No más Shancai | Jardín de Meteoros

Bartender #3

Daoming Si se había enterado del paradero de Shancai gracias a Huaze Lei.

Ya no sentia casi nada por Shancai, se dio cuenta de que ella no estaba dispuesta a dejar todo y amar como él lo había hecho con ella. Ya no necesitaba de Shancai. Huaze Lei había ido tras ella.

Pero a él no le importó.

Seina ya había vuelto de lo de su padre así que lo único entretenido que se le ocurrió era llamarla para invitarla a salir. 

—¿Hola, Seina?

Escuchó la música alta del bar y pensó que no era buen momento para llamarla.

—¡Daoming Si! ¿Que hay?  —Pudo sentir aquella sonrisa detras del microfono e inmediatamente una igual se dibujó en sus labios.

—Quería invitarte a salir, pero si estas...

—No hay problema, mi turno se termina temprano y ya estoy saliendo —Se escucha bulla y gente hablando, pero de la nada el sonido de una puerta cerrándose oculta el bullicio y solo queda su voz—, ¿en donde nos vemos, Daoming Ah Si?

—En la plaza, en una hora.

«Tal vez es muy poco tiempo», pensó.

—En una hora. —Cortó.

Mientras él ya estaba listo con su ropa, Seina recién llegaba a su casa.

Ya no era rubia por lo que el cabello sería fácil, medio se baño, cambio de ropa interior y busco la ropa. En el armario encontró los viejos y grunge pantalones de su adolescencia, jean claro y rasgado, le quedaba algo apretado, después de todo no tenía el mismo de cuerpo que cuando tenía 16. Rápido con las converse negras, ató los cordones con rapidez. Un buzo a rayas negras y blancas con el cuello alto y por encima una camiseta con el estampado de GD Untitled. 

Se maquilló con velocidad y al igual llamo un taxi para ir a la plaza.

El joven Daoming Si se preparaba y deba los últimos toques a su vestimenta, colonia, joyas y el cabello sin ningún producto o liga, natural.

Salió de su casa y condujo hacia la plaza. Le daba algo de alegría llegar primero, pero al mismo tiempo tenía preocupación por haberle dado tan poco tiempo. Siente unas manos en sus ojos, que los cubren.