¡Bienvenidas Alumnas! [Yarichin☆Bitch-Bu]

Capítulo 9: No tenerle miedo

Pusimos unas tiendas de campaña en la azotea y dejamos a Erina en una de ellas. Ibamos a acompañarla, y cuando el sol apareciese ibamos a desarmar antes que algún directivo nos vea. Como los demás no querían meterse en problemas, se fueron. Nos quedamos Hanae, Ren y yo con Erina dormida.

-Miren, traje comida- dijo Hanae con una bolsa de basura negra.

-¿Trajiste todo tu arsenal de comida para un semestre?- preguntó Ren.

-¡Claro! Es una noche especial- empezó a vaciar la bolsa en el centro de una ronda y había de todo, papitas, Cheetos, bebidas en lata, hasta ramen que no podíamos preparar en ese lugar.- Disfruten-.

Comimos como locos. A decir verdad, la ansiedad nos invadía a todos y más en esta situación. Estabamos asustados y en incertidumbre de los movimientos que pueda dar Erina, es por eso que hicimos un pacto.

-Mantendremos monitoreada a Erina-.

-¿No deberíamos sólo llamar a algún profesional de la salud o alguien que sepa del tema?- pregunté algo curiosa.

-Imposible y más entre las montañas, el centro medico más cercano es a una hora y algo de aquí- suspiró Ren.

-¡Eso es peligroso!- exclamé alarmada.- ¿Qué pasa si alguien se accidenta?-.

-Lo más peligroso que ha pasado es cuando a Hanae le torcieron el tabique y digamos que no fue tan grave- dijo Ren, comiendo de sus papas.

-¡Sangré sin parar una hora! ¡Ni siquiera con hielo se cortaba la sangre!- exclamó el susodicho.

-Qué raro es Japón...- dije en mi lengua. Me daba miedo que esa expresión se malinterpretara.

Miré al cielo estrellado y bostecé.

-¿Qué hora es?- pregunté.

Miré mi celular y... ¡¿cuatro de la mañana?! En Chile deben ser las cuatro de la tarde más o menos. Con esos cambios de hora por estación no puedo estar segura a la perfección.

Suspiré. Nunca he sido muy apegada a mi familia, pero creo que los extrañaba de algún modo.

-Lisa- habló Hanae.

-¿Sí?- levanté mi vista y miré al chico.

-¿Prometes no hablar de "eso" con Erina?-.

-Ya te dije que sí- suspiré algo cansado.- ¿Quién crees que soy?-.

-¡GYaaaaaaaaAAaaaaa!-.

Miré a la puerta de la azotea que se abría.

-¡Cierra la boca, Yuri bastardo!- pronuciaba Tamura quien le dio una nalgada a Yuri para que se moviera.

Posteriormente salieron Akemi e Itome.

-¿Qué hacen aquí?-  me alarmé.

-Oímos a alguien gritando en la azotea- suspiró Tamura.- ¿Tú qué haces aquí?-.

-Era Erina, no se sentía bien- respondí, tratando de omitir cualquier comentario.

-¿Descubriste qué pasó con ella?- preguntó Itome detrás de Akemi.

Miré a Hanae y a Ren que me miraban todo el tiempo para que no dijera nada.