco más por el campamento, así que decidí contarle la historia mientras Ruby y Josie estaban con Zu.

- Ambas llegamos cuando el campamento acababa de abrir - comencé, tratando de distraer a mis manos con la mochila - Descubrí que era una amarilla cuando me tocó accidentalmente. Descubrí la manera de cambiar el resultado de la selección, y lo hize parecer a un accidente. Después ella entró a la sala y fue dada como una verde. - No quería contarle el trasfondo de las cosas, ya que había hecho cosas para mantener a Josie con vida en ese campamento. Incluso ahora, me sigue recordando a mi hermana menor.

Dear, Utopia - the darkest mindsWhere stories live. Discover now