Gajes Del Oficio

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Había pasado bastante tiempo, desde que había ido algúna salida oficial, como la familia real. Arafat dijo que debía quedarme en casa para cuidar de nuestros hijos, al menos hasta Iskander deje el pecho y Behati pueda caminar por si sola.

Serán curiosos y se preguntarán, ¿Como los duques de Cambridge, pueden salir con sus hijos y tu no?. Sencillo, solo se seguimos las leyes de paternidad. Aún que nuestros hijos sean educados y demás, no quitan que sean niños y que las travesuras y berrinches podrían aparecer en cualquier momento. Nunca hubo un escándalo por algún berrinche de los hijos de quienes fueron los pasados jeques y menos habrá uno ahora...no necesitamos más escándalos.

Allá afuera somos la perfecta e impecable familia real, seguir protocolos, reverencias, hablar con propiedad y yo como mujer...obedecer  a todo hombre que pudiese encontrarse por arriba de mi título. Aún que por el momento Arafat era el único hombre que se encontrara por arriba de mi. En fin dentro de los límites de mi mansión, fiestas privadas, Chicago, Reino Unido y nuestras demás propiedades, eramos simples personas, con simples vidas. Solo Arafat y Skyler...Iskander y Behati. Nada de príncipe, jeque, jequesa, princesa etc..solo eramos "nosotros".

Tengo responsabilidades enormes, tengo 3 empresas a mi cargo (sin mencionar a las miles de personas que trabajan ahí) , un país que dirigir, 2 niños los cuales críar y un esposo que complacer. Por supuesto visto ropa lujosa, zapatos mortales y joyas que adornan mi cuerpo. ¿Se imagina perseguir a Behati en sandalias de tacón del número 12?, seguramente me hubiera roto el tobillo y darme un buen golpe. Prefiero vestir en mi casa jeans, camisetas de mangas largas y zapatilla deportivas New balance o Adidas Campus. Jasmine dice que soy como la mujer maravilla...quizá pero no se imagina lo cansado que es ser como la mujer maravilla.

-¡Iskander!- grité cuando el pequeño arrojó el plato de papilla con brocolis.

La masa verde se regó por toda mi camiseta y mi cabello. Sabía que solo fue un accidente, a mi tampoco me gustaba el brócoli de pequeña.

-¿esta todo bien?- preguntó mi abuela desde el marco de la puerta

-Si...es solo que tuvimos un pequeño accidente.- esboce una ligera sonrisa

Mi abuela entró a la cocina.

-Este pequeño ángel solo jugaba...estoy segura- mi abuela tomó a Iskander en brazos -Ve a darte un baño querida, yo me ocúpare de él

-Esta bien abue.- asentí -Bel puede ayudarte....

-Todo va a estar bien, anda corre

Asentí nuevamente y salí de la cocina con paso acelerado, no quería que alguien me viera así. Subí las escaleras y para mi buena suerte Dylan ahí estaba.

-Skyler...

Cerré los ojos con un suspiro y me di la vuelta mientras los abría.

-Buenas tardes Dylan

-¿que te pasó?- hizo sonar su tan horrible risa burlona. - ¿La realeza? debe ser una broma

-Si no tienes nada más que decir...

-no no no- detuvo mi andar -es más esta claro que plebeyas como tu...no encajan aquí

-Con permiso- me di la vuelta y seguí mi camino por el pasillo

Escuchaba los tacones resonando por las baldosas de mármol.

-Skyler, ¡vamos, no te ofendas!.

Cerré la puerta de mi habitación justo en su cara. En unos minutos fue abierta y dejó ver su flacucho y moreno cuerpo.

-Es de mala educación cerrarle la puerta en la cara.- comentó molesta

-No puedes entrar en mi habitación..¡Vete por favor!

-Ya basta Skyler- pidió y recorrió con la mirada mi tocador. Se acercó a el y comenzó a tocar. -¿que es esto?- sostuvo entre sus manos el prendedor del cabello, perteneciente a mi madre.

-Dylan, no quiero tener problemas ahora. Te pido que dejes eso en su lugar- inhale aire con profundidad y lo solté en un suspiro.

-El tío ahmed tenía razón...ni el diamante más caro puesto sobre tu dedo, te quitaría la facha de la plebeya que eres..- me lanzó una mirada de odio -De todas las mujeres provenientes de familias nobles y adineradas...saliste tu, torpe y sin gracia alguna.

-Por favor Dylan, acoplate, este es el siglo XXI no la edad media. Te digo por favor que te vayas de mi cuarto, si no llamaré a Roslyn y los chicos para que te saquen de aquí.

-Esta bien....me iré- me lanzó la mirada -Te doy un consejo

-Que cosa...

-Arreglate, haz ejercicio, cambia tu peinado....haz algo para mi hermano te voltee a ver más seguido. Pareces la hija de una de las sirvientas.

Después de eso, se fue moviendo sus feas caderas. Azotó la puerta y me hizo dar un respingo.

************

-¿Estas bien, mi vida?- Arafat me detuvo tocando mi hombro.

-Si...¿Por que lo dices?- oculte mi rostro bajo mis cabellos rojizos.

-En nuestro paseo, te he notado seria y eso me preocupa

Alce el rostro y me heche el cabello hacia atrás, Dylan tenía razón...debia hacer algo para que Arafat me volteara ver. Me puse delante de él, deteniendo nuestro andar por los jardines extensos de la mansión.

-¿Aun te parezco bonita?- murmure.

El pareció extrañado con mi pregunta.

-¿por qué me lo preguntas?

-Eso a sido un no...por que evadiste mi pregunta.- me crucé de brazos.

-No no...quiero decir....es que solo me extrañó tu pregunta.

Tomó mi rostro en sus manos.

-tengo como esposa a una hermosa mujer, siempre te he dicho lo preciosa que eres. No solo yo lo digo, eres considerada una de las mujeres más bellas del mundo...

-Ya se lo que las revistas dicen...quiero que seas sincero conmigo. ¿Aun te gustó?

-Eres ridícula, a mi me encantas Skyler...físicamente eres preciosa, amo tu suave cabello, tu piel es lisa y tersa, tienes facciones muy delicadas y amo el azul de tus ojos. Como hombre te lo digo, eres mujer hermosa....si quieres saber me encanta tu trasero.

-Arafat...- reí

-¿que?- esbozo una sonrisa -ahora en tu manera de ser me vuelves loco, eres como mi madre. Estas llena de bondad y buenos sentimientos. Soy afortunado de tener a alguien como tu a mi lado.

-¿De verdad?

-Si, eres la dueña de mi corazón Skyler...

¡oh, my love! Pt. IIWhere stories live. Discover now