¡Bienvenidas Alumnas! [Yarichin☆Bitch-Bu]

Capítulo 6: ¡No!

-Voy a tomar el trato-.

-¡¿Qué?! ¡No!- exclamó Tamura y se colocó en frente mío.

-¿Qué te pasa?- pregunté y me reí. Al ver que Tamura no cambiaba su expresión me sorprendí.- Oh, hablas en serio-.

-Sé que no soy tan inteligente, pero piensa... Si te vas, consigue lo que quiere-.

-¿Y qué? Yo también conseguiré lo mío, ¿no? Siempre quise conocer Tokyo, ¿sabes?-.

Me tomó de la múñeca y su hombro comenzó a apoyarse en mi vientre para finalmente tomarme como si fuera un saco de papas.

-¡O-oye, Tamura!- al ver que él no respondía comencé a forcejear.- ¡Tamura, ya suéltame no es chistoso!-.

La dirección que tomó fue a la sección de las habitaciones de los chicos.

Tomó sus llaves y al llegar a una puerta las introdujo. Al cerrarla por dentro comenzó.

-Usa un poco tu cabeza, por favor-.

-Sí, tendré oportunidad académica y laboral en un país desarrollado que una asociación de intercambios estudiantiles no me dio, ¿cuál es tu excusa?- me crucé de brazos.

-¿Acaso eres tonta? Kashima puede ser muy persuasivo, pero lo menos que puede ser es tonto-.

-Escúpelo ya, Tamura-.

-A ver. Empecemos que viene de una familia bien, pero bieeeen númerosa y humilde. Segundo, su padre trabaja de oficinista. ¿Cuándo has visto un oficinista en una editorial? ¡Nunca!-.

-¿Entonces qué consigue diciéndome toda esas falacias?- estaba confundida.

-¡Cállate, aún no termino!- exclamó Tamura.- Su familia más cercana es un primo que vive en Tokyo y trabaja reclutando gente en un Maid café-.

-¿Y cómo se supone que sabes todo esto?-.

-Lo sé, porque... hablo con Toono a veces- sus mejillas enrojecieron.

-¿A veces? No parecen tan cercanos- suspiré.- ¿Por qué debería creerte?-.

-¿Somos compañeros sexuales, no?-.

¡Pausa! ¡¿Lo somos?! La media perso igual para decirlo.

-Ah, entonces es por sexo-.

-No todo en la vida es sexo, aunque no me creas. Eso aplica a los compañeros sexuales también- explicó.

-Qué manera tan inadecuada de decirme que te preocupas- suspiré.- Bueno, ¿entonces quieres que le diga que no y viralice esa foto?-.

-!No! Mira...- se detuvo.- Hay una forma de librarte de eso-.

-¿Cómo?-.

Al oír su plan no tuve más opción que hacerle caso. No era algo muy astuto, pero que sirve, sirve

- o -

A la mañana siguiente todos me miraban en la sección de las habitaciones femeninas, pero no era a la única. Kashima esta allí y no lo miraban de buena manera.

Una zancadilla de una de las chicas hizo que se confundiera.

Me miró y se acercó.

-¿Ya decidiste que hacer?-.

-Sí, pero tengo mi propia propuesta- puse mis manos en mis caderas en forma de valentía.- Acompàñame a mi habitación-.