¡Bienvenidas Alumnas! [Yarichin☆Bitch-Bu]

Capítulo 1: ¿No que era sólo para hombres?

La preparatoria Mori Mori se encuentra rodeada por las montañas. A pesar de querer estar en un lugar donde la cultura japonesa me llenara de sus saberes, terminé de intercambio a un lugar donde probablemente no saqué nada más que aprendizajes por parte de un profesor que tal vez odie.

Además de un largo viaje en autobús, la escuela era nueva en la admisión de mujeres, por lo tanto, no era común ver a una chica en ese lugar. Siendo que está rodeado por montañas, ¿quién en su santo juicio entraría ahí?

-Hola, ¿eres nueva?- sonrió una chica delante de mi pupitre.

-Sí, igual creo que tú también- sonreí nerviosa.- Somos de primer año, jaja-.

-No tan así... repetí de año-.

Empezamos bien. Alguien sin vocación en sus estudios, aunque podría estar equivocada.

-Ah... ya veo- sonreí.

-Tienes un acento extraño, ¿podría ser que eres extranjera?- preguntó.

-Sí, vengo de Chile- le dije.- Ya sabes, ese país laaaargo y ancho donde terremotea muy seguido-.

-No te salvaste de mucho, entonces. Aquí hay sismos cada semana, jajaja- se rio y yo también lo hice. Era verdad, no me iba a salvar de que mi suelo tiemble por las placas tectónicas.- Me llamo Erina-.

-Elisa- me presenté.- Espero que nos llevemos bien-.

- o -

La hora de almuerzo era una instancia muy agradable para conocer gente, lástima que soy tímida. Seguía a Erina a donde fuera, porque no tenía donde caer muerta, así que conocí a sus amigos de segundo año.

Nos sentamos y comentamos sobre los gustos personales de cada uno. Si tan solo supieran que empecé a interesarme por la cultura gracias al anime y manga.

-¿Y qué cuentas, Elisa? ¿Qué te gusta a ti?- pregunto uno de sus amigos.

-N-no sé... dibujar, cantar, me gusta mucho ver series-.

¡Mentira! Series americanas cero... ¿cómo les digo que ya los shipee para unos dibujos yaoi? ¡Para eso aprendí a dibujar!

-¡Genial! Ren también sabe dibujar-.

-¿En serio?- pude sentir como mis ojos brillaban.

En mi cabeza podía apreciar una película de como él dibujaba y entregaba su obra a un ser querido... o sea, YO.

Por falta de afecto en mi vida y sin ninguna oportunidad de tener novio, comencé a enamorarme espontáneamente de cualquier esperpento que viera. Ya me ha pasado miles de veces y sólo acepté mis fantasías momentáneas. Después de todo se me iba a pasar.

-¡Uh! Parece que alguien está disfrutando la vista...- dijo otro chico. Él le quitó a croquera al chico bajito llamado Ren.

-¡Hanae-san, devuélveme mi cuaderno!- comenzó a tratar de alcanzarlo, pero no podía. Era demasiado bajo y él muy alto.

-Mira, Elisa, creo que era para ti- dijo el chico llamado Hanae.

No podía creerlo... ¿Esa era yo?

-¿Eh... quién es?- pregunté como si no supiera. Igualmente, debía comprobarlo para dejar de fantasear.

-Tonta- dijo Hanae.- Eres tú-.

-¡¿Eh?!-.

-¡No es cierto! B-bueno... si lo es- le devolvieron su croquera.- Tienes unos ojos muy lindos y quería dibujarlos. Es todo-.