Just different

Encantada

Ei, ¿qué te ha pasado? ¿Sofía otra vez? - me preguntó Sebastián

Asentí, y no hizo más preguntas. Él fue el único que no se alejó de mi, éramos amigos desde muy pequeños, y cuando todo pasó me dijo que nuestra amistad valía más que todas las cosas que la gente decía. Quería demasiado a ese chico.

Conseguí acabar en día sin ningún problema más, solo con los típicos insultos diarios ¡Aquello era un logro!

Por alguna extraña razón no había conseguido quitarme a la chica del baño de la cabeza. Era muy linda, eso sí, pero nunca me había pasado antes con nadie. No le di mucha importancia y seguí con mis cosas

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Al día siguiente llegué a clase hecha polvo. Casi no había conseguido dormir durante la noche, supuse que por nos nervios de 'la escuela'

A la hora de comer, como era de costumbre, me senté con Sebas. A lo lejos vi a Sofía entrar en la cafetería, con su usual grupito de perritos. Pero esta vez había alguien más.

¿Sofía tiene que joderme siempre? Pensé cuando vi a la chica del baño hablando con Paula como si se conocieran de toda la vida. De verdad esperaba poder hacerme amiga suya, pero viendo aquello, perdí toda esperanza

Ei, Calle, no me estás escuchando, ¿cierto? - dijo Sebas mientras hacía una mueca

Si, si... Solo estaba distraída - dije riéndome por su expresión

Tranquila, algún día se darán cuenta de lo fabulosa que eres y de lo estúpidos que fueron al tratarte así - respondió él mientras jugaba con un trozo de papel

Eres demasiado bueno conmigo Sebas - dije. Y en verdad lo pensaba, él solo había conseguido problemas gracias a mi

Todo por 'mi hermanita' - me dijo mientras me dedicaba una sonrisa

Era un momento perfecto, hasta que Paula se acercó junto con 'la chica del baño'

Hola perdedora, ¿qué tal tu vida aburrida? - gritó para que todos la oyeran. Pero en verdad solo miraba a Sebas, quién la tenía loquita. A pesar de que ella lo negara, era obvio que le gustaba

Ei déjala en paz, ¿bien? - dijo mi amigo levantándose de la mesa

Paula no podía ni pensar cuando Sebas le hablaba, así que 'la chica del baño' salió en su ayuda

Y si no, ¿qué? - dijo ella

¿Y tú quién eres? - preguntó Sebastián realmente intrigado

Poché, encantada de conocerte - le dijo extendiéndole la mano. Pero justo cuando él iba a cogerla, ella la apartó y dijo - No mentira, fue horrible conoceros

Y las dos chicas se fueron hacia la mesa de sus amigos riendo. En verdad todo el comedor reía

Estaba acostumbrada a que me insultaran, pero las palabras de aquella chica sí que me habían dolido, y ni si quiera sabía porqué

Sebas me miró y me dijo - Déjalas, son unas engreidas. Y Paula no puede ni mirarme a los ojos. Algún día le daré su merecido - dijo guiñandome un ojo, lo que me sacó una sonrisa