confucion

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5 meses. Habían pasado ya 5 meses en aquel hospital. Había recordado cada día sin duda aquel horrible sitio . Ya en su infancia había tenido que ser hospitalizada debido a unas graves quemaduras. En esta ocasión, debido a varias fracturas.

En un principio le habían diagnosticado para 8-9 meses de ingreso. No obstante, una pequeña ayuda que le había ayudado a mejorar. Una pequeña ayuda que no esperaba que obtendría nunca.

Durante su período ingresada, Rivaille, iba a verla cada día. Siempre trayendo papeleo que resolver. Aunque estuviera de baja, en la milicia no existían las vacaciones. Tenía que continuar sus investigaciones aunque fuese postrada en una cama. A pesar de que él iba a verla solo por motivos de trabajo, le alegraba tener con quién conversar.

El nuevo comandante... iba a verla cada vez menos. Su ascenso le había ocupado la mayor parte del tiempo. Labores de comandante, solía decirle. Otro tipo de responsabilidades que le mantenían entretenido y cada vez más alejado de ella. Sin duda lo añoraba. Podía sentir su ausencia tan solo obnubilada por la compañía de su aliado.

Su fecha prevista de alta se adelantó. Mientras su camarada estaba con ella, intentaban ejercitar su cansada musculatura para favorecer la recuperación. Ante la mirada seria y penetrante del muchacho, la joven solía bromear con que él disfrutaba torturándola así por meterse con su estatura.

Los meses pasaron antes de lo previsto y se le concedió el alta médica.

Había ensayado numerosas veces lo que le diría a su superior cuando lo viera. Qué decir, cómo mostrarse, que aspecto tener. Pero, al ser una recuperación tan repentina, no pudo avisar a tiempo a su comandante, el cual partió en misión 3 días antes de ser ella dada de alta. No volvería en varias semanas.

-Bufff... que aburrimiento... - bostezó ligeramente recostada.

Ya habían pasado dos días desde la fecha de salida de aquel blanco y aseado lugar. Se encontraba en la sala común de capitanes tumbada sobre las piernas de Mike, el cual se mostraba últimamente muy inofensivo con respecto a ella. En una esquina de la habitación una pequeña figura leía el periódico tranquilamente.

- Sin duda llevas mucho tiempo allí encerrada, así que volver y que no haya nada que hacer debe ser tedioso – acarició su perilla con los dedos pretendiendo sonar interesante - Supongo que ya te habrán pasado una lista de los nuevos reclutas para que formes tu nuevo escuadrón.

- Sí, he leído los datos de algunos de ellos y parecen interesantes. Aunque no creo que muchos de ellos estén capacitados para el tipo de equipo que quiero formar. No creo que puedan aguantar mi ritmo.

- Mi equipo está especializado en rastreo y búsqueda. Al principio me asignaron a unos cuantos chicos al azar y yo hice que se especializaran a mi estilo de vida. También puedes hacerlo así.

- Lo se Mike, aunque no creo que a los nuevos reclutas les interese mucho entrar a formar parte de un escuadrón que irá destinado a investigar.

- ¿Y aquel chico? Recuerdo que uno de los nuevos cadetes pidió ser integrado en tu equipo en cuanto se formase. Pareció bastante insistente. Llegé a pensar que era "demasiado insistente".

- Ah, aquel. No-se-qué Banner. Lo voy a nombrar vicecapitán de mi equipo.

- ¿En serio?

- Claro, parece un chico muy dedicado. Y ha sido uno de los mejores de su promoción. Seguro que será muy interesante tenerlo en mi equipo.

- No se si sentir más pena por tí o por él por tener que soportarte... - comentó la voz tajante y cortante desde su asiento.

- ¿Y qué hay de tí? ¿Cómo va a ser tu escuadrón? ¿En que lo vas a especializar?

La vida de un soldado.Where stories live. Discover now