Nuestra Lucha - Chriserick (Segunda Parte)

Capítulo 15

Sabía que Christopher no sería capaz de poner esa orden en mi contra, a pesar de que esté con su ahora novio era más que evidente que no se iba a olvidar de mí.

Estaba enojado porque de seguro ahora no iba a poder tenerlo en mi cama nuevamente, tendría que buscar a alguien que sea bueno en el sexo, él mismo lo dijo "nadie es indispensable".

Ya en casa me quité la ropa para darme un baño y ahí estaba, la famosa cadena que ambos teníamos. Podría quitarmela, pero ya estaba acostumbrado a llevarla conmigo.

Sonreí al recordar cuando la puso en mi cuello, fue el mismo día en que tomó la foto que con tanto coraje rompí.

Era como un círculo vicioso, la cadena nos unía a ambos con una foto que guardaba ese momento, momento que estaba grabado en la piel de Christopher con un tatuaje como forma de cariño hacia mi.

- Que cómico - dije para mí.

¿Yo? Solo tenía sus recuerdos en esta enorme casa, en esa cama en la que solo ha estado él.

Quizás estaba siendo injusto con él, quizás no podía olvidar su traición, después de muchos años le entregué mi confianza a alguien y cómo todos terminó fallando.

Al salir del baño y buscar ropa, ví que aún estaban sus cosas, nunca las quité porque mi objetivo era traerlo de vuelta a la casa.

Quité todo, cada prenda y la metí en una bolsa para tirarla a la basura.

El sonido de mi celular me sacó de mis pensamientos, un número privado me estaba llamando, no era una buena señal.

- ¿Si?

- Un policía más, un policía menos ¿Qué más da?

Fue lo único que me dijeron, no entendí realmente hasta que lo asocié con alguien.

- Christopher.

Salí corriendo para subirme al auto, tenía que llegar a tiempo, de seguro lo decían por él.

Dejé el auto unas cuadras más atrás, corrí para tocar la puerta varias veces hasta que me abrió.

- ¿Tú de nuevo? - me metí a la casa cerrando la puerta de inmediato - oye vete.

- ¿Hay alguna salida por el jardín?

- No, solo hay una muralla ¿Por qué?

- Hay que irnos - lo empujé para que caminé.

- ¿Qué?

- ¡SOLO AVANZA!

Corrimos hasta la parte de atrás, saltamos la muralla como pudimos, ahora sí me sentía como un delincuente.

- Dime qué pasa - no entendía nada.

Iba a responderle cuando sentimos disparos en su casa - corre corre corre.

Llegamos a una especie de parque, la verdad yo no sabía dónde estabamos ya que no conocía mucho esta zona.

- QUE MIERDA HICISTE.

- ¡NO ME GRITES! No hice nada, te lo juro.

- Explícame que mierda fue eso entonces.

- ¿Recuerdas que te conté sobre unas cartas con amenazas que me llegaban?

- Sí.

- Creo que me las están empezando a cobrar - tomé un descanso - recibí una llamada de un número privado y me dijeron "un policía más, un policía menos ¿Qué más da? Y al único que conozco es a ti.

- No puede ser, yo no tengo nada que ver con eso.

- Lo sé, lo sé.

- Todo esto es tu culpa, ahora corro peligro por tu culpa.