La Sentencia

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La Sentencia

El juicio se había extendido más de lo planeado, eran muchas las pruebas presentadas en contra de Amber.

Los reportes medicos de Hermione establecían el estado lamentable en que se le encontró, las muestras de tortura, la laceraciones en la piel, las costillas rotas al igual que la pierna, los múltiples hematomas y un sinfín de marcas que se extendían por el cuerpo de la castaña.

Lavender Brown no aporto mucho a la investigación, ya había recuperado su memoria por completo gracias a Amber, pero no estaba exenta de recibir un castigo menor por realizar la poción multijugos dentro del las instalaciones del castillo sin autorización y para fines ilícitos.

La Directora Minerva McGonagall subió al estrado para exponer con detalle el hechizo que se realizo Amber, así como las consecuencias al haberse efectuado de mala manera. Madame Pomfrey también se presento para narrar las condiciones en las que llegaron a la enfermería del colegio Hermione y Amber.

Ron fue de los últimos en pasar a declarar, explicando cómo fue capaz de localizar a sus compañeras dentro de la cueva colapsada. Mostro al jurado el desilusionador y explico a grandes rasgos su uso, fue difícil que el jurado entendiera el uso del desilusionador por completo  pero basto con decir que era invención del gran Albus Dumbledore.

Todas las pruebas fueran expuestas, los argumentos sobre la afección en la mente de Amber Turpie por el hechizo, las declaraciones de los testigos que argumentaban sobre el daño que se había provocado a sí misma y que habían desencadenado en una locura temporal, que la orillo a causarle daño a Granger. Todo se resumía ya a la decisión que tomaría el jurado para sancionar a la chica.

Los jurados deliberaron en privado su decisión, mientras se hizo un receso.

Si bien era cierto que Amber no tenía voluntad propia en el momento en que secuestro y agredió a Hermione, también era cierto que había conjurado las maldiciones imperdonables y que debido a ellas la castaña estaba en coma, o al menos eso creían.

Amber estaba sentada entre su hermano y Ron, solo esperaba que eso terminara pronto, estaba resignada a terminar en Azcabar, y no podía decir que no lo mereciera, se seguía sintiendo culpable por el estado en que estaba Hermione.

La rubia tenia la vista fina en el piso, su rostro estaba inexpresivo y sumamente pálido, sus manos frías denotaban su nerviosismo, se sentía tan avergonzada que no se atrevía a levantar la vista.

Los señores Granger estaban presentes también en el lugar, se les permitió asistir como representantes de su hija. Habían escuchado cada palabra de lo que se discutió en el juicio tratando de mantenerse serenos, era difícil recordar todas las cosas por las que paso su pequeña y que aun ahora no sabían si algún día iba a despertar.

Al reanudarse la sesión todos tomaron su lugar, Ron apretó con un poco mas de fuerza la mano de Amber y la beso en la mejilla cuando fue llamada para que subiera al estrado, dejarla ir fue algo muy difícil para el pelirrojo.

Amber se levanto de su asiento y camino algunos pasos  para colocarse donde le indicaban, no tomo asiento se mantuvo de pie sin levantar la vista, una pequeña lagrima resbalo por su mejilla, misma que limpio con su mano. Tomo aire resignada a su destino.

-Pues bien. -Dijo el Señor Weber. -Todas la información ha sido analizada, así como presentados todas la pruebas. Se tomo en  consideración el estado de la señorita Turpie, al momento de realizar el secuestro, así como el hecho de que conjuro las maldiciones imperdonables en contra de la Señorita Hermione Granger, que como consecuencia sigue en coma. Y al no contar con el testimonio de la misma es difícil establecer si en verdad usted intento salvarla al final, por lo tanto la señorita Amber Turpie será enviada a Azcabar por un periodo de…

Una Oportunidad Para RedimirteWhere stories live. Discover now