No quería ir a ningún bar solo. Parecía que todas las señales sólo indicaban que tenía que ir a ver al escultor. Además, eran las diez de la noche y no le había enviado ningún mensaje que decía << No hace falta que vengas hoy, gracias >>, aunque al principio Taehyung le ponía emojis tiernos, ahora ya no los usaba. Y le hacía sentir extraño. Como un maldito rechazado.

Con la excusa convincente de que tenía que ir a por su pastilla, se encaminó hacia las escaleras hacia el departamento del escultor repitiéndose el mismo mantra de siempre, pero que nunca solía funcionar cuando se trataba de él.

- Ah, vamos, Hoseok, sé amable... -susurró para sí cuando llegó al piso correcto, caminando con confianza, tratando de suprimir el nerviosismo en su abdomen, hacia la puerta número 12 que quedaba al final del pasillo-. Sé amable, sé amable, sé...

Hoseok se calló, deteniéndose al ver como la puerta de Taehyung se abría de golpe a un metro frente a él, escuchando más claramente los gritos, forcejeos e insultos. Sorprendido, vio como Taehyung empujaba al mismo tipo del soso cuello de tortuga con violencia y rabia, mucha más rabia que Namjoon ocupo para echarlo del departamento. Y también dolor, que era lo que más destilaban sus ojos rojos y mejillas húmedas. Taehyung estaba logrando que el tipo saliera del departamento a base de empujones, pero el contrario se resistía aferrándose al contorno de la puerta, para luego agarrar las muñecas de Taehyung con fuerza tratando de doblegarlo para que se quedase quieto, el gemido de dolor de Taehyung exclamando un << ¡Deja de lastimarme! >> que le hizo despertar de su estupor y correr hacia ellos como en una avalancha.

- ¡Hijo de puta, suéltalo! -gritó Hoseok iracundo, el calor extendiéndose por todo su cuerpo a la misma vez que tiraba del cuello de la horrible camiseta, esta vez negra, hacia atrás haciéndole trastabillar y soltar a Taehyung, dándole un certero puñetazo en la quijada. El tipo era más alto que él, más fornido, por eso Hoseok no dudó en propinarle otro golpe al ver que el primero apenas le había hecho alejarse unos centímetros, empujándolo hasta que cayó al piso justo en medio de la puerta. Hoseok le había pegado tan fuerte, que sus nudillos dolieron al instante y no pudo evitar gruñir apretando los dientes por la electricidad cauterizante que recorrió su mano.

- ¡Largo! -gritó Taehyung, agarrando al tipo de la camiseta, levantándole apenas y arrastrándolo fuera del departamento. Él se veía desorientado por el golpe que le había dado Hoseok, tocándose el rostro y apenas fijándose en Taehyung -, ¡No quiero verte en mi puta vida, Minho!, ¡Eres un maldito saco de mierda!

- ¿Quién mierda eres tú? -señaló Minho hacia Hoseok, con desprecio.

- ¡Tu puta madre que va a darte otro puñetazo sino te vas ya! -gruñó devuelta, haciendo ademán de arremeter contra él, pero deteniéndose cuando Taehyung lo agarró de la camiseta y lo tiró hacia tras él, dentro del departamento- ¡Lárgate!

Con un último rugido y mirada fulminante, Taehyung le cerró la puerta en las narices y puso el pestillo, justo antes de que Minho se pusiera a aporrear la puerta y a gritar más insistente que antes.

- ¡Taehyung, abre la puerta!, ¡Tenemos que hablar!, ¡Taehyung!, ¡¿Quién era ese imbécil?!, ¡Taehyung!

Hoseok, aún alterado y fijo en la puerta que retumbaba por los golpes, notó como las piernas de Taehyung flaqueaban, igual que todo su tembloroso cuerpo, apoyándose en la pared al lado de los zapatos y dejando que su cuerpo se arrastrara hasta sentarse en el suelo y ocultara su rostro lloroso entre sus manos.

- H-haz que se v-vaya, por f-favor -suplicó entre gimoteos-, q-quiero que se v-vaya... o voy a matarlo a golpes.

Hoseok iba a volver a gritar que se fuera, que iba a llamar a la policía e incluso iba abrir la puerta para darle otro puñetazo y hacer que se callara, pero otra exclamación furiosa en el pasillo diciendo <<¡Si no te largas voy a llamar a la policía, hijo de puta ruidoso!>>, perteneciente al vecino de al lado -y el más malhumorado, tal como él, según Taehyung- hizo que Minho cerrara la boca y dejara de golpear la puerta con los puños, yéndose segundos después.

- Creo que ya se fue -musito Hoseok, aún alerta ante el repentino silencio que sólo era llenado por los gimoteos y sollozos de Taehyung sentado en el suelo. Hoseok junto las cejas, preocupado, y se acuclilló frente a él-. Oye, tranquilo, Taehyung... -trato de consolarlo con su voz, porque aunque sus manos se movían dirigiéndose a él para tocarle, el nerviosismo royendo su cuerpo le detenían-. Oye, pollito, deja de llorar, oye... -murmuró afligido.

Ciertamente odiaba a la gente que lloraba. No sabía como actuar. Tranquilizar a la gente era especialidad de Namjoon y de Mel. Y de su madre adoptiva, claro. No de él.

- Es que... soy un estúpido -gimió Taehyung, destapándose el rostro sólo para secarse las mejillas con la manga de su sudadera color beige-. S-soy tan... e-estúpido.

Hoseok no pudo evitar gruñir, angustiado e impetuoso, levantándose porque no podía soportar el tener a Taehyung frente a él, siempre tan inquebrantable, llorando por un imbécil. Le desesperaba.

- ¡Basta!, ¡No tienes que derramar lágrimas por ese come-mierda, Taehyung!, ¡Deja de llorar!

- ¡No estoy llorando de tristeza, idiota, estoy llorando de rabia! -aclaró Taehyung, casi adivinando los pensamientos de Hoseok y levantándose del piso, otra vez recompuesto mientras apretaba los puños y apretaba la mandíbula, las venas de su sien notándose-, ¡Tengo tanta rabia contra ese pedazo de basura humana que no puedo evitar llorar!, ¡Tengo mucha rabia!

Hoseok, un poco intimidado por la repentina explosión de su rabia, se cruzó de brazos, intranquilo.

- ¿Qué hizo?

- ¡Me engañó otra vez!, ¡Me mintió! -confesó con exasperación, apretando el puente de su nariz como si eso pudiera hacer que dejara de llorar-. Me hierve la sangre que no me halla dicho que tiene un novio y más encima que lo haya engañado ¡Conmigo!, ¡Ese hijo de perra se atreve a usarme como su puta! -rompiendo en un llanto lleno de furor, desordenó su cabello revuelto con sus manos y se giró hacia la pared, apoyando la frente y dándose cortos cabezazos. Hoseok hizo una mueca, sintiendo su pena, porque podía ser un imbécil burlándose de él, pero era bastante empático y podía imaginarse lo usado que debía sentirse Taehyung en ese instante.

- Tranquilízate, Taehyung, basta -exclamó Hoseok, indeciso sobre si tocarle o no, sus manos sudando aferrándose a su pantalón y luego quedando en el aire, inmóviles. Taehyung estaba ahí, luciendo tan indefenso y furioso a la vez, él podría tocarlo con facilidad, podría acercarlo a su pecho y podría consolarlo acariciando su cabello suelto. Podía hacerlo, iba a hacerlo, pero sentía un temblor en su cuerpo que no le dejaba hacer ninguna de las dos cosas, sólo hablar-, mírame... Mírame -habló más fuerte, más seguro, haciendo que Taehyung se diera la vuelta, apoyando su espalda y cabeza contra la pared, su respiración tan irregular por sus sollozos casi rozando la histeria-. Mírame y respira, respira... mírame... mírame y respira conmigo.

Hoseok se acercó lentamente mientras lo decía, apoyándose con ambas manos en la pared al lado de la cabeza de Taehyung, con los ojos fijos en los de él tratando de transmitirle tranquilidad, admirando los ojos rojizos e hinchados del escultor, sus labios húmedos, tan rosados e hinchados por mordérselos y relamerse tanto, sus mejillas mojadas en una nueva oleada de lágrimas que Taehyung trataba de borrar con las mangas de su sudadera mientras se apartaba mechones del rostro, luciendo como un niño inocente y tan lastimado.

Hoseok no podía dejarlo así, aunque no se sentía capaz de tocarlo al enfrentarse a su mirada, al menos podía decirle con la suya que estaba ahí con él, a sólo centímetros frente a él. Unos centímetros de aire que no significaban nada cuando se miraban.

Taehyung seguía hipando, sus mejillas rojas, y luego escapando cohibido de la mirada penetrante del profesor.




[1/2]

Tócame. HOPEV.Where stories live. Discover now