Aire

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Ya era lunes. Sospechosamente ni Sebastián ni María Laura habían venido a la escuela ese día, lo que me fastidiaba ya que no tenía más amigos. Cuando llegué, decidí esperar en los baños a que comenzaran las clases para evitar cualquier tipo de problema. Estaba encerrada en un cubículo cuando oí a algunas chicas entrar al baño. Reconocí las voces al instante, eran Sofía, Paula y Poché

Mierda. Mierda, mierda, mierda

Oí como la puerta se habría otra vez, y las voces desaparecían. Tenía que irme a clase, así que salí del cubículo.

Para mi sorpresa, las tres chicas seguían dentro del baño, y obviamente estaban esperando a que yo apareciera.

¿Nos espiabas? - dijo Paula con cara de asco, a lo que Sofía se rió

Déjala, no puede evitar fijarse en nosotras, ¿Cierto Poché? - esta no digo nada. Estaba tranquila, pero no parecía que quisiera participar en aquello

¿Qué tal si le damos su merecido para que no vuelva a hacerlo? - dijo Paula rompiendo el silencio

Sus palabras me hicieron extremecerme, y, automáticamente volví a entrar en aquel cubículo. Iba a poner el cierre justo cuando empezaron a empujar la puerta. Poché, por alguna razón, no estaba haciendo nada. Simplemente se quedó allí quieta

Eramos dos contra una, y aunque yo tuviera más fuerza, ellas dos juntas me ganaban. Consiguieron entrar. Intenté escapar como pude, pero fue en vano. Entonces, Paula me dió una patada en la pierna tirándome al suelo, y dejándome de rodillas. Sabía perfectamente lo que iban a hacerme

Paula me jaló las manos y Sofía me cogió del pelo mientras me decía con voz de profesora - No está bien espiar en los baños señorita Calle - Entonces metió mi cabeza en el inodoro, y volvió a sacarla rápido - Y espiar a chicas está peor aún. Ha sido usted una chica mala

Oí como Paula reía justo antes de que Sofía volviera a meter mi cabeza en el inodoro, pero esta vez por más tiempo. Empecé a marearme, me faltaba el aire. Intenté desesperadamente soltar mis manos, pero no fui capaz.

Justo antes de desmayarme, oí un grito a lo lejos- ¡Se está ahogando!
Desperté en la enfermería. Mis padres, al verme consciente me abrazaron felices. Entonces vi a Poché en la puerta, que cuando me vio despertar, se fue

Just differentWhere stories live. Discover now