Nuestra Lucha - Chriserick (Segunda Parte)

Capítulo 14

No me sacaba de la mente ese beso, se suponía que a Christopher solo le gustaban mis labios.

Estaba en una cama que no era la mía, recordé que luego de salir del lugar seguimos bebiendo, no me gusta estar muy conciente cuando hago estas cosas.

Recogí mi ropa que estaba en el suelo y comencé a vestirme, la pregunta era ¿donde estaba?

- Que asco - mi ropa tenía el olor del alcohol impregnado.

Podía ser lo que sea, pero siempre trataba de cuidar mi imagen, verme bien y oler rico, en ese aspecto era muy delicado.

- No pueden haber relaciones amorosas entre compañeros de trabajo ¿O si?

Fui a su casa, digamos que a fastidiar un poco. Iba llegando cuando ví a Zabdiel salir de su casa, no había que pensar mucho para saber que se quedó a dormir, se despidieron con un beso en los labios - ¡Ay qué tiernos!

Tuve que esperar a que se vaya, que escena de romanticismo más patética tuve que mirar, se lo prestaría por unos días.

Bajé tranquilo y toqué su puerta, quería ver su cara.

- ¿Alguien me extraña? - fue lo primero que dijo al verme.

- A ti no te sale Christopher.

- ¿Qué quieres? - no me dejó pasar.

- Córrete no quiero pasar a la fuerza.

- No vas a entrar que te pasa.

- ¿Por qué? ¿Zabdiel dejó muy desordenada la casa? - sus mejillas quedaron rojas - una semana ¿y ya te andas ofreciendo?

- Mira quién lo dice.

- Al menos yo nunca he metido a alguien a mi casa, deberías agradecer eso, en esa cama solo me he acostado contigo.

- Durmió en el sofá, no seas idiota.

- Quiero verlo - me metí a la casa y si había una manta con una cobija en el sofá.

- Ni siquiera te has bañado, me extraña de ti.

- Aún no llego a mi casa - lo noté algo extraño mientras recogía lo del sofá, a pesar de todo igual terminé conociendo un poco de él - ¿Qué te pasa?

Tomó un respiro - voy a intentarlo con él.

- Ni lo pienses.

- No quiero que te metas en mi relación, no quiero problemas.

- ¿Relación? ¿Ya andan? - me paré al escuchar eso.

- Sí - dijo algo bajo.

Mi mandíbula estaba apretada, me pegó justo en el ego - a ver cuánto te dura la calentura.

- Yo no soy como tú.

- Eres peor, pareces prostituto buscando cariño - en menos de un segundo su mano estaba en mi cara - ¡Uf! Extrañaba esto.

- Voy a pedir una orden de restricción en tu contra, no te quiero cerca de mi, se acabó Erick, ya no más - sonaba decidido.

- Está bien, haz lo que quieras ¿Me ves preocupado? - me puse de pie y me dirigí a la foto que tenía de nosotros - supongo que a Zabdiel no le va a gustar ver esto aquí ¿Verdad?

- La voy a quitar, no te preocupes.

Tomé el cuadro y lo tiré contra el piso provocando que se rompa, sabía que esa foto para él tenía recuerdos y sentimientos. Saqué la foto entre los vidrios y la rompí en su cara.

- Que alivio, me saqué un peso de encima - fue lo último que dije.