Historia narrada por Daniela
Calle es una chica a la que molestan en la escuela
Poché es nueva allí
Daniela piensa que podrían ser amigas... hasta que la conoce de verdad
Señora Nieto, ¿qué me trae hoy por aquí? ¿Gritaron demasiado? ¿Rompieron algún libro? - empezó a decir sin apartar la vista de las hojas que había sobre su mesa
Señor director, ¡estas chicas estaban besándose en mi biblioteca escondidas tras las librerías! - respondió ella nerviosa
Bueno bueno Kika, no creo que sea tan grave ¿Con quién andaban besándose?
Entre ellas Señor Mata
Al oír eso, el director levantó la vista de sus quehaceres y le indicó a Kika que se retirara
Nombre y edad por favor
Daniela Calle, 17 y María José Garzón, 18 - respondimos, y esperamos a que nos buscara en el registro
¿He oído bien señoritas?
Señor Javier, déjeme explicarme...
Llámeme Señor Mata, soy su profesor. Hablemos de lo ocurrido, ¿es cierto que se besaron entre ustedes?
Miré a Poché en busca de ayuda, ya que ella parecía más tranquila que yo. Al verme, asintió y agarró mi mano
Sí Señor Mata, estuvimos besándonos en la biblioteca ¿Hay algún problema? ¿Hicimos algo mal?
Señorita Garzón, no me gusta que jueguen conmigo. Quedarán ustedes castigadas dos meses sin recreo haciendo tareas en el aula de Arte, ¿entendido? ¡Y no quiero que causen ningún problema más! Esperen una llamada a su casa, pondré a sus padres al tanto de lo ocurrido
Al oír eso se me aceleró el pulso. Mi mamá, no podían contarle eso. Pero sobretodo, el papá de Poché, ¿cómo se lo tomaría? No sabía qué pensaba él de... Esto
Simplemente seguí a Poché fuera del despacho, enfadada y confundida a la vez. ¿Dos meses? No habíamos hecho nada malo, pero no quería meterme en más problemas quejándome por nuestro castigo
Nunca había dado arte en esa escuela, y no sabía muy bien qué profesor nos tocaría, pero esperaba que no fueran ni Kika ni Javier
Al día siguiente, en la hora del recreo, estábamos Poché y yo esperando en la puerta del aula donde estaríamos castigadas los dos próximos meses, cuando vimos por el pasillo acercarse a una mujer. Vestía con unos jeans claros rotos, unos tenis blancos, una camiseta corta negra y una especie de chaqueta de varios colores. Supuse que era una nueva alumna de la escuela, pero no le di mucha importancia
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De repente se acercó a nosotras, y empezó a hablarnos a la vez que miraba hacia su cuaderno
Ustedes deben ser María José y Daniela, ¿cierto? - simplemente asentimos - Yo soy Juana, profesora de arte, y espero que estos dos meses no sean muy aburridos para ninguna de nosotras - terminó con una gran sonrisa
¿Era nuestra profesora? No aparentaba nuestra edad, pero tampoco la edad de una maestra. Sin decir nada, Poché y yo nos miramos extrañadas para después entrar en el aula
Bien, les daré algunos trabajos para que vayan haciendo durante el tiempo que pasen aquí. Empezaremos pintando esos decorados para la obra de teatro de la semana que viene. Traje unas batas para no mancharnos, cojan una y les explicaré cómo lo haremos, ¿bien?
Poché y yo obedecimos y nos pusimos las batas, para después escuchar la explicación y empezar a pintar
Oigan, ¿y cómo es que acabaron castigadas tanto tiempo? Algo muy malo debieron hacer, ¿cierto?
Miré a Poché, y ella respondió - Digamos que... Molestamos a Kika sin querer
Juana nos miró extrañada, y insistió
¿Y cómo es que molestaron a Kika tanto como para estar dos meses sin recreo?
Nada intere... - empecé a decir cuando Poché me interrumpió
Besarnos
Juana se giró, dejó su pincel en un cubo y nos señaló que hicieramos lo mismo para después sentarnos las tres
¿Quedaron castigadas haciendo tareas durante dos meses por besarse? - dijo ella, ahora con una expresión seria
Exacto - respondió Poché, a lo que yo asentí
¿Por qué se besaban? - preguntó Juana, y al ver nuestras caras de desconcierto, explicó - ¿Era un reto?
¡Ah no, eso no! - respondí casi de inmediato
Llevamos unas dos semanas teniendo... Algo. Todo el colegio se enteró, al parecer. Y el Señor Mata dijo que llamaría pronto a nuestras familias - concluyó Poché, a lo que Juana abrió los ojos como platos
No tenía muy claros si iba a apoyarnos, o a añadirnos otros dos meses de castigo
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